Ser empresario quiere decir, entre otras cosas, combinar, en la situación que es la suya, características y aptitudes personales con medios financieros y otros recursos. Cada empresario tiene su propio estilo de ser propietario y administrador de su empresa, pero hay muchas características y aptitudes que pueden ayudarle a usted a tener éxito en los negocios y que, por consiguiente, sin duda querrá desarrollar.
Casi todo el mundo posee en mayor o menor medida, y a veces pone de manifiesto, unas y otras de las características y aptitudes que ayudan al empresario a alcanzar sus fines. Pero quienes tienen madera de empresario las poseen casi todas y en alto grado, algunas porque son innatas en ellos y otras porque las han cultivado, y por eso son capaces de utilizarlas sistemáticamente en su trabajo para triunfar.
Tener espíritu de empresa significa ser capaz de descubrir oportunidades, de apreciarlas en su justo valor, de reunir los recursos necesarios y de obrar para aprovechar esas oportunidades. Los empresarios dirigen, y deben demostrar cualidades para ello en casi todas actividades. Aceptan riesgos calculados y se sienten a gusto en situaciones que entrañan riesgos moderados.
Los empresarios necesitan tener gran confianza en si mismos y en su capacidad para tomar decisiones acertadas. Esta capacidad para decidir es uno de sus rasgos más significativos.
Los empresarios deben dedicar buena parte de su tiempo a la planificación de las actividades de su empresa. A medida que ésta crece, crece también la necesidad de planificar. El tiempo es algo que si no se usa se pierde, pero que debe usarse de la mejor manera posible. Los empresarios necesitan emplear su tiempo con eficacia y la clave del uso eficaz del tiempo es su buena administración.
El propósito de este articulo es determinar algunas de las aptitudes antes mencionadas.
Los empresarios son personas que tienen la capacidad de descubrir y evaluar oportunidades en los negocios, de reunir los recursos necesarios para aprovecharlas y de obrar en forma apropiada para lograr éxito. Los empresarios son individuos fuertemente motivados, dotados para la acción y que asumen riesgos para lograr sus objetivos.
No es probable que usted encuentre alguna vez un empresario que se destaque en la totalidad de las cualidades mencionadas, pero en cambio es muy probable que los empresarios que conozca tengan muy desarrolladas la mayor parte de dichas cualidades, sobre todo la confianza en sí mismo, la capacidad de asumir riesgos, la flexibilidad, la necesidad de realizar y el deseo de apostar por su independencia profesional.
Usted, como empresario o emprendedor, debe estar dispuesto a sacar enseñanza de su experiencia y a cambiar con los tiempos. Debe interesarse constantemente en encontrar nuevas maneras de mejorar en su gestión. La dedicación permanente a su mejoramiento personal será una de las principales claves de su éxito.
Una cosa importante en el hecho de que usted sea empresario es que suministra a otros algo que tiene valor para ellos. Cuanto más necesario sea su producto o servicio, tanto mayor será su recompensa. Si usted trabaja para ayudar a otros y para mejorar sus niveles de vida y las condiciones de su existencia, satisface necesidades de la sociedad. Esto es lo que significa ser empresario.
Nada ayuda tanto a conservar el espíritu de empresa como una actitud positiva. Además, la resolución, la experiencia, la perseverancia y la laboriosidad son fundamentales para el éxito de un empresario.
Adoptar la actitud mental correcta hacia el trabajo es de la máxima importancia. Los empresarios que triunfan aman su trabajo y se dedican en cuerpo y alma a sus tareas cotidianas y extraordinarias. Gracias a su actitud mental positiva, su trabajo les resulta estimulante e interesante y es una fuente inagotable de satisfacciones.
Prestando atención a lo que los empresarios dicen y hacen pueden comprenderse sus actitudes mentales, Las actitudes positivas contribuyen significativamente al logro de resultados felices. La forma de obrar de los empresarios pone de manifiesto qué piensan de sí mismos y del medio en que desenvuelven.
Mucha gente pasa su vida deseando ser como otras personas o hacer otra clase de trabajo. Casi toto el mundo tiene el deseo de cambiar su vida. Pero muy pocos ponen manos a la obra para conseguirlo.
Son contados los que están dispuestos a correr riesgos para dar a sus vidas un sesgo positivo. De ellos puede decirse que actúan con espíritu de empresa, porque aprovechan las oportunidades que se les presentan para mejorar sus vidas. El verdadero empresario es una persona que cambia y se desarrolla constantemente. Las actitudes positivas y un sano concepto de sí mismo son esenciales para todo empresario.
Pedro Rubio Dominguez(MDI)
Consultor del INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Madrid-España
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