domingo, 4 de diciembre de 2022

Guía para una gestión empresarial exitosa en 2023


La gestión empresarial es una práctica que no debe ser estática, pues los cambios sociales y políticos que modifican nuestra forma de vivir también tienen un impacto en el ámbito de la administración de empresas.

No es una casualidad que las prioridades de los trabajadores y de los negocios se modifiquen cuando ocurre un suceso impactante en el entorno, como cambios de modelo del negocio, innovaciones tecnológicas, crisis económicas o ambientales, emergencias sanitarias, etc.

Tener una empresa sin gestionar es como montar una producción teatral sin definir quiénes serán los actores principales y quiénes los extras; sin indicar cómo se manejarán las luces, cuándo se levantará el telón o dónde se sentará el público: un caos absoluto.

Por eso es importante actualizarnos en este ámbito para asegurarnos de que la productividad, la trascendencia y, por supuesto, las ganancias de una empresa no se verán interrumpidas por ignorar lo que ocurre alrededor y, en consecuencia, al interior de un proyecto en uno de sus recursos más valiosos: el capital humano.

Considera esta guía como un punto de partida o una lista de ingredientes para tener en cuenta y que la gestión de tu empresa sea o se mantenga sólida.

¿Qué es la gestión empresarial?

La gestión empresarial es la habilidad que tienen los líderes o directivos para organizar, guiar y administrar todos los recursos de una empresa para alcanzar los objetivos financieros, productivos y de crecimiento, teniendo en la mira a sus colaboradores como uno de los aspectos más importantes.

Una persona con buen liderazgo es también un buen gestor empresarial. Estar al frente de una empresa no es nada sencillo. Se tiene que poner atención a muchos elementos y algunos, por ser urgentes, no dejan espacio para encargarse de los importantes.

Por eso no es extraño que a veces se descuiden tareas que influyen en el desempeño de los colaboradores y sus resultados.

Todos estos aspectos se contemplan en la gestión empresarial, los cuales permiten mejorar el rendimiento al manejar un esquema de prioridades de todos los asuntos que es conveniente atender, independientemente de las urgencias que surgen de pronto.

¿Cuál es la importancia de la gestión empresarial?

La gestión empresarial es relevante porque se encarga de encontrar el talento adecuado para un negocio, en todos sus niveles. Es responsable de que exista un ambiente laboral sano que permita que cada quien cumpla con sus funciones de manera óptima.

Busca generar un sentido legítimo de compañerismo y establecer relaciones de confianza entre todos los elementos, ya sea para delegar actividades o para escuchar sugerencias de todos los trabajadores.

Ahora bien, para explicar a profundidad la importancia de una buena gestión empresarial se han hecho comparaciones entre varias actividades que necesitan una buena organización, un trabajo en equipo monumental y, sobre todo, un liderazgo que sea capaz de mantener la calma ante la adversidad.

Es un elemento presente dentro de las grandes empresas y también dentro de las denominadas empresas scale up, o sea, aquellas que comienzan y tienen un proceso rápido de desarrollo y altas ganancias.

De hecho, si se aplica de manera adecuada, la gestión empresarial puede convertir los retos que se presentan en nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, e impulsa así la competitividad empresarial de un negocio. Otro de los motivos por los que la gestión empresarial importa es porque se encarga de que las innovaciones externas sean el motor para proponer cambios convenientes ante las circunstancias.

Además, es la que permite que todos los procesos se realicen de manera eficiente al implementar un esquema de realización y registro para las distintas actividades de una empresa, desde las más usuales, como órdenes de compra, hasta las más esporádicas, como planeaciones bimestrales o anuales.

Objetivos de la gestión empresarial

La gestión empresarial crea una comunicación fluida entre todos los niveles de la empresa, en busca de que se concreten dos objetivos fundamentales: Asegurar que todos estén orientados hacia las mismas metas, y que sus elementos se sientan identificados con ellas.

Tener un conocimiento integral de cada área, cada colaborador y cada actividad realizada, para así tener información inmediata sobre lo que puede optimizarse, crecer o modificar en beneficio de todos los que dedican su esfuerzo y talento en la empresa.

