martes, 20 de diciembre de 2022

ACTIVIDAD DE LAS MULTINACIONALES EN ESPAÑA



1. ACTIVIDAD DE LAS MULTINACIONALES EN ESPAÑA
 
Las operaciones de las empresas multinacionales en España, a través de sus filiales en nuestro país, generaron un valor añadido cercano a los 124.000 millones de euros en 2019, el equivalente al 10% del PIB español. No obstante, la contribución de estas empresas no termina ahí, en tanto que, para el desarrollo de su actividad en España, necesitan del suministro de bienes y servicios por parte de otras empresas a lo largo de su cadena de valor. Estas empresas se verían beneficiadas tanto de las compras realizadas por las filiales para su producción, como aquellas derivadas de los flujos de inversión extranjera directa llevados a cabo por las matrices sobre las filiales.

En efecto, se estima que, de manera indirecta, las empresas multinacionales serían responsables de la generación de alrededor de 165.000 millones de euros de valor añadido (creados por empresas terceras gracias a los pedidos de las filiales de multinacionales). En este sentido, el impacto económico total de las empresas multinacionales, sumando sus efectos directos e indirectos, ascendería a 289.000 millones de euros, el equivalente al 23% del PIB nacional. Para sostener dicha actividad económica, las empresas multinacionales emplearon en sus filiales españolas a cerca de 1,8 millones de personas en 2019, lo que supone el 9,7% del total de ocupados de España. A su vez, otros 2,6 millones de trabajadores estuvieron empleados en España para garantizar el correcto desarrollo de las cadenas de valor de las multinacionales. Por tanto, las filiales españolas de las empresas multinacionales contribuyeron, de manera directa e indirecta, al mantenimiento de más de 4,4 millones de puestos de trabajo en España, el equivalente al 24% del total de ocupados de 2019.

A nivel sectorial, los mayores impactos se dan en las actividades de comercio y servicios profesionales, coincidiendo con los sectores que cuentan con más filiales de empresas multinacionales. No obstante, a pesar de contar con menos de 300 filiales en España, el sector energético es el tercero que más se beneficia de la presencia de estas empresas en nuestro país. La notable contribución de este sector vendría explicada por su posición estratégica en la cadena de valor, al proveer de insumos indispensables para la producción de muchos sectores, en especial en la manufactura, por lo que su fuerte impacto sería el resultado de un efecto indirecto por parte de las filiales. En definitiva, la integración de las empresas multinacionales en cadenas de valor complejas dentro de la economía española supone un pilar fundamental sobre el que se asienta el desarrollo del tejido productivo nacional. Con los últimos datos disponibles (correspondientes a 2019), las filiales de las empresas multinacionales serían responsables, tanto de manera directa como indirecta, de una cuarta parte del PIB y del empleo generado en España.

2. VÍNCULOS ECONÓMICOS ENTRE PYMES Y MULTINACIONALES

Una vez conocida la contribución económica de las empresas multinacionales en España, tanto de manera directa como indirecta, este apartado identifica qué parte de ese impacto se produce como consecuencia de los vínculos entre sus filiales y las pymes españolas. En otras palabras, se dilucidan los efectos positivos generados sobre pymes y multinacionales fruto de su integración en las mismas cadenas de valor. Este capítulo tiene un doble objetivo. En primer lugar, cuantifica en qué medida las pymes españolas se benefician de sus ventas a las empresas multinacionales, y, en un segundo término, estima el beneficio que las compras de las pymes a las multinacionales reportan a estas últimas.

2.1 Las pymes como proveedoras de las multinacionales

Las filiales de las empresas multinacionales necesitan adquirir bienes y servicios a otras empresas para utilizarlos como insumos en sus procesos productivos. El impacto económico de esas actividades (efecto indirecto) se ha cuantificado en alrededor de 135.000 millones de euros de valor añadido en 2019. Para conocer qué proporción de esos pedidos recaen sobre las pymes españolas, se ha realizado una doble estimación:

• Análisis de la estructura sectorial de las compras de las filiales de multinacionales en España, a través de la Estadística de Filiales de Empresas Extranjeras en España, que ofrece datos sobre la distribución sectorial de las filiales y las Tablas Input-Output, que ofrece información sobre las compras de insumos que cada sector realiza a otros sectores.

• Análisis del tamaño del tejido empresarial de cada sector de actividad, a través de la Estadística Estructural de Empresas, publicada por el INE, de forma que se pueda identificar la cuota de las pymes en la actividad total de cada sector

Los resultados, a través de la metodología Input-Ouput, apuntan a que alrededor del 55% de las compras realizadas por las multinacionales en España recaen sobre pymes. En otras palabras, las pymes españolas generan anualmente un valor añadido cercano a los 74.000 millones de euros, gracias a las ventas que realizan a las multinacionales para que estas puedan desarrollar de manera óptima sus respectivas operaciones en España a través de sus filiales. Asimismo, para proveer a las empresas multinacionales con 135.000 millones de euros de valor de los pedidos, las empresas españolas deben emplear a cerca de 2,2 millones de trabajadores. De ellos, alrededor de dos tercios, el equivalente a 1,4 millones, están empleados en pymes.

Estos datos ponen de manifiesto que el vínculo entre las multinacionales y las pymes es superior en términos de empleo que de valor añadido. Por el contrario, las grandes empresas consiguen satisfacer el 45% de los pedidos de las multinacionales utilizando solo el 36% de los empleos necesarios. Esta situación podría ser el resultado de una relativa especialización por parte de las pymes en actividades más intensivas en mano de obra.

En efecto, alrededor del 19,7% del valor añadido generado por las pymes fruto de sus ventas a las empresas del sector comercio, seguidas de aquellas que ofrecen servicios profesionales (17,8%). Esto subraya que, en gran medida, los pedidos realizados por las filiales de empresas multinacionales recaen sobre las pymes de sus mismos sectores de actividad. Este mismo patrón se observa en términos de empleo, dado que alrededor de la mitad de los puestos de trabajo creados por las pymes para satisfacer la demanda de las multinacionales se concentran en los sectores de comercio y servicios profesionales.

En definitiva, estas estimaciones evidencian la relevancia de las ventas de las pymes a las empresas multinacionales en España. Así, uno de cada cuatro euros generados por las pymes españolas es directamente atribuible a los bienes y servicios que suministran a filiales españolas de empresas multinacionales.

2.2 Las pymes como clientes de las multinacionales

Una vez analizado en qué medida las multinacionales participan en el buen desarrollo de las pymes españolas, este apartado tratará de cuantificar la relación inversa, esto es, en qué medida las pymes contribuyen a la actividad de las multinacionales en España. En el primer capítulo del informe se ha enunciado que las ventas realizadas por las filiales de empresas multinacionales generaron un valor añadido cercano a los 124.000 millones de euros en 2019. Para conocer qué parte de esas ventas tienen como destino las pymes españolas, se ha seguido la siguiente estrategia metodológica:

1. Identificar la estructura sectorial de las ventas realizadas por las multinacionales en España, a través de la Estadística de Filiales de Empresas Extranjeras en España publicada por el INE.

2. Estimar el peso de la demanda intermedia sobre la demanda total en cada sector, es decir, la cuota que tienen las ventas a otras empresas sobre la demanda final, usando la metodología Input-Output.

3. Analizar el tamaño del tejido empresarial de cada sector de actividad, de forma que podemos conocer la cuota de las pymes en la actividad total de cada sector, a través de la Estadística Estructural de Empresas (INE).

Los resultados de este ejercicio subrayan que las pymes compran anualmente bienes y servicios a las multinacionales por un importe de 22.000 millones de euros, en términos de valor añadido. En otras palabras, alrededor del 18% del valor añadido generado por las filiales de multinacionales en España sería atribuible a las compras de las pymes. En esta misma línea, se estima que, para responder a la demanda de las pymes, las multinacionales debieron de emplear en 2019 a medio millón de trabajadores, el equivalente al 28% de su plantilla total en España.

De nuevo, estas cifras apuntan a que las compras de las pymes a las multinacionales son más exigentes en términos de empleo que de valor añadido, lo que podría indicar que las multinacionales que más venden a pymes están encuadradas en actividades más intensivas en mano de obra. Los resultados empíricos refuerzan esta hipótesis, en tanto y cuanto dos de cada tres empleos generados por las multinacionales para atender la demanda de las pymes se encuadran en filiales del sector comercio, actividades responsables de alrededor del 59% del valor añadido generado por la demanda de las pymes.

2.3 Impacto de la inversión extranjera sobre las pymes

El tercer canal por el que las multinacionales y las pymes interactúan en el mercado está vinculado con la inversión extranjera directa. Las empresas matrices pueden decidir incrementar su implantación en España mediante diferentes inversiones, cuyas beneficiarias serán sus filiales en nuestro país.

