El triunfo en la vida depende un
20% del talento y un 80% de las ganas que se pongan en lo que se hace. “Lo
que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”.
En la vida, todo depende de la
percepción con la que se mire: por eso existe un vaso que está medio lleno y
otro medio vacío. Y recurrimos al miedo como recurso que tenemos para avisar, prevenir
y ayudar cuando la integridad humana se siente amenazada. “Si no tuviéramos
miedo no seríamos valientes, sino insensatos”.
El peor monstruo para el personal
del siglo XXI es no sentirse valorado, no ser reconocido, no ser aceptado, no
ser querido. Decía el personaje de una novela que leí hace tiempo, “Sólo
temo terminar mis días en esta dimensión sin haber contribuido en el bienestar
de las personas como creo que debería haberlo hecho”.
Las investigaciones han
constatado que un pensamiento positivo es capaz de fortalecer nuestro sistema
inmunitario, mientras que uno negativo lo debilita, volviéndolo más vulnerable.
A la vista de los emprendedores que he conocido me sigo sorprendiendo la
cantidad de recursos y posibilidades que tiene el ser humano en su interior. “Una
vez que la persona descubre que los tiene y los potencia puede crecer de una
manera exponencial”.
La
crisis, como detonante del ingenio y la agudeza mental
A continuación, permitidme que
reproduzca unas frases de Albert Einstein muy apropiadas al momento actual:
"No pretendamos que las
cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición
que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La
creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la
crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento
y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la
crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la
pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin
desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es
en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento
es caricia. Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es exaltar el
conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única
crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla". Albert
Einstein (1879 - 1955)
Cuando se considere al hombre
como un fin en sí mismo y no como el medio para conseguir algo entonces la
sociedad se habrá humanizado. “De la crisis surgirá algo verdaderamente
nuevo”. En nuestras cabezas no hay
respuesta que conteste al por qué la gente y las empresas no invierten nada de
tiempo en comunicación porque creen que no merece la pena.
“¡Están tan equivocados! Es la mejor inversión
que pueden hacer”. Los directivos, como el resto de los mortales, se
sienten confundidos, solos, tristes, alegres, ilusionados, frustrados… “Las
empresas no se molestan en conocer las ilusiones y los sueños de sus
trabajadores”. El primer error es trabajar en grupo y no en equipo. Y eso
que un líder no necesariamente tiene que ser un jefe.
"Un líder es un individuo
que forma adeptos con un comportamiento ético y crea un entorno donde el
potencial único de una persona puede llegar a su plena satisfacción. Un líder
es una persona que crea ilusión en cada uno de sus trabajadores para
convencerlos de que pueden hacer algo mejor y hacerlos partícipes de ese
proyecto común”.
Nos referimos a personas que han
creado empresas donde todo el mundo tiene ilusión por pertenecer; una compañía
que sirve a las personas y no se sirve de ellas.
El emprendedor en definitiva es
un ser firme, humilde, tiene las ideas claras y una opinión formada, pero está
abierto a escuchar otros puntos de vista. ■
Pedro Rubio
Domínguez
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