Debido a lo anterior, si no se le pone la atención debida a la gestión empresarial se crean condiciones de trabajo mediocres e infortunadas, que desalientan a los empleados, limitan los niveles de productividad y, por lo tanto, disminuyen las ganancias.

El origen de la gestión empresarial

Para su estudio y aplicación en los modelos de negocio se define el origen en la Revolución industrial, a finales del siglo XIX, cuando el empresario Jacques Laffitte y el economista Jean-Baptiste Say crearon una escuela en París para la gestión, la administración y la economía.

Hay que tener en cuenta que la gestión empresarial es un asunto que se aplicó, aun sin este concepto, en los grandes proyectos de la Antigüedad, los cuales necesitaban, obviamente, una gestión y un liderazgo eficientes. Lo podemos comprobar en aquellos vestigios que todavía podemos ver, como las pirámides de Tenochtitlan o de Egipto. También son prueba de esta habilidad los vestigios de las campañas de Alejandro Magno, e incluso la organización de las primeras etapas que facilitaron la supervivencia de la comunidad.

El acercamiento moderno y científico de la gestión empresarial se le acredita a Frederick Taylor, un ingeniero estadounidense que dedicó su actividad a destacar la importancia del control de los procesos y los trabajadores, principalmente por el auge de las fábricas de la época (finales del siglo XIX y principios del XX).

A partir del siglo XX el punto de vista de la gestión empresarial empezó a cambiar de enfoque. Poco a poco se puso énfasis en los trabajadores (más que en los directores), para darles más prestaciones, condiciones óptimas y oportunidades de desarrollo profesional. Uno de los teóricos que se dedicaron su atención a esto fue Abraham Maslow, quien definió una jerarquía de necesidades, publicada en la década de 1950.

Con el paso de los años, el enfoque en el bienestar de los empleados se enfatizó en distintos aspectos: la planificación, las ventajas competitivas, la optimización de procesos y la ética de la gestión. Así, los empleados se convirtieron en la inversión más importante de una empresa.

En el siglo XXI llegaron otros retos. Las innovaciones tecnológicas, el Big Data y la crisis económica de 2008 obligaron a los grandes empresarios a optar por un giro humanista que lograra un balance entre la globalización y la preponderancia de la conectividad. Esto permitió el desarrollo sano de las personas en todos sus niveles. Sin duda, a partir de 2020, se construirán otros modelos que enriquezcan la gestión empresarial con base en los cambios más recientes de la sociedad.


Diferencia entre administración y gestión empresarial

Aunque la administración y gestión empresarial comparten muchas actividades y enfoques sí, hay diferencias que deben entenderse para que una organización tenga claro cómo impulsará cada actividad.

La administración es más amplia y combina lo teórico con lo práctico, ya que hace una planeación, organización, ejecución y control de los recursos de una empresa, y además establece las normas, procesos y flujos de trabajo que se deben seguir para cumplir ciertos objetivos.

La administración se asigna a altos niveles en la empresa con capacidad de dirección y toma de decisiones. Además, su impacto va más hacia al interior de la empresa, es decir, se presta atención en afinar los engranajes para que la compañía opere adecuadamente.

En tanto, la gestión empresarial siempre será más práctica, ya que se enfoca en las acciones que deben ejecutarse para cumplir con los lineamientos propuestos por la administración y alcanzar los objetivos de negocio.

Por eso la gestión empresarial tiene que ver más con mandos medios o líderes con la capacidad de dirigir los equipos de trabajo. Busca la optimización de los recursos y los resultados concretos. Su impacto se verá más entre lo realizado internamente en interacción con las partes interesadas, o stakeholders, de la empresa.

Características de la gestión empresarial
  1. Estratégica
  2. Verificable
  3. Eficiente y eficaz
  4. Comunicativa
  5. Proactiva
  6. Liderazgo
  7. Colaborativa
  8. Impulsora
1. Estratégica

La gestión empresarial es una actividad estratégica porque se guía por objetivos, sabe delegar y establecer medidas adecuadas para lograr resultados de la mejor manera. Entiende la operación del negocio, identifica cuáles son las piezas con las que cuenta y saca el mayor provecho con esos recursos.