En promedio entre 2017 y 2019, las empresas multinacionales invirtieron alrededor de 36.000 millones de euros al año en España. Estas inversiones se traducen en compras que las empresas filiales receptoras realizan a otras empresas. Por ejemplo, la inversión en una nueva oficina requiere de la compra o del alquiler del edificio, su reforma, así como la adquisición de equipos (muebles, ordenadores, etc.) y suministros (luz, gas, etc.). Estas transacciones generan valor añadido sobre terceras empresas, quienes son las últimas beneficiarias de las inversiones.

De estos 36.000 millones de euros de inversión extranjera anual, alrededor de 16.000 millones de euros corresponderían a valor añadido generado por pymes españolas para responder a las necesidades de las filiales. En otras palabras, por cada euro invertido por las empresas multinacionales en España, las pymes españolas generan 0,45 euros de valor añadido para satisfacer los pedidos de las filiales.

El impacto de la inversión extranjera directa sobre las pymes está muy distribuido sectorialmente, si bien las actividades que más se benefician de manera indirecta de los flujos de IED coinciden con aquellas con mayor presencia de empresas multinacionales. Así, las pymes encuadradas en el sector de comercio y de servicios profesionales acaparan conjuntamente el 28% del valor añadido y el 42% del empleo generado para responder a los pedidos de las multinacionales. Destaca a su vez la relevancia de los servicios inmobiliarios y de construcción ofrecidos por pymes que, de manera conjunta, representan el 34% del total del valor añadido y el 13% del empleo.

3. DINAMISMO EMPRESARIAL

Hasta ahora, el informe ha abordado el vínculo entre pymes y empresas multinacionales desde una perspectiva estática, es decir, cuantificando el valor añadido y el empleo generados por los intercambios entre estos dos colectivos de empresas en un momento dado (2019). No obstante, también resulta de interés complementar estos resultados a través de un enfoque dinámico analizando cómo la interacción en el mercado entre pymes y multinacionales contribuye a su desarrollo mutuo.

3.1 Desarrollo de las pymes y actividad de las multinacionales

En este punto se analizarán los efectos que las ventas de las pymes a las multinacionales generan sobre el desarrollo de las primeras. Desde un punto de vista intuitivo, resulta razonable pensar que cuanto mayor sean las ventas de las pymes a las multinacionales, mayores ingresos obtendrán estas empresas, lo que contribuirá a su desarrollo empresarial. A su vez, partiendo de la base de que las empresas multinacionales suelen ser más grandes, es probable que sus compras a las pymes sean de naturaleza recurrente, lo que también repercutirá sobre la estabilidad de los ingresos de las pymes.

La evidencia empírica parece confirmar estas hipótesis teóricas. En efecto, se observa que en aquellos sectores en donde las pymes realizan más ventas a las multinacionales, las primeras tienden a permanecer activas en el mercado durante más tiempo.

• En promedio, como se ha comentado anteriormente, el 25% del valor añadido de las pymes sería atribuible a sus ventas a las multinacionales. A su vez, en promedio entre 2004 y 2018, alrededor del 48% de las pymes se mantuvieron activas 5 años después de su creación.

• En sectores como la industria de equipo de transporte, los servicios inmobiliarios o la energía, el peso de las ventas a multinacionales en el valor añadido de las pymes supera el 40%, y la tasa de supervivencia de las pymes ha rondado el 60% durante las últimas dos décadas.

• Por el contrario, en sectores como la hostelería o la industria textil, el peso de las ventas a multinacionales en el valor añadido de las pymes es inferior al 10%, y la supervivencia de las primeras entre 2004 y 2018 ha sido inferior al 44%.

En esta misma línea, la tasa de mortalidad empresarial (número de empresas que cierran cada año respecto al stock total de empresas) ha sido mayor en aquellos sectores que menos vínculos tienen con las empresas multinacionales establecidas en España, como la hostelería y el textil, mientras que la resiliencia observada por las pymes de los sectores de la energía o los servicios inmobiliarios parece estar vinculada con las ventas que estas realizan a las empresas multinacionales.

3.2 Actividad de las pymes y desarrollo de las multinacionales

Este punto tiene como objetivo complementar los apartados anteriores mediante la perspectiva inversa, es decir, en qué medida la demanda de las pymes contribuye al éxito de las empresas multinacionales en España. Desde un punto de vista teórico, este vínculo puede parecer menos fuerte que el analizado anteriormente, dado que las compras que realizan anualmente las pymes a las multinacionales solo representan el 18% del valor añadido total de estas.

Además, el desarrollo de las filiales de las multinacionales en los distintos países puede responder en mayor medida a decisiones estratégicas globales de las matrices, que a sus vínculos con empresas locales.

No obstante, la evidencia empírica parece contradecir estos postulados teóricos, y los datos apuntan a la existencia de una fuerte relación entre las compras de las pymes y el crecimiento de las multinacionales en España.

• De media en 2019, el 18% del valor añadido de las empresas multinacionales se podría atribuir a las compras de las pymes. A su vez, entre 2008 y 2018, la cifra de negocios de las filiales de multinacionales en España creció a un ritmo medio anual del 4,1%, al tiempo que sus empleados lo hacían a un 3,3%.

• En las filiales que ofrecen servicios inmobiliarios o de hostelería, las compras de las pymes representan más de un 40% de su valor añadido, y la cifra de negocios de estas filiales creció entre 2008 y 2018 a un ritmo superior al 10% anual y sus trabajadores a más de un 6,5% anual.

• Por el contrario, las multinacionales que, por ejemplo, fabrican bienes y equipos de transporte apenas venden menos del 1% de sus productos a pymes, y su ritmo de crecimiento entre 2008 y 2018 ha sido relativamente lento, menos del 4% anual en términos de cifra de negocios y menos de un 2% en términos de empleo.

En definitiva, este apartado ha puesto de manifiesto que, más allá de las decisiones de las empresas matrices, el desarrollo de sus filiales depende en gran parte del volumen de demanda en los mercados en los que operan, factor sobre el que influyen las compras que las pymes realizan a estas filiales. Para el caso español, los datos observados durante la última década evidencian que las filiales que más han crecido en el mercado doméstico son precisamente aquellas que tienen a las pymes entre sus principales clientes.

4. PERSPECTIVAS A CORTO Y MEDIO PLAZO

Una vez analizada la magnitud del vínculo económico entre las pymes españolas y las multinacionales, es de interés anticipar su posible evolución de cara a los próximos años. En primer lugar, conviene destacar que los resultados presentados hasta ahora no contemplan el impacto de la pandemia de la Covid-19 en los intercambios entre pymes y multinacionales, puesto que la estimación se detiene en 2019. No sería de extrañar que, en 2020, y en línea con lo ocurrido para el conjunto de relaciones comerciales en España, aquellas entre pymes y multinacionales también sufrieran las consecuencias de las restricciones a la actividad. Asimismo, la situación en 2021 y 2022, si bien se espera que sea mejor a la de 2020, tampoco está exenta de turbulencias.

Más allá del posible impacto de la crisis energética sobre los pedidos y las ventas de multinacionales y pymes, el elemento con mayor potencial de impacto está vinculado con las tensiones en las cadenas de valor globales. Si bien la separación geográfica de las distintas etapas de la cadena de producción tiene sus ventajas en términos de eficiencia y ahorro de costes, dicha estrategia también es vulnerable ante shocks exógenos, tal y como ha quedado patente durante el bienio 2021-2022. Por un lado, las diversas restricciones durante la pandemia provocaron la paralización de la producción mundial, lo que afectó de manera particular al mercado de los semiconductores. La tasa de crecimiento anual de la producción de estos bienes en Corea del Sur se desplomó del 45% al 9% en los seis meses posteriores al estallido de la pandemia. Este parón en la producción, unido a una rápida recuperación de la demanda, se tradujo en una escasez en el mercado de este tipo de componentes.

Como consecuencia de todo ello, las filiales de empresas multinacionales en España de las industrias más dependientes de la importación de estos materiales (automoción, electrodomésticos, aparatos electrónicos) no han podido satisfacer todos sus pedidos durante los últimos dos años, y, por tanto, las compras realizadas por las pymes a las multinacionales en este tiempo han podido verse afectadas a consecuencia de este escenario. No obstante, parece que esta situación comienza a corregirse, y la producción coreana de semiconductores ha vuelto a crecer a ritmos interanuales superiores a los dos dígitos. A su vez, las existencias de semiconductores en las fábricas coreanas, que a mediados de 2021 se contraían a una velocidad del 25% anual, a finales del verano de 2022 ya crecían a más de un 80%.

