Emprender un proyecto de negocios es el sueño de muchos. Pero muchas veces la cantidad de trámites gubernamentales, administrativos y financieros pueden representar una limitación y terminen desanimándote.
Y te entendemos a la perfección. Por ello hemos creado esta guía, paso a paso, de las cosas que tienes que considerar antes, durante y después de empezar con tu proyecto de negocios. Adicionalmente, hablaremos de aquellos aspectos que no debes descuidar para impulsar tu empresa en el cada vez más digitalizado mundo de los negocios. ¡Comencemos!
1. Define tus objetivos
Es común que los proyectos de negocios comiencen con un sueño, una idea o un objetivo. No importa cuál sea el detonante que te ha llevado a querer comenzar tu negocio, lo importante es que tengas claro hacia dónde dirigirás tus esfuerzos y cuáles son tus metas. Para lograrlo necesitarás articular tus ideas y darles un orden a tus inquietudes.
En algunos casos tener muchos objetivos puede ser bueno, pero para los negocios no existe peor enemigo que no ponerse límites. Es recomendable que comiences con una idea simple y, a partir de ella, establezcas posibilidades y derivaciones de negocio. Esto te ayudará no solo a tener un proyecto realista, sino a contar con una estructura sólida de valores, objetivos y misión detrás de tu organización.
Te recomendamos que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Qué oferta tengo para el mercado?
- ¿Por qué quiero comenzar mi empresa?
- ¿En dónde me veo como empresario a corto, mediano y largo plazo?
- ¿Es realista mi proyecto?
Comienza con el manual gratuito para crear la misión y visión de tu empresa, con el que podrás fundamentar tu estrategia fácilmente.
2. Sondea el mercado
Una idea de negocios puede parecer muy buena, pero si no está basada en las necesidades del mercado difícilmente tendrá éxito comercial. Es por ello por lo que antes de comenzar a estructurar tu propuesta debes ver la realidad del mercado para evaluar si tu proyecto será rentable o no.
Los sondeos y estudios de mercado te ayudarán a conocer el alcance real de tu empresa y a adaptar tu idea a las exigencias de los consumidores. No importa si tu oferta es completamente innovadora; siempre es necesario evaluar el perfil de los compradores, generar un diálogo con ellos y saber si tu producto o servicio será realmente interesante para ellos.
Las siguientes herramientas te pueden ayudar a conocer mejor a tu público:
- Encuestas y formularios
- Estudio de los diferenciadores de la competencia
- Evolución y estado financiero del sector en el que se enmarca tu producto
- Costo de ofertas similares y disposición de pago por parte de los consumidores
- Kit de investigación de mercado
3. Estructura tu plan de negocio
Una vez que hayas establecido la viabilidad de tu proyecto y que hagas adaptado tu concepto inicial a las necesidades del público comercial, es momento de comenzar a estructurar tu plan de emprendimiento. Este proceso requerirá mucha atención, ya que su resultado será la guía de tu empresa durante sus primeras etapas.
El mejor modo de gestionar esta estructura es mediante la creación de un documento oficial en el que esté contenido tu plan de negocio. Ten en mente que este documento te servirá también como base para la creación de tus programas operativos, la planificación de acciones comerciales y la consolidación de tu compañía.
En él deberás incluir los siguientes aspectos:
Objetivo: en este apartado debes resumir los objetivos a corto, mediano y largo plazo de tu negocio.
Metas: son objetivos específicos que se establecen como indicadores del cumplimiento de tu proyecto. Tus metas deben ser coherentes y estar lógicamente encauzadas. El establecimiento de indicadores clave te ayudará a que tus metas tengan secuencia y, en efecto, te acerquen a tus objetivos generales.
Misión, visión y valores: estos aspectos, que vimos en el primer punto, son la estructura que estará detrás de todas tus operaciones y funcionan como las razones y motivos que impulsan a tu negocio. La unión de estos tres elementos conforma la cultura de una empresa y serán esenciales a la hora de buscar socios, inversores y clientes.
Descripción de la oferta: un negocio no siempre tiene como objetivo la comercialización de un único producto o servicio, sino de carteras de ofertas diversas. En este apartado deberás incluir todo aquello que quieres lanzar al mercado, si las ofertas están agrupadas en líneas y la función que desempeñan en el ecosistema de tu marca.
Descripción del público: tu plan de negocios no tendrá sentido si no está dirigido a una audiencia comercial específica. Este aspecto es la brújula real del funcionamiento de tu empresa y determinará el enfoque de tus productos, sus funciones y hasta su aspecto. Define tu buyer persona, o comprador ideal, y articula tu oferta de acuerdo con sus necesidades. Piensa en qué edad tiene tu cliente, cuáles son sus hábitos de compra, qué gustos tiene y cómo interactúa con tu competencia.