2. Verificable

A través de la gestión empresarial hay una gran visibilidad de lo que están haciendo los equipos de trabajo; por lo tanto, aumenta el seguimiento y control de las acciones enfocándose en los objetivos. Además se pueden verificar y medir los resultados obtenidos.

3. Eficiente y eficaz

Al ser una actividad que busca resultados y optimiza en todo momento los recursos materiales y humanos, la gestión empresarial se caracteriza por ser una herramienta eficiente y eficaz, ya que no solamente ve los resultados, sino cómo llegar a estos con los mejores procesos y hábitos en la empresa.

4. Comunicativa

La comunicación es clave para la gestión empresarial. Es una característica que se valora y se usa en todo momento como parte de su esencia. Es parte vital para generar entornos de trabajo positivos.

5. Proactiva

La gestión empresarial implica tener iniciativa y estar en movimiento, esto es, adaptarse y proponer para innovar. Por eso una de sus características más potentes es su proactividad.

6. Liderazgo

Sin liderazgo no hay gestión empresarial. Esta característica resume el sentido para aquellas personas o equipos que se encargan de esta actividad. Recuerda que un directivo no siempre es un líder, pero un líder siempre sabrá dirigir.

7. Inspiradora

La gestión empresarial bien aplicada es un factor que impulsa los resultados positivos en todos los niveles e interacciones de una compañía; así que se convierte en una fuente de inspiración interna y externa.

Funciones de la gestión empresarial

1. Organización

La gestión empresarial se encarga de coordinar las tareas involucradas en el proyecto de una empresa: asignará los roles para cada una, establecerá objetivos y prioridades, y designará las limitantes o excepciones. Si lo piensas, es casi imposible que un negocio sea viable sin tener claras las responsabilidades, los tiempos, las expectativas de cada área y los involucrados.

2. Planificación

Este apartado se concentra en cómo se lograrán los objetivos y los recursos que los harán viables, tanto financieros como humanos. Se establecerán plazos, financiamiento y estrategias para alcanzar metas que puedan medirse. Así contarás con datos que sirvan de punto de partida y sabrás en qué lugar se encuentra tu empresa, para plantear mejoras y cambiar escenarios.

3. Dirección

No puede haber gestión empresarial si no se cuenta con un apartado sólido en la dirección. Este aspecto es el que ayuda a que un grupo de trabajadores pueda identificarse con las metas de la empresa gracias a un liderazgo empático, que claramente conoce el camino que debe tomarse y que tiene en cuenta a todos sus colaboradores.

4. Control

Cuando hablamos de control, nos referimos a la capacidad de coordinación y comunicación entre equipos. Pero no solo se trata de dar indicaciones o dar seguimiento a la realización de las tareas, sino también de analizar el desempeño. Así es como se pueden identificar fortalezas y oportunidades para alinear metas alcanzables en el futuro, que saquen lo mejor del equipo con el que se cuenta.

5. Manejo de personal

Crear un ambiente de trabajo sano es una cualidad básica de la gestión empresarial, pues permite que la colaboración entre personas se lleve a cabo en armonía y sin competencias. La tranquilidad dentro de la empresa se inicia con una gestión que tenga en cuenta las necesidades individuales y colectivas de sus trabajadores, con la puerta abierta a sugerencias.

Aunque toda gestión empresarial cumple al menos con estas funciones que acabamos de mencionar, cuando se trata de aplicarla no existe un modelo único o inamovible para todos los proyectos. Sin embargo, sí podemos definir de qué se trata para que puedas tener una referencia y crear un modelo que se ajuste a tu empresa.

¿Qué es un modelo de gestión empresarial?

Un modelo de gestión empresarial es una representación teórica de cómo se organiza y administra una empresa, desde las actividades y responsabilidades de todos sus colaboradores (como la distribución de las áreas y departamentos, los objetivos que deben cumplirse en cada uno de ellos y su funcionamiento) hasta el establecimiento de los presupuestos del área de ventas y de los demás departamentos.

