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sábado, 29 de mayo de 2021
El emprendimiento en España. ¿Hacia dónde va?
7 consejos para que el teletrabajo que se impone después de la pandemia sea un éxito
viernes, 28 de mayo de 2021
La inversión en "startups" de turismo en España sigue siendo pobre
ELEMENTOS ESTRATEGICOS EN LA PLANIFICACIÓN DE UN NUEVO PRODUCTO: EL BENEFICIO FINAL
Si desde el punto de vista del
marketing, la Curva de Vida del producto es un elemento vital para la
planificación de las estrategias y la elaboración de planes, no menos
importante son, para esta área y para la totalidad de la empresa, sus aspectos
económicos, que los podemos resumir con un indicador básico y clave: el beneficio.
En la Introducción es cuando el producto inicia su singladura con
pérdidas, dado el gran esfuerzo que debe realizar la empresa para su colocación
en el mercado. Las fuertes inversiones en publicidad y los elevados gastos de
promoción o lanzamiento, juntamente con la amortización de las investigaciones
realizadas de forma previa al lanzamiento, hacen que esta etapa produzca unos
resultados económicos muy negativos, que representan un fuerte “hándicap” para las siguientes fases,
que se superará, si el producto logra su aceptación por el mercado, a través de
un fuerte incremento de las ventas en la siguiente etapa, la de Desarrollo, en la que irá logrando una
situación de beneficios; beneficios que suelen alcanzar su máximo en esta fase,
punto que, normalmente, se encuentra situado en los momentos anteriores de la
aparición de la competencia.
Este hecho, que marca claramente la madurez, como se indicaba en anteriores articulos, origina una fuerte
lucha entre las empresas concurrentes, con la utilización de las más diversas
tácticas, entre las que suele destacar la guerra de precios, que se traduce en
una disminución paralela de los beneficios. Estos desaparecen en el Declive como consecuencia clara de la
disminución de las ventas y consiguiente aumento de los costes unitarios, al
ser mayor la incidencia de la estructura de costes fijos. ■
Pedro Rubio Domínguez.
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ELEMENTOS ESTRATEGICOS EN LA PLANIFICACIÓN DE UN NUEVO PRODUCTO: EL CICLO DE VIDA (4)
Como hecho bastante frecuente,
todos los productos sufren un desgaste que origina un paulatino declive en sus
ventas y cuya duración depende del grado de apoyo que la empresa le siga
administrando.
En la etapa de Madurez se comentaba la aparición de
condiciones duras y draconianas en el mercado, forzando a una especialización y
clasificación en las marcas, siendo las más afectadas las débiles, a la vez que
exigía un esfuerzo económico e imaginativo al resto, para asegurarse su
permanencia en el mercado.
Esta situación, en la etapa de Declive, se acelera y agudiza,
provocando la clasificación total de las marcas.
Con un mercado depresivo, el
abandono de varias marcas origina una concentración de la producción en pocas
industrias, asociadas por unos precios en franca recesión y por unas ganancias
marcadas por la depresión, si bien, este fenómeno puede originar un cierto
estado de “gracia” para los
sobrevivientes, que les reportar un holgada y cómoda situación económica.
La capacidad de producción,
mermada en su utilización, pesa en la estructura general del coste, haciéndose
cada vez más insostenible, por lo que en esta etapa de la vida del producto
conviene llevar un serio y estricto control de coste, para paliar lo más
posible su contribución a la aceleración del Declive.
El axioma de marketing de que
todo nuevo producto debe tener como origen la satisfacción de una necesidad
presente o latente pierde virtualmente en esta fase, ya que el tiempo juega a
su favor de la transformación de usos, costumbres y necesidades, lo cual
provoca una falta de utilidad del producto, a pesar de las modificaciones
introducidas en las anteriores etapas del Ciclo.
A este elemento, desaparición de
la necesidad origen del producto, se une la cambiante actitud del consumidor,
que, en su aspecto psicológico de exigir evolución, acelera su caída.
Todo ello da pie a una continua
labor de investigación de nuevos productos capaces de sustituir, vía precio o
calidad, a los existentes, empujándoles conscientemente a su desaparición.
No todo se limita a dejar morir
el producto. Otras alternativas que se presenta a las empresas es la puesta en
marcha de una nueva estrategia comercial que les permita orientar el producto
hacia un remozamiento, con las nuevas características del mercado, suficiente
para logar una mayor vida.
