Due diligence cultural: la base para una integración exitosa
El primer paso para una integración exitosa es reconocer y poner en valor la empresa adquirida. Esta valoración no debe limitarse a cifras o activos, sino que debe incluir su trayectoria, su equipo humano, su cartera de clientes y su potencial de crecimiento. La razón por la que una multinacional decide adquirir una empresa es precisamente porque esta aporta un valor diferencial que puede potenciarse dentro de la estructura global.
Estrategia de negocio y alineación de objetivos
Gestión del cambio: un proceso complejo y necesario
- Cultura organizacional: Las empresas familiares suelen tener una cultura muy arraigada, basada en relaciones personales y en una forma particular de hacer las cosas. La multinacional debe considerar estos aspectos y buscar puntos de encuentro para construir una cultura compartida que potencie lo mejor de ambas organizaciones.
- Condiciones laborales y beneficios: La armonización de las condiciones laborales es un tema sensible. Es importante gestionar este aspecto con transparencia y equidad para evitar desmotivación o pérdida de talento.
- Movilidad organizativa: La nueva estructura puede implicar cambios en roles, responsabilidades y procesos de toma de decisiones. Es necesario acompañar a los empleados para que se adapten a estos cambios y comprendan cómo moverse dentro de la organización.
- Identificación con la marca: Los empleados de la empresa adquirida deben sentirse parte del nuevo proyecto y poder identificarse con la nueva marca. Esto requiere acciones de comunicación interna que refuercen el sentido de pertenencia. Involucrar a los equipos en el proceso de integración, escuchando sus inquietudes y propuestas, facilita la aceptación y el compromiso con el cambio.
- Comunicación interna y externa: La gestión de la incertidumbre es clave. Una comunicación constante, transparente y bidireccional ayuda a mantener informados a clientes, partners y empleados, reduciendo rumores y ansiedad.
- Procesos y productividad: Pasar de procesos ad-hoc, habituales en empresas de menor tamaño, a procesos industrializados y estandarizados, donde la productividad y los indicadores clave de desempeño y calidad son esenciales, es un reto que requiere formación y seguimiento.
- Integración tecnológica: La unificación de sistemas y herramientas tecnológicas debe planificarse cuidadosamente para evitar interrupciones en la operativa diaria. La formación y el soporte técnico son fundamentales para que los equipos adopten las nuevas plataformas con rapidez y eficacia.
Gestión del talento y retención
- Escuchar y aprender: Antes de imponer cambios, es vital entender cómo funciona la empresa adquirida, su cultura y sus fortalezas. Esto permitirá diseñar una integración respetuosa y efectiva.
- Comunicar con claridad y empatía: Explicar los motivos de la adquisición, los beneficios esperados y los pasos a seguir genera confianza y reduce resistencias.
- Involucrar a líderes locales: Identificar y apoyar a líderes dentro de la empresa adquirida que puedan actuar como agentes de cambio y puente entre ambas organizaciones.
- Invertir en formación: Capacitar a los empleados en nuevas herramientas, procesos y cultura corporativa facilita la adaptación y mejora el desempeño.
- Medir, recoger feedback y ajustar: Establecer indicadores para evaluar el progreso de la integración y mantener canales abiertos para recoger percepciones y sugerencias, ajustando la estrategia según los resultados y el feedback recibido.
- Mantener una actitud abierta y participar activamente: Aferrarse al pasado no ayuda a acelerar el proceso. Es necesario ver la integración como una oportunidad para crecer, aprender y acceder a nuevos recursos y mercados. Involucrarse en los procesos de cambio, aportar ideas y expresar inquietudes de manera constructiva.
- Adaptarse sin perder la esencia: Aceptar los cambios necesarios para la integración, pero también preservar los valores y fortalezas que han hecho exitosa a la empresa. Se trata de adaptar la organización y sus procesos para alcanzar nuevos objetivos y dar lugar a un proyecto común más ambicioso.
- Comunicar internamente: Mantener informados a los equipos sobre los avances y cambios para reducir incertidumbre y mantener la motivación.
- Ser paciente: La integración es un proceso que lleva tiempo y puede tener altibajos. La perseverancia y el compromiso son fundamentales.




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