Contempla todo lo que tiene que ver con financiamiento, recursos humanos, logística, servicios, estrategias de marketing, etc. Además, un modelo de gestión empresarial ayuda a que cada empresa tenga su propio sistema de organización, aun cuando no sea exactamente igual al modelo que tomó como referencia. Es el primer paso que debe completarse antes de tener la versión final de una estructura de un plan de negocios.

Modelos de gestión empresarial
  • Modelo jerárquico de gestión empresarial
  • Modelo de eliminación de intermediarios
  • Modelo de cooperativas
  • Modelo de franquicias
  • Modelo de gestión empresarial de Mitzberg
  • Modelo de gestión empresarial de Zeitgeist
  • Modelo de gestión empresarial Lean
1. Modelo jerárquico de gestión empresarial

Este modelo se basa en una estructura vertical de arriba abajo, en la que se integra una directiva de la cual parte el desglose de los demás puestos.

2. Modelo de eliminación de intermediarios

Aquí lo que se busca es que la gestión se haga de forma directa, evitando cualquier tipo de intermediación.

3. Modelo de cooperativas

Se forma un grupo de miembros de una comunidad empresarial para que sean ellos quienes realicen la gestión empresarial y velen por el interés común.

4. Modelo de franquicias

En este caso, una empresa permite que otras personas o empresarios repliquen su modelo de negocio al ceder derechos por una cuota.

5. Modelo de gestión empresarial de Mitzberg

Este modelo se enfoca en una organización jerárquica. Para Mitzberg son 5 los elementos clave para que funcione esta gestión empresarial: un núcleo de operaciones, un grupo estratégico que dirige, una línea intermedia que ejecuta acciones, una tecnoestructura o proceso y el personal de apoyo.

6. Modelo de gestión empresarial de Zeitgeist

En los modelos anteriores se puede apreciar un funcionamiento horizontal o piramidal, pero en este caso la estructuración es circular. Esto diluye la cadena de mando e intenta vincular todas las áreas a un flujo eficiente de comunicación y operación.

7. Modelo de gestión empresarial Lean

Alineado con la cultura de la agilidad empresarial, este modelo busca disminuir al máximo o eliminar cualquier fricción en los procesos, así como en los bloqueos o desperdicios organizacionales. Esto supone compañías más ágiles y flexibles.


Valores de la gestión empresarial

1. Ética

Para que una gestión empresarial realmente funcione es necesario que todos sus colaboradores tengan las mismas expectativas. Esto significa que lo que se espera de un empleado también lo sea para un directivo: sin favoritismos ni tratos especiales. Pero, sobre todo, que exista un código que le exija a todos desarrollarse de manera honesta y sin actitudes inmorales.

2. Empatía

Aunque se menciona como una soft skill, la empatía no tiene nada de suave, pues se necesita fuerza de carácter para crear una conexión humana con otras personas, especialmente si no comparten todos nuestros intereses o visión del mundo. Sin embargo, dentro de una empresa colaboramos con gente muy distinta a nosotros, por lo que es básico que ejercitemos la capacidad de empatía, que en ocasiones olvidamos en casa antes de salir.

3. Confianza

Si los colaboradores confían en sus compañeros, sin importar el puesto que tengan, transmitirán esta seguridad a los clientes. Y no nos referimos solo al momento de apoyarse en un compañero para realizar una tarea, sino también a la forma en que los directivos delegan responsabilidades, creen en la capacidad de los trabajadores y demuestran que la labor que se realiza en la empresa beneficia a todo su equipo.

4. Calidad

Al mismo tiempo, si se cuenta con los primeros valores será más sencillo que todos aporten su mayor esfuerzo para cumplir con estándares que satisfagan a los clientes a los que va dirigido el producto o el servicio. Por supuesto, también gracias a que se cuenta con las herramientas óptimas para alcanzar esta meta.

5. Pasión

Sin importar el sector, una empresa comienza gracias a una idea que nació por una pasión: por el buen servicio, por la creatividad en la publicidad, por la música, por la comida, por lo que sea. Esta no puede desaparecer, ni siquiera por los trámites o los procesos menos divertidos que establecen una rutina. Una vez que la pasión sea parte del equipo ayudará a mantener la visión en las metas.