Paralelamente, el año 2021 también estuvo marcado por los cuellos de botella en el transporte marítimo por contenedores. Este es un aspecto central en el ámbito del comercio internacional, dado que el 80% del volumen de comercio a escala mundial se realiza por mar (UNCTAD). Estas fricciones se han originado como consecuencia de los numerosos controles sanitarios que todavía persisten en los puertos (desinfección de barcos e instalaciones portuarias, cierres temporales por brotes de coronavirus) que ralentizan los cambios en las tripulaciones y amplían los tiempos en las labores de carga y descarga. Dichas fricciones logísticas, unidas a una oferta de barcos rígida en el corto plazo, han provocado congestiones en los puertos y escasez de contenedores, aumentando los precios de estos.

El origen de los retrasos se localiza en Asia, donde se encuentran los nueve puertos con más tráfico del mundo, y en concreto en China, que cuenta con cuatro de los cinco mayores puertos. La alta densidad de población del gigante asiático junto con la relativamente baja eficacia de las vacunas chinas ha propiciado que las autoridades hayan impuesto severas medidas sanitarias para contener la expansión del coronavirus, lo que ha alterado de manera notable la actividad económica en general y la logística en los puertos en particular. De esta forma, las rutas marítimas desde el sudeste asiático han sido las que más han visto crecer los precios de los fletes.

Por lo tanto, muchas filiales españolas de empresas multinacionales vieron retrasarse, incluso cancelarse, numerosos pedidos que hicieron a sus matrices o a otras filiales ubicadas dentro de su cadena de valor. Sin embargo, parece que las fricciones en el transporte marítimo ya están amainando, en tanto que el coste de llevar un contenedor de Shanghái a Rotterdam tocó máximos en septiembre de 2021 (15.000 dólares) y desde entonces no ha dejado de bajar, situándose en septiembre de 2022 en los 6.000 dólares, niveles no obstante ampliamente superiores a los registrados antes de la pandemia (2.500 dólares).

En este sentido, si bien las tensiones en las cadenas globales de valor registradas tras la pandemia de la Covid-19 (tanto en el ámbito de los semiconductores como en el transporte marítimo) han podido perjudicar la relación entre pymes y multinacionales durante los dos últimos años, no parece que estos elementos vayan a ser un factor de riesgo para sus intercambios mutuos a medio plazo. En efecto, se espera que, tras la contracción en 2020 debido a la Covid-19, el número de empleados de las empresas multinacionales en España recupere su nivel pre-pandemia durante 2022, mientras que el valor añadido generado por estas filiales se recupere en 2023. De cara a los próximos años, el refuerzo de los lazos entre pymes y multinacionales en España dependerá en gran medida de la capacidad de anticiparse y adaptarse a sus necesidades en un entorno de fuerte competencia.

5. MEDIDAS PARA EL REFUERZO DEL VÍNCULO ENTRE PYMES Y MULTINACIONALES

5.1 Fortalecimiento de la posición de las pymes

Tal y como se ha observado en el apartado 2.1 Las pymes como proveedoras de las multinacionales, en 2019 el valor añadido generado por las ventas de las pymes a las multinacionales ascendió a 74.000 millones de euros, el equivalente al 25% del total del valor añadido generado por las pymes españolas. Así, se muestra que los principales clientes de las pymes son las empresas de capital español (39% del valor añadido), seguidas de los hogares (36%). Por tanto, la cuota de las empresas multinacionales en la cartera de ventas de las pymes es relativamente menor que la de otros colectivos, si bien las empresas multinacionales conforman un grupo de tamaño comparativamente reducido.

Para que las pymes aumenten sus ventas a las empresas multinacionales, deberán incrementar la calidad y la sofisticación de la oferta de productos, con el fin de mejorar su competitividad frente a las grandes empresas que están proveyendo a las multinacionales.

Conviene recordar que, el 45% de los insumos adquiridos en España que necesitan las filiales de multinacionales los compran a grandes empresas y el 55% a pymes. No obstante, existe un importante grado de heterogeneidad sectorial. Mientras que en sectores como el inmobiliario, el textil o la hostelería, las pymes acaparan casi todas las compras de las multinacionales, en otras actividades como las finanzas, la industria del transporte o las TIC, las multinacionales tienden a elegir a grandes empresas para proveerse.

En general, el peso de las pymes en la provisión de bienes y servicios a las multinacionales es comparativamente reducido en ciertas ramas industriales (industria del transporte, agroalimentaria, química, farmacéutica y plásticos), así como en servicios avanzados (finanzas, TIC, educación, sanidad y transporte).

5.2 Fortalecimiento de la posición de las multinacionales

Actualmente, el valor añadido generado por las filiales españolas de empresas multinacionales, fruto de las compras realizadas por pymes, asciende a 22.000 millones de euros.

Esta cifra supone el 18% del total de su valor añadido en España, lejos del peso que tienen las grandes empresas (57% del valor añadido) o los hogares (25%), dentro su cartera de clientes.

La importancia relativa que tienen las compras de las pymes tampoco es homogénea por sector. Hay sectores donde las filiales venden una parte importante de sus bienes y servicios a pymes españolas, como el caso de las actividades de comercio (47% del valor añadido es gracias a las compras de pymes), inmobiliarias (36%) o hosteleras (29%). Por el contrario, las pymes no son un cliente muy relevante de las filiales de multinacionales industriales. Con el fin de aumentar las compras que las pymes realizan a las multinacionales, estas deberían adaptar su oferta de bienes y servicios a las necesidades de las primeras, que son distintas a las de las grandes empresas y a las de los hogares.

En el contexto actual, las pymes españolas deben afrontar importantes cambios en sus estructuras organizativas y en su oferta de productos, con el fin de adaptarse a las crecientes exigencias medioambientales, y aprovechar las ventajas derivadas de la digitalización.

Por gentileza de:
INFORMACION COMPLEMENTARIA:

https://www.investinspain.org/content/dam/icex-invest/documentos/publicaciones/sectores/otros/Informe-Pymes-Multinacionales.pdf  
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domingo, 18 de diciembre de 2022

COMO EMPEZAR UN NEGOCIO

 



Emprender un proyecto de negocios es el sueño de muchos. Pero muchas veces la cantidad de trámites gubernamentales, administrativos y financieros pueden representar una limitación y terminen desanimándote.

Y te entendemos a la perfección. Por ello hemos creado esta guía, paso a paso, de las cosas que tienes que considerar antes, durante y después de empezar con tu proyecto de negocios. Adicionalmente, hablaremos de aquellos aspectos que no debes descuidar para impulsar tu empresa en el cada vez más digitalizado mundo de los negocios. ¡Comencemos!

1. Define tus objetivos

Es común que los proyectos de negocios comiencen con un sueño, una idea o un objetivo. No importa cuál sea el detonante que te ha llevado a querer comenzar tu negocio, lo importante es que tengas claro hacia dónde dirigirás tus esfuerzos y cuáles son tus metas. Para lograrlo necesitarás articular tus ideas y darles un orden a tus inquietudes.

En algunos casos tener muchos objetivos puede ser bueno, pero para los negocios no existe peor enemigo que no ponerse límites. Es recomendable que comiences con una idea simple y, a partir de ella, establezcas posibilidades y derivaciones de negocio. Esto te ayudará no solo a tener un proyecto realista, sino a contar con una estructura sólida de valores, objetivos y misión detrás de tu organización.

Te recomendamos que te hagas las siguientes preguntas:
  • ¿Qué oferta tengo para el mercado?
  • ¿Por qué quiero comenzar mi empresa?
  • ¿En dónde me veo como empresario a corto, mediano y largo plazo?
  • ¿Es realista mi proyecto?
Comienza con el manual gratuito para crear la misión y visión de tu empresa, con el que podrás fundamentar tu estrategia fácilmente.

2. Sondea el mercado

Una idea de negocios puede parecer muy buena, pero si no está basada en las necesidades del mercado difícilmente tendrá éxito comercial. Es por ello por lo que antes de comenzar a estructurar tu propuesta debes ver la realidad del mercado para evaluar si tu proyecto será rentable o no.

Los sondeos y estudios de mercado te ayudarán a conocer el alcance real de tu empresa y a adaptar tu idea a las exigencias de los consumidores. No importa si tu oferta es completamente innovadora; siempre es necesario evaluar el perfil de los compradores, generar un diálogo con ellos y saber si tu producto o servicio será realmente interesante para ellos.