Recursos: este apartado hace referencia a todos aquellos recursos económicos, tecnológicos y humanos que serán necesarios para emprender tu proyecto de negocio. Elaborar listas específicas con aquellos insumos con los que ya cuentas aligerará tus pendientes administrativos y será una buena orientación respecto a las necesidades de tu organización.
Requisitos: naturalmente, tener disponibilidad de recursos es el requisito más importante para emprender un negocio; sin embargo, no es el único. Existen requisitos legales, operativos y fiscales que toda empresa debe cumplir, tales como las normativas y estándares aplicables al sector productivo, las obligaciones legales o la inscripción a regímenes tributarios.
4. Asegura la disponibilidad de recursos financieros
El capital es el motor de un proyecto de negocio, pero a veces es difícil conseguir los recursos necesarios. La buena noticia es que, si cuentas con un buen plan de negocios, un producto innovador y una estrategia comercial única tendrás mejores fuentes de financiamiento.
La vía más inmediata para conseguir estos recursos es la captación de inversores por medio del crowdfunding, quienes se sumarán como socios de tu proyecto e inyectarán el dinero necesario para comenzar. Si no cuentas con ellos, puedes optar por pedir un crédito o financiar tus primeros pasos con capital propio. No importa qué camino tomes, lo más importante es que conozcas los riesgos y cuentes con un plan de apoyo en caso de que tu proyecto tenga dificultades para despegar.
Los recursos que obtengas pueden utilizarse para muchas cosas, entre las que destacan:
- Contratación de personal
- Pruebas de producción
- Maquila de lotes
- Pago de cuotas e impuestos
- Adquisición de tecnología o maquinaria
5. Cumple con tus obligaciones empresariales
Como hemos visto, la regularización de la situación fiscal, legal y operativa es fundamental para evitar problemas en el futuro y para confirmar que tu organización estará funcionando de modo correcto. Para cumplir con este punto puedes crear archivos en los que documentes todos los pasos en la creación de tu compañía, ya sea para contar con evidencia en caso de auditorías externas o para tener el soporte en tus propios procesos de autoevaluación.
Infórmate sobre las legislaciones aplicables para tu sector productivo en tu localidad, las normas internacionales y los estándares de protección, calidad o salubridad correspondientes.
Algunos de los marcos normativos que puedes evaluar son:
- Normas oficiales
- ISO
- Guías de ética en el espacio laboral
- Declaración Universal de los Derechos Humanos
- Legislaciones locales
6. Crea una red de negocios
Las redes de negocios son el entramado de agentes y entidades que posibilitan el correcto ejercicio de una organización y, por tanto, están integradas por una gran multiplicidad de actores.
Podemos distinguir tres tipos de agentes involucrados en las redes de negocios:
Internos: entre los que destacan los inversionistas, socios y colaboradores en tu empresa.
Externos: incluyen a tus clientes, prospectos y el público en general que nutre tu mercado directa o indirectamente.
Aliados: son aquellos que no forman parte de tu empresa, pero que son necesarios para cumplir con tus actividades y asegurar tu operatividad, tales como proveedores, distribuidores, gestores gubernamentales y trabajadores eventuales.
La creación de estas redes de negocios con tus aliados y agentes internos requiere estar mediada por contratos, con el fin de delegar responsabilidades y establecer las obligaciones adquiridas en la relación de negocios.
En el caso de los agentes externos, es importante reconocer su influencia en el éxito de tu empresa y mantenerte vigente para ellos, ya sea mediante estrategias de publicidad urbana o campañas de correo electrónico.
7. Contrata personal
Este paso únicamente se aplica cuando requieres de colaboradores para arrancar tu negocio y llevar a cabo tareas específicas, pero no será un problema si tu negocio puede despegar sin otro personal, además de ti mismo. Para saber si requieres o no de una plantilla de trabajo, es una buena idea conocer tus capacidades, tiempo y, por supuesto, los recursos de los que dispones para darles compensaciones laborales.
Sin bien es probable que quieras comenzar en grande, es recomendable que únicamente contrates el personal indispensable para comenzar tus operaciones. Pero no te angusties, ya que con el crecimiento de tu negocio también podrás hacer crecer tu plantilla de trabajo.
Ten en cuenta que la selección y reclutamiento de personal son un tema serio y debe ser tratado con el mayor profesionalismo. Si no cuentas con las habilidades para aplicar pruebas, gestionar contratos o capacitar a tu personal, será necesario que te apoyes en un especialista, a fin de que te ayude a seleccionar el mejor talento y a mantener tus relaciones laborales dentro de los marcos de la ley. Si bien esto puede parecer un gasto innecesario, te aseguramos que te evitará problemas en el futuro.
8. Acondiciona tus equipos de trabajo
Ya cuentas con personal, has diseñado a la perfección tu plan de negocios y cumples con los requisitos para comenzar tu empresa. Parecería que ha llegado el momento de empezar con operaciones. Pero antes de hacer eso te sugerimos dar un paso hacia atrás y asegurarte de que tu organización cuenta con todo lo necesario para cumplir con sus tareas.