6. Innovación

La capacidad de cambio y su adaptación a nuevas formas de trabajar y las ganas de no dormirse en los laureles, sumadas a una actitud receptiva a los cambios que ocurren fuera, son un valor clave en la gestión empresarial. Asumir que todo seguirá igual es prepararse para la catástrofe, y no hay mejor indicador de una buena administración que una que está en constante cambio, preparándose para aprender siempre.

Ejemplos de gestión empresarial

1. Gestión empresarial enfocada en la atención a cliente

Pensemos en una empresa de servicios, cuya base de acción es el soporte y atención al cliente, como puede ser un proveedor de telefonía. Si bien vende servicios de conexión y comunicación, la clave es generar una experiencia de atención que lleve a sus clientes a permanecer con ellos e incluso a recomendar el servicio.

2. Alineación de marketing y ventas

Este modelo de gestión empresarial ha tomado popularidad y ha desbancado al tradicional que veía a cada uno de estos departamentos como equipos independientes, por lo que llevaban a cabo acciones aisladas. En el modelo de alineación, marketing y ventas comparten objetivos para lograr resultados que favorezcan a las dos áreas y, por lo tanto, impulsen el crecimiento del negocio.

3. Gestión empresarial inteligente

Esta tendencia se refiere a empresas que basan su gestión en big data, de tal forma que pueden hacer análisis predictivos y, a partir de ahí, planear sus acciones futuras. En este modelo la tecnología es fundamental para que esté en marcha.

Cualidades de un gestor empresarial

Al tomar en cuenta lo anterior, un gestor empresarial ideal tiene las siguientes cualidades:

1. Sabe trabajar en equipo

Aunque el puesto de gestor está relacionado con el liderazgo, la persona que lo ocupa es capaz de compartir tareas y delegar responsabilidades, principalmente porque confía en sus colaboradores. Escucha con atención y reconoce sin problemas los aciertos de su equipo, pues sabe que pertenecen a la empresa, no solo a un individuo.

2. Conoce el valor de las estrategias

Antes de tomar una iniciativa, el gestor empresarial ha analizado el lugar en el que se encuentra el negocio y qué ocurre alrededor, en términos de la competencia y de su mercado. Por lo tanto, se esforzará por crear una estrategia para cada objetivo, ya sea en el aspecto financiero o en el de marketing: no avanza a ciegas.

3. Sabe cómo se hace el trabajo que dirige

Por supuesto, conoce el producto o servicio que la empresa ofrece, de dónde proviene, cómo se produce, cómo es que llega hasta los consumidores y también sabe cómo deben realizarse las tareas del personal que se encarga de todo esto. Para poder indicar el camino debe haberlo recorrido antes.

4. No le teme al cambio ni a equivocarse

Si se es consciente de que el mundo avanza, con o sin nosotros, significar que está en constante aprendizaje. Y eso también ocurre cuando se comete un error. Nadie es infalible, así que más vale aprender de los errores: por ellos la experiencia se nutre y se vuelve valiosa.

5. Exige a su equipo lo mismo que a su persona

Un buen gestor empresarial jamás le pedirá a un colaborador algo que él mismo no haga, ya sea llegar temprano a la oficina o cumplir a tiempo con un encargo. Para ser buen líder hay que dar el ejemplo, y esa cualidad no se debe pasar por alto nunca.

6. Busca desarrollar lo mejor de su equipo

Al reconocer el potencial de los colaboradores, el gestor o gestora empresarial también abre nuevas posibilidades a la empresa. Por eso les presta atención a los trabajadores: para ayudarles a llegar más lejos y exhortarlos para que afinen sus conocimientos a través de cursos, diplomados o talleres que los hagan mejores en su labor diaria.

7. Procura que haya un ambiente sano

Al promover la confianza, la honestidad y la ética en el trabajo es mucho más sencillo que exista un clima seguro para los trabajadores. Y tiene que empezar desde arriba, para que se note que los valores de la empresa no están solamente en la productividad o las ganancias. Un negocio más humano se encarga de eso y a su vez lo refleja en otros aspectos benéficos, como el poco ausentismo laboral y la rentabilidad de la empresa.

Una vez que conoces las cualidades que hacen a un gestor empresarial más exitoso, queremos compartir contigo algunos consejos para que la gestión empresarial sea una tarea efectiva.