Las siguientes herramientas te pueden ayudar a conocer mejor a tu público:
  • Encuestas y formularios
  • Estudio de los diferenciadores de la competencia
  • Evolución y estado financiero del sector en el que se enmarca tu producto
  • Costo de ofertas similares y disposición de pago por parte de los consumidores
  • Kit de investigación de mercado
3. Estructura tu plan de negocio

Una vez que hayas establecido la viabilidad de tu proyecto y que hagas adaptado tu concepto inicial a las necesidades del público comercial, es momento de comenzar a estructurar tu plan de emprendimiento. Este proceso requerirá mucha atención, ya que su resultado será la guía de tu empresa durante sus primeras etapas.

El mejor modo de gestionar esta estructura es mediante la creación de un documento oficial en el que esté contenido tu plan de negocio. Ten en mente que este documento te servirá también como base para la creación de tus programas operativos, la planificación de acciones comerciales y la consolidación de tu compañía.

En él deberás incluir los siguientes aspectos:

Objetivo: en este apartado debes resumir los objetivos a corto, mediano y largo plazo de tu negocio.

Metas: son objetivos específicos que se establecen como indicadores del cumplimiento de tu proyecto. Tus metas deben ser coherentes y estar lógicamente encauzadas. El establecimiento de indicadores clave te ayudará a que tus metas tengan secuencia y, en efecto, te acerquen a tus objetivos generales.

Misión, visión y valores: estos aspectos, que vimos en el primer punto, son la estructura que estará detrás de todas tus operaciones y funcionan como las razones y motivos que impulsan a tu negocio. La unión de estos tres elementos conforma la cultura de una empresa y serán esenciales a la hora de buscar socios, inversores y clientes.

Descripción de la oferta: un negocio no siempre tiene como objetivo la comercialización de un único producto o servicio, sino de carteras de ofertas diversas. En este apartado deberás incluir todo aquello que quieres lanzar al mercado, si las ofertas están agrupadas en líneas y la función que desempeñan en el ecosistema de tu marca.

Descripción del público: tu plan de negocios no tendrá sentido si no está dirigido a una audiencia comercial específica. Este aspecto es la brújula real del funcionamiento de tu empresa y determinará el enfoque de tus productos, sus funciones y hasta su aspecto. Define tu buyer persona, o comprador ideal, y articula tu oferta de acuerdo con sus necesidades. Piensa en qué edad tiene tu cliente, cuáles son sus hábitos de compra, qué gustos tiene y cómo interactúa con tu competencia.

Recursos: este apartado hace referencia a todos aquellos recursos económicos, tecnológicos y humanos que serán necesarios para emprender tu proyecto de negocio. Elaborar listas específicas con aquellos insumos con los que ya cuentas aligerará tus pendientes administrativos y será una buena orientación respecto a las necesidades de tu organización.

Requisitos: naturalmente, tener disponibilidad de recursos es el requisito más importante para emprender un negocio; sin embargo, no es el único. Existen requisitos legales, operativos y fiscales que toda empresa debe cumplir, tales como las normativas y estándares aplicables al sector productivo, las obligaciones legales o la inscripción a regímenes tributarios.

4. Asegura la disponibilidad de recursos financieros

El capital es el motor de un proyecto de negocio, pero a veces es difícil conseguir los recursos necesarios. La buena noticia es que, si cuentas con un buen plan de negocios, un producto innovador y una estrategia comercial única tendrás mejores fuentes de financiamiento.

La vía más inmediata para conseguir estos recursos es la captación de inversores por medio del crowdfunding, quienes se sumarán como socios de tu proyecto e inyectarán el dinero necesario para comenzar. Si no cuentas con ellos, puedes optar por pedir un crédito o financiar tus primeros pasos con capital propio. No importa qué camino tomes, lo más importante es que conozcas los riesgos y cuentes con un plan de apoyo en caso de que tu proyecto tenga dificultades para despegar.

Los recursos que obtengas pueden utilizarse para muchas cosas, entre las que destacan:
  • Contratación de personal
  • Pruebas de producción
  • Maquila de lotes
  • Pago de cuotas e impuestos
  • Adquisición de tecnología o maquinaria

5. Cumple con tus obligaciones empresariales

Como hemos visto, la regularización de la situación fiscal, legal y operativa es fundamental para evitar problemas en el futuro y para confirmar que tu organización estará funcionando de modo correcto. Para cumplir con este punto puedes crear archivos en los que documentes todos los pasos en la creación de tu compañía, ya sea para contar con evidencia en caso de auditorías externas o para tener el soporte en tus propios procesos de autoevaluación.

Infórmate sobre las legislaciones aplicables para tu sector productivo en tu localidad, las normas internacionales y los estándares de protección, calidad o salubridad correspondientes.

Algunos de los marcos normativos que puedes evaluar son:
  • Normas oficiales
  • ISO
  • Guías de ética en el espacio laboral
  • Declaración Universal de los Derechos Humanos
  • Legislaciones locales

6. Crea una red de negocios

Las redes de negocios son el entramado de agentes y entidades que posibilitan el correcto ejercicio de una organización y, por tanto, están integradas por una gran multiplicidad de actores.

Podemos distinguir tres tipos de agentes involucrados en las redes de negocios:

Internos: entre los que destacan los inversionistas, socios y colaboradores en tu empresa.

Externos: incluyen a tus clientes, prospectos y el público en general que nutre tu mercado directa o indirectamente.

Aliados: son aquellos que no forman parte de tu empresa, pero que son necesarios para cumplir con tus actividades y asegurar tu operatividad, tales como proveedores, distribuidores, gestores gubernamentales y trabajadores eventuales.

La creación de estas redes de negocios con tus aliados y agentes internos requiere estar mediada por contratos, con el fin de delegar responsabilidades y establecer las obligaciones adquiridas en la relación de negocios.

En el caso de los agentes externos, es importante reconocer su influencia en el éxito de tu empresa y mantenerte vigente para ellos, ya sea mediante estrategias de publicidad urbana o campañas de correo electrónico.

7. Contrata personal

Este paso únicamente se aplica cuando requieres de colaboradores para arrancar tu negocio y llevar a cabo tareas específicas, pero no será un problema si tu negocio puede despegar sin otro personal, además de ti mismo. Para saber si requieres o no de una plantilla de trabajo, es una buena idea conocer tus capacidades, tiempo y, por supuesto, los recursos de los que dispones para darles compensaciones laborales.

Sin bien es probable que quieras comenzar en grande, es recomendable que únicamente contrates el personal indispensable para comenzar tus operaciones. Pero no te angusties, ya que con el crecimiento de tu negocio también podrás hacer crecer tu plantilla de trabajo.

Ten en cuenta que la selección y reclutamiento de personal son un tema serio y debe ser tratado con el mayor profesionalismo. Si no cuentas con las habilidades para aplicar pruebas, gestionar contratos o capacitar a tu personal, será necesario que te apoyes en un especialista, a fin de que te ayude a seleccionar el mejor talento y a mantener tus relaciones laborales dentro de los marcos de la ley. Si bien esto puede parecer un gasto innecesario, te aseguramos que te evitará problemas en el futuro.

8. Acondiciona tus equipos de trabajo

Ya cuentas con personal, has diseñado a la perfección tu plan de negocios y cumples con los requisitos para comenzar tu empresa. Parecería que ha llegado el momento de empezar con operaciones. Pero antes de hacer eso te sugerimos dar un paso hacia atrás y asegurarte de que tu organización cuenta con todo lo necesario para cumplir con sus tareas.

¿Recuerdas que anteriormente hablamos de la importancia de estimar los recursos e insumos que necesitarás para que tu proyecto despegue? Es momento de corroborar que cuentas con la maquinaria, software y tecnologías adecuados para realizar tus actividades.

Paralelamente, es necesario que definas el modo en el que operativamente trabajarás, ya sea en línea, en un formato híbrido o en oficinas o sucursales físicas. En cualquier caso, debes acondicionar tus espacios virtuales o tradicionales previamente y asegurarte de que todo funciona a la perfección. De otro modo es probable que te enfrentes con problemas en la marcha que limiten tu crecimiento.

9. Establece un plan de lanzamiento

Lanzar un negocio es un momento realmente importante no solo para el emprendedor, sino para la vida de la organización que representa. Es por ello por lo que debes sacar el mayor provecho de esta etapa y crear un precedente en el mercado. Así como la primera impresión de una persona puede sesgar nuestra opinión sobre ella, lo mismo ocurre en los negocios: si no logras dar una buena experiencia en el lanzamiento de tu marca, lo más probable es que ahuyentes a potenciales compradores.

Antes de comenzar operaciones puedes invertir en campañas publicitarias y de marketing que creen expectativas entre los consumidores, o acompañar el inicio de operaciones con ofertas por lanzamiento.