En general, en esta etapa se
produce una contracción del gasto promoción la que puede precipitar, aún más,
el acelerado ritmo de envejecimiento del producto.
No menos importante resulta el
cambio en los canales de distribución. Ante la falta del primitivo gancho del
producto, sus reticencias por alimentar las ventas se hacen mayores, ayudando a
su Declive, a pesar del bajo nivel de precios. Es normal que en el Declive
existan ventas de fidelidad, fruto de consumidores amantes del producto, pero,
en cualquier caso, nunca resultan rentables.
Pedro Rubio Domínguez
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ELEMENTOS ESTRATEGICOS EN LA PLANIFICACIÓN DE UN NUEVO PRODUCTO: EL CICLO DE VIDA (3)
Llegado a este punto en la Curva
de Vida, el mercado presenta unos aspectos generales bastante diferentes a los
existentes en los otros tramos del Ciclo.
La singladura del producto por el
mercado ha producido un desgaste, lo que le ha obligado a decantarse por un
posicionamiento objetivo, de acuerdo con sus peculiaridades intrínsecas, que
son aquellas que le han etiquetado los consumidores a través del conocimiento
particular, conseguido en los diferentes actos de consumo.
La demanda ya no tiene el ritmo
acelerado de etapas anteriores, antes, al contrario, se mantiene en una
posición de estabilidad, consecuencia de una demanda destinada a la reposición
de la mercancía y de un crecimiento vegetativo de la población.
Con una demanda que se mueve
entre estas dos coordenadas, la estrategia debe replantearse en base a unas
variables mercadológicas dirigidas a la consecución de la supervivencia del
producto.
Para ello, el primer esfuerzo
debe realizarse en una lucha continuada para mantener las posiciones adquiridas
en los distintos canales de distribución y no dejar que la competencia gane
terreno, toda vez que una cesión en esta fase del Ciclo tiene un efecto
multiplicador negativo más demoledor que en etapas anteriores.
Como complemento, el producto
debe plantearse la necesidad de tener una distribución más intensiva, para
seguir aportando el máximo esfuerzo en la creación de una demanda, la cual
disminuiría si el producto no acapara y ocupara el máximo “espacio” en los
canales de distribución.
Canales que son los mismos que en
las etapas anteriores, pero con la peculiaridad de que ven mermados sus márgenes
comerciales al producirse, en la etapa de Madurez una auténtica política
estratégica de precios, que incide inicialmente en la disminución de los
márgenes.
La fuerte lucha de precios entre
los productos se traduce en la puesta en práctica de políticas de ofertas y
descuentos, tanto a los canales como a los consumidores. Los objetivos para
conseguir son fáciles de determinar. En primer lugar, se trata de liquidar, lo
más pronto posible, el exceso de inventario en los canales para provocar una
nueva demanda.
Con la guerra de precios se
consigue, normalmente, una disminución de los mismos cara al consumidor, lo
cual siempre es interesante por provocar una usurpación de clientes al resto de
las marcas competidoras, generando así una demanda añadida hacia la nuestra,
con el subsiguiente efecto expansivo de la marca.
Debe comprenderse que estas
circunstancias no son la panacea universal, lo serían si nuestra marca fuera la
única en usarlas, pero la práctica cotidiana nos enseña que es un arma
comercial generalmente practicada por todas las marcas. Esta circunstancia
origina que, a la postre, exista una cierta uniformidad en los preciso de los
distintos competidores y que solamente sean las diferencias cualitativas entre
los productos los únicos elementos condicionantes en la fijación del precio.
La labor de investigación de
mercados se convierte en la piedra angular, a través de la cual se teje el arrope
del producto. Los aspectos cualitativos de la investigación aportarán los datos
necesarios para el enfoque preciso de los aspectos del uso y valor del
producto, mientras que los cuantitativos permitirán, entro otros, detectar las
políticas de precio más acorde con la nueva realidad del mercado.
Sin que sirva de menosprecio al
resto de las variables del marketing, y al igual que en la etapa de
lanzamiento, en la madurez, vuelve a
recobrar importancia el enfoque comunicacional y promocional. La comunicación,
vía publicidad, debe apoyar los nuevos conceptos nacidos en torno a los usos y
atributos del producto que, como vimos ya, en la tapa de Madurez ha de
contemplar como necesarios para una mayor supervivencia de este.