El control de la gestión empresarial: 8 consejos efectivos

El control de la gestión empresarial es el instrumento con el que se mide la efectividad de la administración. Es también una guía para alcanzar los objetivos de todas las áreas de la compañía y permite recabar datos acerca del desempeño. De esta manera, se tienen herramientas para tomar mejores decisiones.

Para llevar a cabo este control es necesario que esté implementado el registro o documentación de procesos que se han realizado durante la creación de tu plan de negocios. Así podrán llevarse a cabo las evaluaciones necesarias y establecer los cambios que sean necesarios.

Para que el control de la gestión funcione de manera correcta te recomendamos lo siguiente.

1. Implementa una planeación estratégica

Si tienes metas, cuentas con un plan para alcanzarlas y, por lo tanto, podrás evaluar si has cumplido con los objetivos durante el control de la gestión empresarial. En virtud de que la intención de tener un control es que se pueda medir, será fundamental que tú y tu equipo tengan planes establecidos de manera estratégica con el fin de conseguir la eficacia de la gestión empresarial y de los equipos involucrados.

2. Establece presupuestos

Los recursos financieros deben repartirse entre las tareas y las necesidades de cada área para cumplir con sus objetivos. Analizar cómo se utiliza y qué resultados genera también te ayudará a conocer mejor la eficiencia de los gastos y las estrategias implementadas; esto lo lograrás solo si has establecido todos los tipos de presupuestos de antemano.

3. Considera medir el desempeño

En este apartado se funden dos tipos de información: la relacionada con el aspecto financiero y la que no lo es. De cualquier manera, medir el desempeño de estos dos aspectos te ayudará a tener un mejor panorama de la eficiencia de la estrategia y, si es necesario, hacer ajustes durante el análisis de control de la gestión empresarial.

4. Haz evaluaciones y ofrece recompensas

Una forma de garantizar un análisis de control de gestión exitoso que también te ayudará a mantener motivados a los trabajadores es implementar un sistema de recompensas que premie el compromiso invertido en sus tareas. Al alcanzar un objetivo o cumplir con una fecha de entrega establecida, darles una recompensa puede hacerles sentirse valorados y ayudará a reforzar un comportamiento positivo.

Una vez que el control de la gestión empresarial esté en proceso, asegúrate de que las evaluaciones muestren datos valiosos y que las recompensas hayan tenido un impacto positivo.

5. Haz análisis con base en indicadores clave

Al momento de llevar a cabo el control de la gestión empresarial es necesario que tengas una serie de datos valiosos que te demuestren gastos, productividad, procesos, márgenes, desviaciones. También es importante que consideres que más allá de los indicadores económicos o financieros te conviene incluir otros indicadores, como aquellos que contemplan el ámbito humano en el ambiente laboral.

6. Realiza contabilidad analítica

Al momento de hacer un control también hay oportunidad de realizar una contabilidad analítica. Con esta podrás tener un registro de las cuentas bancarias, las proyecciones de gastos de cada departamento y sus costos. También podrás llevar a cabo una coordinación con los presupuestos.

7. Registra los objetivos cumplidos y los resultados alcanzados

Lo más importante al realizar un control de gestión es que midas los niveles de eficiencia. Siempre hay que llevar un registro de lo alcanzado y de la forma en que se refleja dentro de la empresa. Es información básica que te ayudará a entender cómo se desarrolla el proyecto, cómo reaccionan los trabajadores, qué puede ajustarse y qué debe mantenerse.

8. Analiza y busca crear una optimización del personal

Y lo mismo con los colaboradores. Cuando tú o la persona encargada del control de la gestión hace bien su trabajo, debió analizar y dialogar de forma directa con el departamento de recursos humanos. Así, tú o la persona a cargo conocerá cuáles son las inquietudes laborales y personales que pueden resolverse o quizá qué puestos deben reemplazarse por otros más capacitados en beneficio de toda la empresa.

Esperamos que esta guía sea el inicio de una gestión empresarial que te ayude a llevar al éxito a tu negocio.

Escrito por Camilo Clavijo @cclavijo7

Por gentileza de:


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