Si sigues alguno de los siguientes consejos, seguramente captarás la atención de tu audiencia:
  • Crea una campaña publicitaria a través de medios convencionales y digitales.
  • Ofrece descuentos o promociones especiales.
  • Regala pruebas de tu producto o servicio.
  • Haz un evento de lanzamiento con tus inversores y clientes potenciales.
  • Conecta con tu público ideal mediante sesiones virtuales, talleres o presentaciones públicas.
10. Evalúa las primeras impresiones

Por último, tu etapa de lanzamiento debe terminar con la evaluación de los comentarios de tu audiencia, de la percepción de tus competidores y de los ingresos reportados para tu compañía. A través de estas acciones te asegurarás de que tu empresa siempre irá hacia adelante y que perfeccionarás tu oferta de mercado.

Algunas de las ventajas que tiene llevar a cabo la evaluación de tu desempeño son:
  • Puedes modificar el costo de tus productos para hacerlo más rentable.
  • Mejorar la experiencia del cliente atendiendo a sus comentarios.
  • Encontrar las áreas de oportunidad de tu negocio, así como tus aciertos estratégicos.
  • Elevar tu productividad y la de tus equipos de trabajo.
  • Crear mejores y más sólidas redes de negocios ya que puedes mejorar tus contratos o sumar esfuerzos en el futuro.
Este paso en realidad nunca acaba y deberás realizarlo constantemente para monitorear el desempeño de tu organización y el cumplimiento de tus metas.

¿Cómo iniciar una estrategia digital para un negocio que empieza desde cero?

El mercado digital está creciendo a pasos agigantados y las empresas que no tienen una presencia en medios, como redes sociales, o que no utilizan canales de comunicación online corren el riesgo de captar una menor atención por parte de los consumidores.

Tan solo en el 2022 se esperaba que el volumen de venta a través de internet se elevara a los 5,7 billones de dólares. Para el 2023 este número puede elevarse considerablemente. Es por ello por lo que se ha vuelto tan importante impulsar estrategias digitales.

Revisemos algunas buenas prácticas que te ayudarán a mantenerte a la vanguardia y a generar un mayor impacto a través de estas plataformas.

1. Invierte en tu presencia digital

El primer consejo que podemos darte es que, independientemente de si tu empresa opera o no mediante plataformas electrónicas, no debes descuidar tu presencia online.

Es común que cuando una marca únicamente opera a través del comercio invierta un gran esfuerzo en mantenerse vigente en redes sociales, que diseñe sólidas campañas de márketing digital y que se apoye en distintas plataformas de servicio y atención. Pero este no siempre es el caso para las empresas que operan en formatos más tradicionales.

No importa si tienes una tienda local, si ofreces servicios en persona o si tu empresa se dedica a la maquila. Siempre es recomendable contar con un sitio web, un blog en el que impulses su posicionamiento, un perfil de redes sociales o un medio de contacto en línea. De acuerdo con un reporte de Visual Objects, el 76 % de los consumidores buscan a las empresas en línea antes de visitar una tienda física y el 45 % se convence de ir a una sucursal solo después de encontrar que tienen una buena presencia online.

Al integrar el mundo digital a tu empresa, facilitas que encuentren tu negocio, obtener reseñas de tu servicio y hasta puedes ofrecer un servicio de ventas complementario online.

2. Evalúa las capacidades de tu empresa

Tener una cuenta empresarial en redes sociales o un blog público es muy simple e incluso gratuito, por lo que no generará costos elevados para ti, más allá de la inversión de tiempo. Sin embargo, al emplear herramientas digitales no basta con utilizarlas como tu cuenta personal. Por el contrario, es recomendable que inviertas recursos económicos para que tus ofertas lleguen a más gente.

Una buena forma de hacerlo es mediante los servicios de Google Ads. Esta opción automatiza la generación de perfiles de compradores para mostrarles tu publicidad a un costo accesible. Otra alternativa son los Anuncios de Facebook, que dirigen tus contenidos hacia los mejores prospectos y tiene ofertas dependiendo del tamaño de la audiencia a la que quieres llegar.

La elección de estas opciones dependerá de tu presupuesto, pero sin duda es algo que debes hacer para alcanzar a un público más grande. Ten en cuenta que también deberás contratar los servicios de un diseñador, un creador de contenido o un profesional de marketing y, si tu presupuesto lo permite, de integrarlo a tu plantilla de trabajo.

Puedes comenzar poco a poco y, conforme crezca tu empresa, invertir más en tu presencia online. Y si quieres manejar todo esto de la forma más rápida y sencilla, comienza con el Software de publicidad de HubSpot donde podrás generar campañas en Google, LinkedIn, Instagram y Facebook.

3. Opta por implementar tecnologías integrales

Un error común que cometen las empresas es contratar diferentes servicios o plataformas para cubrir cada una de las necesidades digitales de la organización: un software para ventas, una aplicación para atención al cliente, un servicio de hosting, etcétera. Lo único que esto generará es mayor trabajo y la necesidad de mantenerte actualizado en el manejo de cada una de las herramientas.

Para evitar este problema, puedes incluir en tu metodología de trabajo el uso de software como los CRM. Estas plataformas integran todas las funcionalidades necesarias para dar a tus clientes un servicio inigualable e integral, que va desde el proceso de captación de prospectos, la venta y la atención al cliente, hasta la generación de reportes de crecimiento automatizados.

Además, los CRM son los mejores aliados para centralizar tu información y mantener el control total de las gestiones con tus clientes, el desempeño de tus trabajadores y tus operaciones comerciales. Puede que esto suene a una gran inversión de recursos, pero algunas opciones de software son gratuitas, como el CRM de HubSpot.

4. Elige los canales de comunicación adecuados

Ya anteriormente hablamos de la importancia de definir con precisión la audiencia a la que te diriges. Esto requiere conocer su edad, ubicación, preferencias, hábitos y tendencias de compra. Una vez que sepas esto, sabrás cuál es el mejor medio para mantenerte en contacto con él.

Datos de Leadferno demuestran, por ejemplo, que la edad influye significativamente en el modo en que los clientes buscan comunicarse con las empresas. Mientras que el 58 % de las audiencias mayores de 55 años prefieren las llamadas telefónicas para contactar a una compañía, este número es notablemente menor para poblaciones de entre 25 y 34 años.

El 48 % de los jóvenes adultos, también conocidos como millennials, prefieren conectar con las marcas por medio de su teléfono móvil, ya sea por mensajería instantánea o por correo electrónico.

En comparación, las generaciones más jóvenes generan la mayor parte de sus impresiones de las marcas gracias a su actividad en redes sociales, entre las que destacan TikTok e Instagram. Si tu empresa quiere acercarse a esa audiencia, lo mejor será que generes contenido en este tipo de plataformas.

5. Promueve tu marca en el medio local

Por último, una buena estrategia que puedes implementar a la hora de arrancar con un proyecto empresarial es crear redes comerciales en tu medio local. Esto facilitará que tu marca sea reconocida y se consolide en una población definida y que después crezca hacia otras comunidades.

Para hacerlo no basta con repartir flyers en las calles. Por el contrario, lo mejor es crear presencia en línea. Según WebFX, el 46 % de las búsquedas en Google tienen por objetivo encontrar negocios locales. Cada vez son más las personas que usan sus asistentes virtuales o los motores de búsqueda para encontrar gasolineras, restaurantes, tiendas o centros de recreación cercano.

Para utilizar esta tendencia a tu favor, puedes hacerte de una cuenta empresarial en Google My Business. Esta herramienta te ayudará a consolidar tu presencia en el medio local y, entre otras cosas, a destacar tu negocio en su popular plataforma de Mapas, donde tus clientes podrán dejar reseñas y tú mismo tendrás la opción de subir fotos de tu negocio, datos de contacto, horarios de atención y enlaces a tu sitio web.

Ya tienes todo lo necesario para hacer realidad tu sueño de crear tu propio negocio. Sigue estos consejos y asegúrate de que vas por un buen camino hacia tus objetivos empresariales. Si necesitas más inspiración, te recomendamos consultar el modo en que algunos emprendedores exitosos han cambiado el mundo gracias a su voluntad de cumplir con sus metas de negocios. ■

Escrito por David Torres @dtorreshubspot

Por gentileza de:
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domingo, 4 de diciembre de 2022

BOLETIN "LA EMPRESA AL DÍA" UNA PUBLICACIÓN DEL INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL--MADRID(ESPAÑA)

 

Estimados lectores de nuestro Blog:

Este mensaje es para anunciaros que hemos publicado el Boletín "LA EMPRESA AL DÍA" correspondiente al mes de DICIEMBRE 2022, para vuestra consideración y estudio.

El Boletín es enviado en PDF a los empresarios, ejecutivos y emprendedores que configuran nuestra base de datos con más de 10.000 lectores. Os invitamos a que hagáis publicidad (gratuita) de los productos y/o servicios de vuestra empresa o negocio. Miles de clientes potenciales lo verán y se podrán crear vínculos comerciales y/o profesionales.