La acción promocional debe ser
redoblada y sostenida para conseguir un mantenimiento intensivo de la marca en
el mercado y no permitir el desembarco de las marcas de la competencia en el
dominio de la nuestra.
Vista la nueva situación, sólo
resta afirmar que las condiciones tan duras y draconianas de esta fase
originarán la desaparición de las marcas con una posición de debilidad
manifiesta, puesto que las supervivientes se ven obligadas a un gran esfuerzo
económico e imaginativo, incapaz de ser seguido y mantenido por las más
débiles.
La etapa de Madurez pude
afirmarse que dura mientras que en el mercado no existen productos sustitutivos
importantes y con la suficiente incorporación de atributos nuevos, capaces de desbancar
a nuestra marca. Naturalmente, la desaparición no es fulminante, sino que tiene
lugar tras un cierto tiempo de vegetación comercial.
Estos comentarios sobre los
distintos hechos que acontecen en la fase de Madurez nos dirigen hacia la nota
más característica de la etapa y que apunta hacia la eficacia general del
marketing.
Pedro Rubio Dominguez
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Las 20 claves de lo que viene, según la revista The Economist
Tras la consulta a más de 50 expertos, The Economist elaboró un punteo de 20 claves sobre lo que dejará la pandemia como tendencia global. Desde la instalación de la telemedicina y el teletrabajo que llegaron para quedarse, hasta un ahorro mayor y la necesidad de las personas de recrearse.
El ecommerce seguirá creciendo y estiman llevará a cerrar hasta un 50% de tiendas físicas. Las que sobrevivan deberán rediseñar su experiencia. Y el cambio climático será prioritario, abriendo la puerta a un desarrollo mayor de la tan mencionada en el último tiempo: Economía Circular.
A continuación punto por punto según la visión de los expertos:
1. Educación off y online: la educación nunca regresará igual. El Learning Experience Design se volverá fundamental para colegios, universidades, diplomados, postgrados y la educación continua.
2. Avance de la Telemedicina: el sistema médico migró a lo digital con tecnología a distancia para siempre. Los diagnósticos periódicos básicos serán realizados por dispositivos IoT (internet de las cosas) como smartwatch y otros gadgets.
3. Menores gastos, mayores ahorros: la economía personal se contrae, y las personas ahorran más. La electrónica sigue siendo el producto más apreciado y adquirido.
4. Ecommerce y más ecommerce: gran oportunidad para el service design y el branch transformation. El ecommerce seguirá creciendo, y cerrará hasta un 50% de tiendas físicas, las que sobrevivan deberán rediseñar su experiencia.
5. El cambio climático será prioritario: el cambio climático será un tema muy sensible y valorado. Gran oportunidad para la economía circular: definir y alinear todas las acciones con un propósito significativo y alineado a un bien mayor global.
6. No más Adiós a las "Fake News": nuevos modelos de información y noticias por suscripción con más transparencia ayudarán a recibir contenidos más confiables.
7. Salud mental y aislamiento: el employee experience design cobra importancia para asegurar la salud mental y ayudar a las personas a sobrellevar las situaciones de agresividad, soledad y angustia por el aislamiento del trabajo remoto.
8. Emprendimiento social será prioritario: inversión de esfuerzos y presupuesto para hacer el bien para las grandes problemáticas como la educación, la salud, la energía, la seguridad, la política, la destrucción de la clase media.
9. Natural y saludable: comida, experiencias y forma de interactuar. Consumir local pero real. Ser más sano es el “nuevo lujo”. El reciclaje vuelve con fuerza.
10. El renacimiento personal: el mundo está viendo este año como un nuevo inicio. La gente replanteará sus metas personales de trabajo, salud, dinero y espirituales. Oportunidades para aplicar el Business Model Canvas Personal a tu persona.
11. Trabajo Remoto por siempre: deseamos socializar pero el trabajo a distancia llegó definitivamente. Las oficinas, gracias al service design, serán espacios divertidos de reunión y de conexión memorable.
12. El adiós a grandes oficinas: más oficinas cerrarán o se reconvertirán a un formato más eficiente. Los grandes edificios corporativos generarán espacios vacíos generando nuevas oportunidades.
13. Viajes de negocio en el olvido: los viajes de trabajo, así como los congresos o reuniones de trabajo, bajarán un 50%. Las alternativas digitales llegaron para quedarse. Cómo potenciar el networking digital será prioritario para el equipo de Soho este 2021.
