Elizabeth Grace Saunders en hbr.org plantea que los jefes visionarios pueden resultar excitantes, divertidos e innovadores pero que pueden ser agotadores cuando no hay forma de seguir y dar respuesta a todas sus ideas creativas. Propone una serie de estrategias para gestionar las situaciones que se pueden presentar cuando nuestro jefe se distrae y pierde entre un exceso de ideas creativas. Éstas son:
1.- Buscar el respeto mutuo. Si nos sentimos sobrepasados por las ideas creativas de nuestro jefe seguramente seremos personas más orientadas a la acción que éste. Si no tenemos cuidado podemos empezar a desarrollar una actitud crítica y hacer comentarios del tipo: “Soy el único que hace algo y que aporta valor aquí”. Si lo hacemos perderemos el respeto que tenemos que sentir por él y por sus ideas.
Debemos evitar caer en esta trampa y en su lugar centrarnos en el respeto mutuo valorando que aunque nosotros podamos ser mejores en la ejecución de las tareas el jefe puede ser mejor a la hora de determinar lo que debe hacerse y para evitar caer en la rutina y que el equipo se adocene. En lugar de considerar estas diferencias como malas podemos contemplarlas como complementarias.
2.- Reconocer que no todas las ideas implican la necesidad de actuar. Si estamos muy centrados en la acción podemos interpretar que cuando nuestro jefe comparte una idea espera que hagamos algo. Pero con frecuencia este no es el caso ya que las personas con mentes creativas pueden plantear constantemente nuevas ideas pero no existe forma humana de seguir su ritmo.
Una táctica consiste en recoger todas las ideas y guardarlas si no están relacionadas con proyectos ya en marcha o con prioridades, hasta que puedan ser rescatadas.
Con frecuencia el jefe lo único que pretende es compartir algo que tiene en mente y se siente satisfecho sólo con el reconocimiento de su idea. En estas ocasiones una regla general puede ser el no hacer nada salvo que la repita muchas veces.
3.- Calcular y comentar los requerimientos necesarios para desarrollar la nueva idea. Los individuos con una vena muy creativa suelen tener dificultades para estimar las necesidades especialmente de tiempo para implementar sus ideas. Si vemos que nuestro jefe quiere perseguir una idea nueva pero que va a necesitar muchas horas de dedicación tenemos que hacer que sea consciente del coste y de los recursos necesarios.
4.- Ayudar a que reconduzca sus ideas y se centre en el plan inicial. Si nuestro jefe se distrae fácilmente con nuevas ideas probablemente tendrá dificultades a la hora de marcar prioridades. En lugar de rechazar éstas debemos intentar conseguir que su atención regrese a los planes mensuales o trimestrales del equipo. Podemos hacer preguntas por medio de las cuáles le planteemos cómo puede encajar su nueva idea en nuestras metas actuales o que le fuercen a priorizar ya que si se aborda una nueva idea tendremos que abandonar o retrasar las iniciativas en marcha que dejarán, por tanto, de ser prioritarias u ofrecerle la posibilidad de considerarla en otro momento.
Mostrando cómo el ejecutar una nueva idea puede tener un impacto sobre otras prioridades podemos ayudar a nuestro jefe a reflexionar sobre cuál es la elección más sensata desde un punto de vista estratégico.
Isabel Carrasco
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