 En este número publicamos los siguientes temas:

  • LA SABIDURÍA DE SABER ELEGIR UNA ESCUELA DE FORMACIÓN EMPRESARIAL.
  • LA FORMACIÓN, LA MEJOR INVERSIÓN Y EL VEHÍCULO IMPRESCINDIBLE PARA EL PROCESO DE MEJORA: CURSOS Y SEMINARIOS PROGRAMADOS PARA EL EJERCICIO 2023
  • ¿CÓMO HACER UN PLAN DE DE ACCIÓN PARA LOGRAR TUS METAS EN 2023?
  • EMPRENDEDORES: NI TE IMAGINAS CUÁNTO PUEDE CRECER TU PROYECTO EN 8 HORAS
  • DESEA VENDER SU EMPRESA: PRINCIPALES MÉTODOS UTILIZADOS EN LA VALORACIÓN DE EMPRESAS Y/O NEGOCIOS.
  • ALERTA: LOS EMPLEADOS DESPEDIDOS DE LAS EMPRESAS TECNOLÓGICAS.
  • EN ESTOS MOMENTOS DE CRISIS: UN PUNTO DE APOYO PARA MOVER SU EMPRESA.
  • y OTROS TEMAS SELECCIONADOS QUE SEGURO LES INTERESARÁ CONSULTAR.
Pueden solicitar un ejemplar gratuito a:


INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Formación & Consultoría
Dpto. de Información de Programas
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Guía para una gestión empresarial exitosa en 2023


La gestión empresarial es una práctica que no debe ser estática, pues los cambios sociales y políticos que modifican nuestra forma de vivir también tienen un impacto en el ámbito de la administración de empresas.

No es una casualidad que las prioridades de los trabajadores y de los negocios se modifiquen cuando ocurre un suceso impactante en el entorno, como cambios de modelo del negocio, innovaciones tecnológicas, crisis económicas o ambientales, emergencias sanitarias, etc.

Tener una empresa sin gestionar es como montar una producción teatral sin definir quiénes serán los actores principales y quiénes los extras; sin indicar cómo se manejarán las luces, cuándo se levantará el telón o dónde se sentará el público: un caos absoluto.

Por eso es importante actualizarnos en este ámbito para asegurarnos de que la productividad, la trascendencia y, por supuesto, las ganancias de una empresa no se verán interrumpidas por ignorar lo que ocurre alrededor y, en consecuencia, al interior de un proyecto en uno de sus recursos más valiosos: el capital humano.

Considera esta guía como un punto de partida o una lista de ingredientes para tener en cuenta y que la gestión de tu empresa sea o se mantenga sólida.

¿Qué es la gestión empresarial?

La gestión empresarial es la habilidad que tienen los líderes o directivos para organizar, guiar y administrar todos los recursos de una empresa para alcanzar los objetivos financieros, productivos y de crecimiento, teniendo en la mira a sus colaboradores como uno de los aspectos más importantes.

Una persona con buen liderazgo es también un buen gestor empresarial. Estar al frente de una empresa no es nada sencillo. Se tiene que poner atención a muchos elementos y algunos, por ser urgentes, no dejan espacio para encargarse de los importantes.

Por eso no es extraño que a veces se descuiden tareas que influyen en el desempeño de los colaboradores y sus resultados.

Todos estos aspectos se contemplan en la gestión empresarial, los cuales permiten mejorar el rendimiento al manejar un esquema de prioridades de todos los asuntos que es conveniente atender, independientemente de las urgencias que surgen de pronto.

¿Cuál es la importancia de la gestión empresarial?

La gestión empresarial es relevante porque se encarga de encontrar el talento adecuado para un negocio, en todos sus niveles. Es responsable de que exista un ambiente laboral sano que permita que cada quien cumpla con sus funciones de manera óptima.

Busca generar un sentido legítimo de compañerismo y establecer relaciones de confianza entre todos los elementos, ya sea para delegar actividades o para escuchar sugerencias de todos los trabajadores.

Ahora bien, para explicar a profundidad la importancia de una buena gestión empresarial se han hecho comparaciones entre varias actividades que necesitan una buena organización, un trabajo en equipo monumental y, sobre todo, un liderazgo que sea capaz de mantener la calma ante la adversidad.

Es un elemento presente dentro de las grandes empresas y también dentro de las denominadas empresas scale up, o sea, aquellas que comienzan y tienen un proceso rápido de desarrollo y altas ganancias.

De hecho, si se aplica de manera adecuada, la gestión empresarial puede convertir los retos que se presentan en nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, e impulsa así la competitividad empresarial de un negocio. Otro de los motivos por los que la gestión empresarial importa es porque se encarga de que las innovaciones externas sean el motor para proponer cambios convenientes ante las circunstancias.

Además, es la que permite que todos los procesos se realicen de manera eficiente al implementar un esquema de realización y registro para las distintas actividades de una empresa, desde las más usuales, como órdenes de compra, hasta las más esporádicas, como planeaciones bimestrales o anuales.

Objetivos de la gestión empresarial

La gestión empresarial crea una comunicación fluida entre todos los niveles de la empresa, en busca de que se concreten dos objetivos fundamentales: Asegurar que todos estén orientados hacia las mismas metas, y que sus elementos se sientan identificados con ellas.

Tener un conocimiento integral de cada área, cada colaborador y cada actividad realizada, para así tener información inmediata sobre lo que puede optimizarse, crecer o modificar en beneficio de todos los que dedican su esfuerzo y talento en la empresa.

Debido a lo anterior, si no se le pone la atención debida a la gestión empresarial se crean condiciones de trabajo mediocres e infortunadas, que desalientan a los empleados, limitan los niveles de productividad y, por lo tanto, disminuyen las ganancias.

El origen de la gestión empresarial

Para su estudio y aplicación en los modelos de negocio se define el origen en la Revolución industrial, a finales del siglo XIX, cuando el empresario Jacques Laffitte y el economista Jean-Baptiste Say crearon una escuela en París para la gestión, la administración y la economía.

Hay que tener en cuenta que la gestión empresarial es un asunto que se aplicó, aun sin este concepto, en los grandes proyectos de la Antigüedad, los cuales necesitaban, obviamente, una gestión y un liderazgo eficientes. Lo podemos comprobar en aquellos vestigios que todavía podemos ver, como las pirámides de Tenochtitlan o de Egipto. También son prueba de esta habilidad los vestigios de las campañas de Alejandro Magno, e incluso la organización de las primeras etapas que facilitaron la supervivencia de la comunidad.

El acercamiento moderno y científico de la gestión empresarial se le acredita a Frederick Taylor, un ingeniero estadounidense que dedicó su actividad a destacar la importancia del control de los procesos y los trabajadores, principalmente por el auge de las fábricas de la época (finales del siglo XIX y principios del XX).

A partir del siglo XX el punto de vista de la gestión empresarial empezó a cambiar de enfoque. Poco a poco se puso énfasis en los trabajadores (más que en los directores), para darles más prestaciones, condiciones óptimas y oportunidades de desarrollo profesional. Uno de los teóricos que se dedicaron su atención a esto fue Abraham Maslow, quien definió una jerarquía de necesidades, publicada en la década de 1950.

Con el paso de los años, el enfoque en el bienestar de los empleados se enfatizó en distintos aspectos: la planificación, las ventajas competitivas, la optimización de procesos y la ética de la gestión. Así, los empleados se convirtieron en la inversión más importante de una empresa.

En el siglo XXI llegaron otros retos. Las innovaciones tecnológicas, el Big Data y la crisis económica de 2008 obligaron a los grandes empresarios a optar por un giro humanista que lograra un balance entre la globalización y la preponderancia de la conectividad. Esto permitió el desarrollo sano de las personas en todos sus niveles. Sin duda, a partir de 2020, se construirán otros modelos que enriquezcan la gestión empresarial con base en los cambios más recientes de la sociedad.


Diferencia entre administración y gestión empresarial

Aunque la administración y gestión empresarial comparten muchas actividades y enfoques sí, hay diferencias que deben entenderse para que una organización tenga claro cómo impulsará cada actividad.

La administración es más amplia y combina lo teórico con lo práctico, ya que hace una planeación, organización, ejecución y control de los recursos de una empresa, y además establece las normas, procesos y flujos de trabajo que se deben seguir para cumplir ciertos objetivos.

La administración se asigna a altos niveles en la empresa con capacidad de dirección y toma de decisiones. Además, su impacto va más hacia al interior de la empresa, es decir, se presta atención en afinar los engranajes para que la compañía opere adecuadamente.