14. Hogares Oficina: las casas se vuelven más tecnológicas y adaptadas al trabajo. Poder trabajar desde cualquier lugar será prioridad para los trabajadores.
15. Mercado Laboral Global: no habrá diferencia entre contratar personal local y extranjero. Las empresas y recursos humanos deberán aprender cómo atraer, realizar el onboarding y retener talento internacional.
16. Servicios por suscripción y realidad virtual: todo lo repetitivo se vuelve virtual y en un formato de suscripción. Servicio de gimnasios, arte, cine y entretenimiento, llegarán a los hogares mediante realidad virtual.
17. Nuevas tecnologías se vuelven vitales: las empresas que no inviertan al menos 10% en nuevas tecnologías desaparecerán. Nuevas empresas tecnológicas pueden desbancar a las tradicionales que no se transformen digitalmente realmente.
18. El turismo volverá fortalecido: el turismo de entretenimiento volverá fortalecido en el segundo semestre del 2021. Las personas apreciarán más que nunca las experiencias reales, siempre apoyadas con asistencia y gestión digital de su experiencia.
19. Protección de datos personales se vuelve prioridad: el manejo de datos personales se vuelve más delicado y las grandes plataformas cambiarán. Regresará el pagar por suscripción, ya que preferimos pagar que regalar nuestros datos y vida personal.
20. Irrupción masiva de la inteligencia artificial: La fuerza laboral básica se reduce dramáticamente, tomando la Inteligencia Artificial las operaciones simples. Momento de rediseñar el futuro de nuestras profesiones.
Fuente: Reporte24
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ELEMENTOS ESTRATÉGICOS EN LA PLANIFICACIÓN DE UN NUEVO PRODUCTO: EL CICLO DE VIDA (2)
Agotada la etapa de Introducción,
que estudiamos en el tema anterior, el nuevo tramo de la Curva de Vida de un
producto inicia su Crecimiento, encorsetado por el resultado adquirido en
aquella, siendo la etapa de Desarrollo el momento más esperado e importante
para el futuro del nuevo producto.
Como punto de partida, esta nueva
fase exige un planteamiento de Marketing distinto, aunque complementario del
anterior, toda vez que deberá asumir la experiencia adquirida en la
Introducción y formular los postulados conductores del producto por la etapa de
Desarrollo.
El título de la etapa nos lleva a
comentar el comportamiento que tendrá la demanda. Si en la Introducción se
caracterizaba por un ritmo lento en el crecimiento, en esta fase adquiere un
acelerado ritmo expansivo, con unos incrementos altos en las ventas y con una
velocidad de rotación en aumento.
Esta nueva aportación conceptual
del producto crea expectativas entre los competidores más directos que,
sorprendidos en su propio terreno, observan el desarrollo y desenlace de su
primera fase, tiempo durante el cual se supone que realizan los estudios
convenientes para dar la respuesta adecuada a la nueva situación planteada.
Un éxito provocará una reacción
meditada por parte de la competencia, lanzando al mercado unos productos
capaces de contrarrestar y recuperar la parcela perdida, y arañar cuotas de
mercado en la ampliación realizada por el nuevo producto. Para ello, una
alternativa se presenta a la competencia: lanzar productos calcados al primero
o incorporar mejoras, dejando anticuado al innovador y creando nuevas
expectativas al consumidor.
En cualquiera de las dos
situaciones, el mercado se verá agitado, produciéndose un forzoso reajuste en
las respectivas demandas particulares de los productos, que se traducirá, para
el producto primero, en una desaceleración de su crecimiento, punto importante
a tener en cuenta en la planificación de su Curva de Vida.
Se puede decir que una
característica muy acentuada de esta etapa es el inicio de la diferenciación de
marcas, que con el sano propósito de ofrecer al consumidor la solución más
adecuada a sus necesidades, se traducirá en la introducción de un elemento
perturbador en el mercado, que dificultará la elección de nuestra marca por los
consumidores.
El objetivo inmediato se dirige a
la captación del favor del público para nuestro producto, con el fin de
facilitar su acceso de este a los canales de distribución y dominar lo más
posible la fuerza derivada de ellos, Este mismo planteamiento lo efectuará la
competencia, originando lo que se puede llamar la “guerra de los canales”.
