«El desarrollo de la inteligencia artificial es tan fundamental como la creación del microprocesador, el ordenador personal, Internet y el teléfono móvil.
Industrias enteras se reorientarán en torno a ella.
Las empresas se distinguirán por lo bien que la utilicen». Bill Gates
Quién teme a la IA feroz
Cuando probé ChatGPT por primera vez, me impresionó. Sabía que la inteligencia artificial (IA) llevaba años avanzando a buen ritmo, pero nunca hubiera imaginado que su nivel actual de desarrollo fuera el que es. Si aún no lo has probado, te animo a que lo hagas. Aunque es una tecnología a la que todavía le queda mucho por mejorar, creo que su potencial ha quedado fuera de cualquier duda.
He estado reflexionando desde entonces sobre cómo puede impactar esta tecnología en la función de Recursos Humanos y más concretamente en la definición y gestión del talento. Veo motivos tanto para la preocupación como para el optimismo.
Preocupación porque los riesgos que conlleva la incorporación de la IA a Recursos Humanos son diversos y muy relevantes. Por ejemplo, se podrían automatizar muchas de las tareas que actualmente realizan estos profesionales, con la lógica desaparición de puestos de trabajo.
También existe el riesgo de que la IA pueda tomar decisiones de manera autónoma y sin la supervisión adecuada, dando lugar con ello a resultados imprevisibles como, por citar algunos, tratos discriminatorios o revelación de información confidencial.
Otro aspecto que considero digno de preocupación es la calidad de los datos utilizados para entrenarla, ya que si estos reflejan prejuicios o desigualdades ya existentes, la IA podría perpetuarlas o incluso acrecentarlas.
Por último, tampoco podemos olvidar la pérdida de humanidad que afectaría a múltiples procesos como, por ejemplo, el de contratación, y en sus posibles efectos.
Todo lo que la IA puede hacer por el talento
Aun teniendo muy presentes los riesgos anteriores, la IA tiene potencial para transformar poderosamente, y a mejor, la gestión del talento.
Una de estas transformaciones será la del propio concepto de talento, ya que va a permitir la identificación de habilidades y capacidades hasta ahora no valoradas o, aun siéndolo, difícilmente detectables con los medios tradicionales.
La capacidad de la IA para analizar grandes cantidades de datos y descubrir patrones de comportamiento es descomunal, lo cual va a permitir, por ejemplo, identificar la capacidad concreta de una persona para innovar, trabajar en equipo o adaptarse a nuevas tecnologías.
También hará posible identificar nuevos indicadores de rendimiento para medir y gestionar mejor el talento. Se podrán descubrir nuevos patrones no evidentes que indiquen habilidades y capacidades importantes un determinado puesto de trabajo como, por ejemplo, resolver problemas complejos o tomar decisiones rápidas bajo presión, e incluso conjuntos completos de capacidades (skill sets).
Todo lo que Recursos Humanos puede hacer por la IA
Parece innegable que Recursos Humanos y la IA confluirán en algún punto del camino. Puede que sea una simple coexistencia o una fructífera colaboración, pero en cualquier caso las oportunidades de mutuo beneficio parecen evidentes.
Recursos Humanos tiene un papel fundamental que jugar en el establecimiento de límites que garanticen la utilización justa y responsable de la IA, asegurando que procesos como la contratación o la evaluación del desempeño sean éticos y libres de sesgos.
También puede y debe jugar un papel activo en la evaluación de los algoritmos y en la calidad de los datos utilizados, asegurando que la IA se entrene con datos precisos y representativos.
Otra de las áreas clave de cooperación entre IA y Recursos Humanos es evitar la deshumanización de los procesos. Va a haber mucho trabajo por hacer en materia de comunicación para reducir la ansiedad y aumentar la confianza en la IA.
Finalmente, los profesionales de Recursos Humanos son las personas idóneas para explorar las nuevas formas en que la IA pueda mejorar los procesos tradicionales, por ejemplo, ayudándola a identificar patrones o tendencias que faciliten la motivación o la retención de empleados, así como su formación o el desarrollo de habilidades.
La IA ha llegado a Recursos Humanos para quedarse
La IA ya está transformando la forma en que los profesionales de Recursos Humanos trabajan. Aunque los temores sobre su uso son en su mayor parte fundados, parece innegable que también se presentan grandes oportunidades para mejorar la eficiencia de los procesos y la calidad y rapidez de la toma de decisiones.
La IA no es una solución mágica y difícilmente resolverá todos los problemas, pero puede ser una herramienta muy poderosa si se implementa de manera adecuada y responsable. Recursos Humanos puede y debe jugar un papel fundamental en garantizar que la IA se utilice de forma ética y justa y en mantener una comunicación clara y transparente con las personas sobre cómo se utiliza.
En resumen, la IA ha llegado a Recursos Humanos para quedarse y es importante que los profesionales de este campo aprendan y se adapten para aprovechar al máximo su potencial. Con la combinación adecuada de habilidades humanas y tecnología, lograremos una gestión del talento más efectiva y una mejor experiencia para los empleados.
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