En tanto, la gestión empresarial siempre será más práctica, ya que se enfoca en las acciones que deben ejecutarse para cumplir con los lineamientos propuestos por la administración y alcanzar los objetivos de negocio.

Por eso la gestión empresarial tiene que ver más con mandos medios o líderes con la capacidad de dirigir los equipos de trabajo. Busca la optimización de los recursos y los resultados concretos. Su impacto se verá más entre lo realizado internamente en interacción con las partes interesadas, o stakeholders, de la empresa.

Características de la gestión empresarial
  1. Estratégica
  2. Verificable
  3. Eficiente y eficaz
  4. Comunicativa
  5. Proactiva
  6. Liderazgo
  7. Colaborativa
  8. Impulsora
1. Estratégica

La gestión empresarial es una actividad estratégica porque se guía por objetivos, sabe delegar y establecer medidas adecuadas para lograr resultados de la mejor manera. Entiende la operación del negocio, identifica cuáles son las piezas con las que cuenta y saca el mayor provecho con esos recursos.

2. Verificable

A través de la gestión empresarial hay una gran visibilidad de lo que están haciendo los equipos de trabajo; por lo tanto, aumenta el seguimiento y control de las acciones enfocándose en los objetivos. Además se pueden verificar y medir los resultados obtenidos.

3. Eficiente y eficaz

Al ser una actividad que busca resultados y optimiza en todo momento los recursos materiales y humanos, la gestión empresarial se caracteriza por ser una herramienta eficiente y eficaz, ya que no solamente ve los resultados, sino cómo llegar a estos con los mejores procesos y hábitos en la empresa.

4. Comunicativa

La comunicación es clave para la gestión empresarial. Es una característica que se valora y se usa en todo momento como parte de su esencia. Es parte vital para generar entornos de trabajo positivos.

5. Proactiva

La gestión empresarial implica tener iniciativa y estar en movimiento, esto es, adaptarse y proponer para innovar. Por eso una de sus características más potentes es su proactividad.

6. Liderazgo

Sin liderazgo no hay gestión empresarial. Esta característica resume el sentido para aquellas personas o equipos que se encargan de esta actividad. Recuerda que un directivo no siempre es un líder, pero un líder siempre sabrá dirigir.

7. Inspiradora

La gestión empresarial bien aplicada es un factor que impulsa los resultados positivos en todos los niveles e interacciones de una compañía; así que se convierte en una fuente de inspiración interna y externa.

Funciones de la gestión empresarial

1. Organización

La gestión empresarial se encarga de coordinar las tareas involucradas en el proyecto de una empresa: asignará los roles para cada una, establecerá objetivos y prioridades, y designará las limitantes o excepciones. Si lo piensas, es casi imposible que un negocio sea viable sin tener claras las responsabilidades, los tiempos, las expectativas de cada área y los involucrados.

2. Planificación

Este apartado se concentra en cómo se lograrán los objetivos y los recursos que los harán viables, tanto financieros como humanos. Se establecerán plazos, financiamiento y estrategias para alcanzar metas que puedan medirse. Así contarás con datos que sirvan de punto de partida y sabrás en qué lugar se encuentra tu empresa, para plantear mejoras y cambiar escenarios.

3. Dirección

No puede haber gestión empresarial si no se cuenta con un apartado sólido en la dirección. Este aspecto es el que ayuda a que un grupo de trabajadores pueda identificarse con las metas de la empresa gracias a un liderazgo empático, que claramente conoce el camino que debe tomarse y que tiene en cuenta a todos sus colaboradores.

4. Control

Cuando hablamos de control, nos referimos a la capacidad de coordinación y comunicación entre equipos. Pero no solo se trata de dar indicaciones o dar seguimiento a la realización de las tareas, sino también de analizar el desempeño. Así es como se pueden identificar fortalezas y oportunidades para alinear metas alcanzables en el futuro, que saquen lo mejor del equipo con el que se cuenta.

5. Manejo de personal

Crear un ambiente de trabajo sano es una cualidad básica de la gestión empresarial, pues permite que la colaboración entre personas se lleve a cabo en armonía y sin competencias. La tranquilidad dentro de la empresa se inicia con una gestión que tenga en cuenta las necesidades individuales y colectivas de sus trabajadores, con la puerta abierta a sugerencias.

Aunque toda gestión empresarial cumple al menos con estas funciones que acabamos de mencionar, cuando se trata de aplicarla no existe un modelo único o inamovible para todos los proyectos. Sin embargo, sí podemos definir de qué se trata para que puedas tener una referencia y crear un modelo que se ajuste a tu empresa.

¿Qué es un modelo de gestión empresarial?

Un modelo de gestión empresarial es una representación teórica de cómo se organiza y administra una empresa, desde las actividades y responsabilidades de todos sus colaboradores (como la distribución de las áreas y departamentos, los objetivos que deben cumplirse en cada uno de ellos y su funcionamiento) hasta el establecimiento de los presupuestos del área de ventas y de los demás departamentos.

Contempla todo lo que tiene que ver con financiamiento, recursos humanos, logística, servicios, estrategias de marketing, etc. Además, un modelo de gestión empresarial ayuda a que cada empresa tenga su propio sistema de organización, aun cuando no sea exactamente igual al modelo que tomó como referencia. Es el primer paso que debe completarse antes de tener la versión final de una estructura de un plan de negocios.

Modelos de gestión empresarial
  • Modelo jerárquico de gestión empresarial
  • Modelo de eliminación de intermediarios
  • Modelo de cooperativas
  • Modelo de franquicias
  • Modelo de gestión empresarial de Mitzberg
  • Modelo de gestión empresarial de Zeitgeist
  • Modelo de gestión empresarial Lean
1. Modelo jerárquico de gestión empresarial

Este modelo se basa en una estructura vertical de arriba abajo, en la que se integra una directiva de la cual parte el desglose de los demás puestos.

2. Modelo de eliminación de intermediarios

Aquí lo que se busca es que la gestión se haga de forma directa, evitando cualquier tipo de intermediación.

3. Modelo de cooperativas

Se forma un grupo de miembros de una comunidad empresarial para que sean ellos quienes realicen la gestión empresarial y velen por el interés común.

4. Modelo de franquicias

En este caso, una empresa permite que otras personas o empresarios repliquen su modelo de negocio al ceder derechos por una cuota.

5. Modelo de gestión empresarial de Mitzberg

Este modelo se enfoca en una organización jerárquica. Para Mitzberg son 5 los elementos clave para que funcione esta gestión empresarial: un núcleo de operaciones, un grupo estratégico que dirige, una línea intermedia que ejecuta acciones, una tecnoestructura o proceso y el personal de apoyo.

6. Modelo de gestión empresarial de Zeitgeist

En los modelos anteriores se puede apreciar un funcionamiento horizontal o piramidal, pero en este caso la estructuración es circular. Esto diluye la cadena de mando e intenta vincular todas las áreas a un flujo eficiente de comunicación y operación.

7. Modelo de gestión empresarial Lean

Alineado con la cultura de la agilidad empresarial, este modelo busca disminuir al máximo o eliminar cualquier fricción en los procesos, así como en los bloqueos o desperdicios organizacionales. Esto supone compañías más ágiles y flexibles.


Valores de la gestión empresarial

1. Ética

Para que una gestión empresarial realmente funcione es necesario que todos sus colaboradores tengan las mismas expectativas. Esto significa que lo que se espera de un empleado también lo sea para un directivo: sin favoritismos ni tratos especiales. Pero, sobre todo, que exista un código que le exija a todos desarrollarse de manera honesta y sin actitudes inmorales.

2. Empatía

Aunque se menciona como una soft skill, la empatía no tiene nada de suave, pues se necesita fuerza de carácter para crear una conexión humana con otras personas, especialmente si no comparten todos nuestros intereses o visión del mundo. Sin embargo, dentro de una empresa colaboramos con gente muy distinta a nosotros, por lo que es básico que ejercitemos la capacidad de empatía, que en ocasiones olvidamos en casa antes de salir.

3. Confianza

Si los colaboradores confían en sus compañeros, sin importar el puesto que tengan, transmitirán esta seguridad a los clientes. Y no nos referimos solo al momento de apoyarse en un compañero para realizar una tarea, sino también a la forma en que los directivos delegan responsabilidades, creen en la capacidad de los trabajadores y demuestran que la labor que se realiza en la empresa beneficia a todo su equipo.

4. Calidad

Al mismo tiempo, si se cuenta con los primeros valores será más sencillo que todos aporten su mayor esfuerzo para cumplir con estándares que satisfagan a los clientes a los que va dirigido el producto o el servicio. Por supuesto, también gracias a que se cuenta con las herramientas óptimas para alcanzar esta meta.