La primera consecuencia de esta
batalla es el aumento de los “stocks” en los puntos de venta, pareciendo
que las ventas crecen con un ritmo mayor de lo que realmente está ocurriendo.
Este ambiente belicoso que nos
trae la etapa de Desarrollo no debe contemplarse como un estado de
catástrofe, sino como una forma de lenguaje militar adaptada al marketing, por
reflejar fielmente las diarias prácticas llevadas a cabo por los fabricantes en
su afán de conquistar terreno en los distintos mercados, y por ser estrategias
precedidas en su planteamiento.
La duración del Ciclo de Vida en
la fijación del precio obliga a que, si es corto, el precio del producto sea
alto, para recuperar en el menor tiempo posible toda la inversión realizada. En
caso contrario, el precio puede oscilar entre criterios políticos y de
incrementos escalonados.
El poseer una patente sobre el
producto permite libertad amplia para fijar el precio, por cuanto la defensa
que posee lo facilita.
Asimismo, la cuantía de los
capitales necesarios para llevar a cabo las fases del ciclo condiciona la
determinación del precio en un sentido u otro, como también lo condiciona el
nivel de capacidad de producción, si es excesiva o no.
Frente al consumidor, en esta
fase, el marketing debe tener perfectamente diseñadas las principales variables
que definan el producto, y obrar en consecuencia con aquellas.
Un producto industrial o de
consumo, pero con tecnología compleja, exige, con carácter prioritario, para
conseguir su éxito, demostrar la máxima facilidad técnica frente al consumidor,
ya que éste deberá ver pronto satisfechas las expectativas puestas en él.
Cuando el producto es de consumo
y no incorpora una tecnología compleja, demanda prioritariamente una atención
eficaz en la distribución y en la promoción, precisamente para copar el máximo
espacio en aquella y dar una mayor salida al producto en la segunda.
En la etapa de desarrollo, las
empresas participantes del mercado estudian las posibilidades de introducirse
en otros sectores de este, tendiendo a una mayor captación de aspectos
específicos de aquél, como consecuencia de la situación general planteada.
Por derivación, la calidad del
nuevo producto exige una constante atención para mantenerla a lo largo de esta
etapa, con el fin de evitar una depreciación paulatina de la imagen conseguida
en las etapas anteriores. Los consumidores notan con claridad las variaciones
cualitativas de los productos y una pérdida de ella supone añadir un nuevo
obstáculo en la marcha del producto.
La transición a la etapa de
Madurez es el momento más complejo y de mayor riesgo del Ciclo tanto por la
dificultad de predecirlo como por los cambios bruscos que se producen en las
diferentes variables económicas y sociales que condicionan el producto. En este
difícil momento de transición cuando los productos deben satisfacer y responder
más a las necesidades y realidades del mercado, para poner freno a los intentos
de la competencia de copar las participaciones que se poseen. Por ello, a pesar
de ser una etapa en que disminuyen los beneficios, se deben incrementar las
investigaciones del producto y de su adecuación al mercado, ya que de ellas
dependerá la permanencia en el mismo.
La disminución de los márgenes, como consecuencia de la “guerra de precios”, se debe paliar con políticas de reducción de costes y de control de estos, así como con estudios profundos de los márgenes de contribución que permitan a la dirección, en todo momento, si se debe deshacer de los productos o, incluso, de los medios de producción. ■
Pedro Rubio Domínguez
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ELEMENTOS ESTRATÉGICOS EN LA PLANIFICACIÓN DE UN NUEVO PRODUCTO: EL CICLO DE VIDA (1)
El Ciclo de Vida del producto es
una de las herramientas de marketing que, a pesar de su alto grado de
conocimiento y difusión, se utiliza realmente poco, tanto estratégica como
tácticamente. Se puede decir que, paradójicamente, se ha quedado en una teoría
que todos los profesionales mencionan, constante y profusamente en sus
argumentos al proponer estrategias y acciones para los productos, pero que
realmente son pocos quienes la utilizan prácticamente, fundamentalmente por un
desconocimiento de esta y de sus posibilidades.
Los principales interrogantes a
los que nos enfrentamos ante un producto ya existente en la empresa o ante la
posibilidad de un lanzamiento, los podemos resumir en las siguientes preguntas:
- ¿En qué etapa del Ciclo de Vida nos
encontramos?
- ¿Cuál será el desarrollo del producto a partir de este momento?
- ¿Cómo será la Curva de la Vida de nuestros nuevos productos?
- ¿Cuánto durarán nuestros productos actuales o nuevos en el mercado?
- ¿Cómo se pueden estudiar y determinar prácticamente la vida de nuestros productos?
Ante estas cuestiones, cabe decir
que el abordar profundamente el estudio de las Curvas de Vida de los productos
por parte de las empresas pueden despejar ampliamente estas incógnitas
planteadas y situar a aquellas en una ventaja competitiva, respecto al resto de
las recurrentes a los mercados.
Conviene tener en cuenta que los tres ingredientes básicos para el éxito de una empresa los podemos cifrar en: sus hombres, sus productos y sus mercados. Son estos dos últimos aspectos sobre los que mayormente incide el utilizar en la gestión diaria la teoría del Ciclo de Vida.
Fases
del Ciclo
Primera
fase. Introducción
La duración de esta etapa se ve
afectada por una multiplicidad de factores que tienden a influir en su
horizonte temporal. Cada mercado constituye, de por sí, un condicionante
poderoso para determinar el tiempo preciso que debe transcurrir hasta dar por
finalizada esta fase.
Como su propio nombre indica,
esta primera etapa consiste en la colocación del nuevo producto, a través de
los canales de distribución más adecuados, en los puntos de venta, para que
pueda efectuarse el fin último: su consumo.
La nota que caracteriza y
diferencia esta fase es la no existencia de una demanda del producto, ya que
por su novedad o por la transformación tan significativa introducida en el
mismo, es desconocido por el público consumidor. Un buen planteamiento
mercadológico debe efectuarse bajo la perspectiva que el nuevo producto exige
un tratamiento diferente al de un nuevo producto.
Claro está que un producto no se
lanza al mercado “por las buenas”, sino que se efectúa en base a
detectar las necesidades insatisfechas en el mercado, bien sea porque están
latentes o están inconvenientemente satisfechas por los productos ya lanzados.
Complementariamente a esta
situación, cabe señalar la influencia que tiene en la introducción la
existencia en el mercado de productos sustitutivos del recién lanzado, así como
el mayor o menor grado de sustitución que tengan entre ellos, afectando
negativamente la existencia de éstos al éxito del nuevo producto. Es por ello
por lo que en la introducción conviene especificar las notas diferenciadoras
respecto a los más directos competidores. Esta conveniencia da pie para indicar
un nuevo elemento determinante de la duración de este periodo: la moda.
Saber utilizar, en los
planteamientos de marketing, este fenómeno social es un factor muy importante
para conseguir acortar la duración del periodo, pues, al contrario, el producto
se encontraría en situación de “descuelgue”, encontrando serios
problemas en su adecuada introducción. Este efecto no sólo se deja sentir en
esta fase, sino que tiene influencia en todo el Ciclo de Vida del producto,
aunque con diferente identidad.
De más difícil predicción son las
variables exógenas que, por su condición, se escapan de la posible manipulación
y control desde las esferas propias de la empresa. Acontecimientos sociales,
políticos, económicos, tecnológicos o naturales, pueden quebrar el normal
desarrollo de la marcha del producto en esta primera fase.
Son muchas las inversiones de
todo tipo realizadas en la construcción del soporte que arropa al nuevo
producto. Una incorreción en cualquier engranaje puede llevar al traste todo el
tiempo y dinero utilizado, ocasionando fuertes pérdidas, no sólo de tipo
monetario, sino en la imagen de la empresa, que es, al fin, el motor último que
da vida al producto.
Quizá, en esta fase del Ciclo de
Vida el desenvolvimiento lento de las ventas es la nota más características,
tanto por los condicionantes externos como por el efecto psicológico que
conlleva. Si tuviéramos que encontrar sus causas nos toparíamos, en primer
lugar, con la actitud que los clientes de la empresa, o sus intermediarios,
adoptan ante el nuevo producto. El traslado de la incertidumbre sobre su éxito,
del fabricante hacia sus canales de distribución, es un riesgo que éstos, no están,
en la mayoría de los casos, dispuestos a asumir fácilmente.
No siempre se da el caso de que
una gran empresa ofrezca un bue producto, pero, en cualquier caso, y en forma
general, éste tiene asegurada una cierta venta si viene avalado por una empresa
conocida y con buena imagen.