5. Pasión

Sin importar el sector, una empresa comienza gracias a una idea que nació por una pasión: por el buen servicio, por la creatividad en la publicidad, por la música, por la comida, por lo que sea. Esta no puede desaparecer, ni siquiera por los trámites o los procesos menos divertidos que establecen una rutina. Una vez que la pasión sea parte del equipo ayudará a mantener la visión en las metas.

6. Innovación

La capacidad de cambio y su adaptación a nuevas formas de trabajar y las ganas de no dormirse en los laureles, sumadas a una actitud receptiva a los cambios que ocurren fuera, son un valor clave en la gestión empresarial. Asumir que todo seguirá igual es prepararse para la catástrofe, y no hay mejor indicador de una buena administración que una que está en constante cambio, preparándose para aprender siempre.

Ejemplos de gestión empresarial

1. Gestión empresarial enfocada en la atención a cliente

Pensemos en una empresa de servicios, cuya base de acción es el soporte y atención al cliente, como puede ser un proveedor de telefonía. Si bien vende servicios de conexión y comunicación, la clave es generar una experiencia de atención que lleve a sus clientes a permanecer con ellos e incluso a recomendar el servicio.

2. Alineación de marketing y ventas

Este modelo de gestión empresarial ha tomado popularidad y ha desbancado al tradicional que veía a cada uno de estos departamentos como equipos independientes, por lo que llevaban a cabo acciones aisladas. En el modelo de alineación, marketing y ventas comparten objetivos para lograr resultados que favorezcan a las dos áreas y, por lo tanto, impulsen el crecimiento del negocio.

3. Gestión empresarial inteligente

Esta tendencia se refiere a empresas que basan su gestión en big data, de tal forma que pueden hacer análisis predictivos y, a partir de ahí, planear sus acciones futuras. En este modelo la tecnología es fundamental para que esté en marcha.

Cualidades de un gestor empresarial

Al tomar en cuenta lo anterior, un gestor empresarial ideal tiene las siguientes cualidades:

1. Sabe trabajar en equipo

Aunque el puesto de gestor está relacionado con el liderazgo, la persona que lo ocupa es capaz de compartir tareas y delegar responsabilidades, principalmente porque confía en sus colaboradores. Escucha con atención y reconoce sin problemas los aciertos de su equipo, pues sabe que pertenecen a la empresa, no solo a un individuo.

2. Conoce el valor de las estrategias

Antes de tomar una iniciativa, el gestor empresarial ha analizado el lugar en el que se encuentra el negocio y qué ocurre alrededor, en términos de la competencia y de su mercado. Por lo tanto, se esforzará por crear una estrategia para cada objetivo, ya sea en el aspecto financiero o en el de marketing: no avanza a ciegas.

3. Sabe cómo se hace el trabajo que dirige

Por supuesto, conoce el producto o servicio que la empresa ofrece, de dónde proviene, cómo se produce, cómo es que llega hasta los consumidores y también sabe cómo deben realizarse las tareas del personal que se encarga de todo esto. Para poder indicar el camino debe haberlo recorrido antes.

4. No le teme al cambio ni a equivocarse

Si se es consciente de que el mundo avanza, con o sin nosotros, significar que está en constante aprendizaje. Y eso también ocurre cuando se comete un error. Nadie es infalible, así que más vale aprender de los errores: por ellos la experiencia se nutre y se vuelve valiosa.

5. Exige a su equipo lo mismo que a su persona

Un buen gestor empresarial jamás le pedirá a un colaborador algo que él mismo no haga, ya sea llegar temprano a la oficina o cumplir a tiempo con un encargo. Para ser buen líder hay que dar el ejemplo, y esa cualidad no se debe pasar por alto nunca.

6. Busca desarrollar lo mejor de su equipo

Al reconocer el potencial de los colaboradores, el gestor o gestora empresarial también abre nuevas posibilidades a la empresa. Por eso les presta atención a los trabajadores: para ayudarles a llegar más lejos y exhortarlos para que afinen sus conocimientos a través de cursos, diplomados o talleres que los hagan mejores en su labor diaria.

7. Procura que haya un ambiente sano

Al promover la confianza, la honestidad y la ética en el trabajo es mucho más sencillo que exista un clima seguro para los trabajadores. Y tiene que empezar desde arriba, para que se note que los valores de la empresa no están solamente en la productividad o las ganancias. Un negocio más humano se encarga de eso y a su vez lo refleja en otros aspectos benéficos, como el poco ausentismo laboral y la rentabilidad de la empresa.

Una vez que conoces las cualidades que hacen a un gestor empresarial más exitoso, queremos compartir contigo algunos consejos para que la gestión empresarial sea una tarea efectiva.

El control de la gestión empresarial: 8 consejos efectivos

El control de la gestión empresarial es el instrumento con el que se mide la efectividad de la administración. Es también una guía para alcanzar los objetivos de todas las áreas de la compañía y permite recabar datos acerca del desempeño. De esta manera, se tienen herramientas para tomar mejores decisiones.

Para llevar a cabo este control es necesario que esté implementado el registro o documentación de procesos que se han realizado durante la creación de tu plan de negocios. Así podrán llevarse a cabo las evaluaciones necesarias y establecer los cambios que sean necesarios.

Para que el control de la gestión funcione de manera correcta te recomendamos lo siguiente.

1. Implementa una planeación estratégica

Si tienes metas, cuentas con un plan para alcanzarlas y, por lo tanto, podrás evaluar si has cumplido con los objetivos durante el control de la gestión empresarial. En virtud de que la intención de tener un control es que se pueda medir, será fundamental que tú y tu equipo tengan planes establecidos de manera estratégica con el fin de conseguir la eficacia de la gestión empresarial y de los equipos involucrados.

2. Establece presupuestos

Los recursos financieros deben repartirse entre las tareas y las necesidades de cada área para cumplir con sus objetivos. Analizar cómo se utiliza y qué resultados genera también te ayudará a conocer mejor la eficiencia de los gastos y las estrategias implementadas; esto lo lograrás solo si has establecido todos los tipos de presupuestos de antemano.

3. Considera medir el desempeño

En este apartado se funden dos tipos de información: la relacionada con el aspecto financiero y la que no lo es. De cualquier manera, medir el desempeño de estos dos aspectos te ayudará a tener un mejor panorama de la eficiencia de la estrategia y, si es necesario, hacer ajustes durante el análisis de control de la gestión empresarial.

4. Haz evaluaciones y ofrece recompensas

Una forma de garantizar un análisis de control de gestión exitoso que también te ayudará a mantener motivados a los trabajadores es implementar un sistema de recompensas que premie el compromiso invertido en sus tareas. Al alcanzar un objetivo o cumplir con una fecha de entrega establecida, darles una recompensa puede hacerles sentirse valorados y ayudará a reforzar un comportamiento positivo.

Una vez que el control de la gestión empresarial esté en proceso, asegúrate de que las evaluaciones muestren datos valiosos y que las recompensas hayan tenido un impacto positivo.

5. Haz análisis con base en indicadores clave

Al momento de llevar a cabo el control de la gestión empresarial es necesario que tengas una serie de datos valiosos que te demuestren gastos, productividad, procesos, márgenes, desviaciones. También es importante que consideres que más allá de los indicadores económicos o financieros te conviene incluir otros indicadores, como aquellos que contemplan el ámbito humano en el ambiente laboral.

6. Realiza contabilidad analítica

Al momento de hacer un control también hay oportunidad de realizar una contabilidad analítica. Con esta podrás tener un registro de las cuentas bancarias, las proyecciones de gastos de cada departamento y sus costos. También podrás llevar a cabo una coordinación con los presupuestos.

7. Registra los objetivos cumplidos y los resultados alcanzados

Lo más importante al realizar un control de gestión es que midas los niveles de eficiencia. Siempre hay que llevar un registro de lo alcanzado y de la forma en que se refleja dentro de la empresa. Es información básica que te ayudará a entender cómo se desarrolla el proyecto, cómo reaccionan los trabajadores, qué puede ajustarse y qué debe mantenerse.

8. Analiza y busca crear una optimización del personal

Y lo mismo con los colaboradores. Cuando tú o la persona encargada del control de la gestión hace bien su trabajo, debió analizar y dialogar de forma directa con el departamento de recursos humanos. Así, tú o la persona a cargo conocerá cuáles son las inquietudes laborales y personales que pueden resolverse o quizá qué puestos deben reemplazarse por otros más capacitados en beneficio de toda la empresa.

Esperamos que esta guía sea el inicio de una gestión empresarial que te ayude a llevar al éxito a tu negocio.

Escrito por Camilo Clavijo @cclavijo7

Por gentileza de:


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