Otro factor para considerar es la
adecuada elección de los canales de distribución. Fallar aquí supone un
retroceso en la introducción y un desajuste para con el público objetivo. La
importancia de la correcta utilización de los canales de distribución viene
dada porque, a través de ellos, se va a generar la demanda hacia el producto y
difícilmente podría conseguirse si éste se distribuyera por conductos
inadecuados, yendo a públicos objetivos diferentes a los deseados.
Es interesante estudiar la
novedad del producto, tanto en cuento le aísla, en cierta manera, del resto de
los competidores. La novedad incorporada crea su propio campo de actuación,
generando un desplazamiento del resto de los productos a parcelas más
determinadas, no tan directamente competidoras con el nuevo. Se produce, de
esta forma, una disminución en la competencia, pudiendo decir que los
competidores son pocos cuando el elemento diferenciador es alto.
En la fase de introducción, suele
producirse que el primer producto lanzado sea el que tenga, o pueda tener, una
mejor aceptación en el mercado, para seguir, pasado un tiempo, lanzando el
resto de los productos que componen la línea. El grado de aceptación indicará
el ritmo de introducción de los demás.
En esta primera fase del Ciclo,
el producto debe soportar unos costes elevados que inciden de forma sustancial
en la fijación de la política de precios. Estos costes por lo son entre otros: “Stocks”
mínimos, gastos de almacenamiento, lanzamiento, materiales de
acondicionamiento, etc., son algunos puntos que originan los costes elevados,
amén de la reducida fabricación en los primeros momentos, necesaria u obligada
por las ventas pequeñas y lentas que tienen lugar.
Por lo general, en la fase de
Introducción los precios de venta se fijan altamente influidos por criterios
“políticos”, cuya razón última debe buscarse en la necesaria ayuda al producto
para favorecer su introducción.
Dar a conocer el producto es
fundamental, y en la estrategia de comunicación deben contemplarse todos los
medios de difusión para que, mediante una conjunción de esfuerzos, se consiga
un mayor impacto difusor del nuevo producto. Esto va a acarrear que, en la fase
de Introducción del presupuesto destinado a publicidad, contemplado en todas
sus facetas, sea muy elevado, no ya tanto por la inversión en si misma, sino
por la multiplicidad de tareas a efectuar.
Como parte de la comunicación
conviene señalar la importancia de los medios promocionales. Esta es otra forma
de dar a conocer el producto, y quizá sea más agresiva por cuanto le acerca
físicamente al consumidor, el cual, al detectarlo, recordará la comunicación
transmitida por los medios de difusión y generará un estado anímico más
propicio a la compra de este.
Bien sea un producto elitista o
no, siempre se procura diseñar un producto atractivo, capaz de mostrar sin
engaños su contenido y de no despertar falsas ilusiones en los consumidores,
pues de no ser así se producirá una disociación diseño-mensaje que confundirá
al consumidor en sus deseos de compra. La tarea creativa y las inversiones en
el diseño, es un elemento retardador del lanzamiento del producto, debido sobre
todo a las discusiones previas, comparaciones, dinero a invertir, etc.
Lo que se pretende con ello es
sacar un producto lo más terminado y completo posible, con el fin de evitar la
necesidad de introducir pronto modificaciones, lo que provocaría una
desorientación entre los consumidores, que afectaría rápidamente a la imagen de
la empresa.
Es muy importante el necesario
análisis sociológico del público objetivo, por cuanto supondrá conocer con
antelación las posibles reacciones de aquél y realizar, tras el conocimiento
práctico de sus primeras experiencias, las adecuaciones precisas en la fase de
Introducción y allanar el camino del producto por el mercado. Allanamiento que
debe iniciarse, como comentábamos anteriormente, con la correcta selección de
los canales de distribución, factor esencial para el éxito de nuestro proyecto.
Si esto no ocurriera, correríamos el peligro de que el producto acabara su vida en la fase de Introducción, o que ésta fuera más costosa o se alargase más de lo previsto, originando serios problemas de rentabilidad, y para terminar los comentarios sobre esta fase, mencionaremos de practicar una correcta política de comunicación para conseguir dos objetivos fundamentales:
- Conseguir el máximo conocimiento del producto.
- Resolver los problemas inherentes a su novedad.
La consecución de estos dos
objetivos servirá para crear la demanda deseada del nuevo producto y
enfrentarnos, con ciertas garantías de éxito, a las siguientes etapas de su
Ciclo.
Pedro Rubio Dominguez
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