¿Recuerdas que anteriormente hablamos de la importancia de estimar los recursos e insumos que necesitarás para que tu proyecto despegue? Es momento de corroborar que cuentas con la maquinaria, software y tecnologías adecuados para realizar tus actividades.
Paralelamente, es necesario que definas el modo en el que operativamente trabajarás, ya sea en línea, en un formato híbrido o en oficinas o sucursales físicas. En cualquier caso, debes acondicionar tus espacios virtuales o tradicionales previamente y asegurarte de que todo funciona a la perfección. De otro modo es probable que te enfrentes con problemas en la marcha que limiten tu crecimiento.
9. Establece un plan de lanzamiento
Lanzar un negocio es un momento realmente importante no solo para el emprendedor, sino para la vida de la organización que representa. Es por ello por lo que debes sacar el mayor provecho de esta etapa y crear un precedente en el mercado. Así como la primera impresión de una persona puede sesgar nuestra opinión sobre ella, lo mismo ocurre en los negocios: si no logras dar una buena experiencia en el lanzamiento de tu marca, lo más probable es que ahuyentes a potenciales compradores.
Antes de comenzar operaciones puedes invertir en campañas publicitarias y de marketing que creen expectativas entre los consumidores, o acompañar el inicio de operaciones con ofertas por lanzamiento.
Si sigues alguno de los siguientes consejos, seguramente captarás la atención de tu audiencia:
- Crea una campaña publicitaria a través de medios convencionales y digitales.
- Ofrece descuentos o promociones especiales.
- Regala pruebas de tu producto o servicio.
- Haz un evento de lanzamiento con tus inversores y clientes potenciales.
- Conecta con tu público ideal mediante sesiones virtuales, talleres o presentaciones públicas.
10. Evalúa las primeras impresiones
Por último, tu etapa de lanzamiento debe terminar con la evaluación de los comentarios de tu audiencia, de la percepción de tus competidores y de los ingresos reportados para tu compañía. A través de estas acciones te asegurarás de que tu empresa siempre irá hacia adelante y que perfeccionarás tu oferta de mercado.
Algunas de las ventajas que tiene llevar a cabo la evaluación de tu desempeño son:
- Puedes modificar el costo de tus productos para hacerlo más rentable.
- Mejorar la experiencia del cliente atendiendo a sus comentarios.
- Encontrar las áreas de oportunidad de tu negocio, así como tus aciertos estratégicos.
- Elevar tu productividad y la de tus equipos de trabajo.
- Crear mejores y más sólidas redes de negocios ya que puedes mejorar tus contratos o sumar esfuerzos en el futuro.
Este paso en realidad nunca acaba y deberás realizarlo constantemente para monitorear el desempeño de tu organización y el cumplimiento de tus metas.
¿Cómo iniciar una estrategia digital para un negocio que empieza desde cero?
El mercado digital está creciendo a pasos agigantados y las empresas que no tienen una presencia en medios, como redes sociales, o que no utilizan canales de comunicación online corren el riesgo de captar una menor atención por parte de los consumidores.
Tan solo en el 2022 se esperaba que el volumen de venta a través de internet se elevara a los 5,7 billones de dólares. Para el 2023 este número puede elevarse considerablemente. Es por ello por lo que se ha vuelto tan importante impulsar estrategias digitales.
Revisemos algunas buenas prácticas que te ayudarán a mantenerte a la vanguardia y a generar un mayor impacto a través de estas plataformas.
1. Invierte en tu presencia digital
El primer consejo que podemos darte es que, independientemente de si tu empresa opera o no mediante plataformas electrónicas, no debes descuidar tu presencia online.
Es común que cuando una marca únicamente opera a través del comercio invierta un gran esfuerzo en mantenerse vigente en redes sociales, que diseñe sólidas campañas de márketing digital y que se apoye en distintas plataformas de servicio y atención. Pero este no siempre es el caso para las empresas que operan en formatos más tradicionales.
No importa si tienes una tienda local, si ofreces servicios en persona o si tu empresa se dedica a la maquila. Siempre es recomendable contar con un sitio web, un blog en el que impulses su posicionamiento, un perfil de redes sociales o un medio de contacto en línea. De acuerdo con un reporte de Visual Objects, el 76 % de los consumidores buscan a las empresas en línea antes de visitar una tienda física y el 45 % se convence de ir a una sucursal solo después de encontrar que tienen una buena presencia online.
Al integrar el mundo digital a tu empresa, facilitas que encuentren tu negocio, obtener reseñas de tu servicio y hasta puedes ofrecer un servicio de ventas complementario online.
2. Evalúa las capacidades de tu empresa
Tener una cuenta empresarial en redes sociales o un blog público es muy simple e incluso gratuito, por lo que no generará costos elevados para ti, más allá de la inversión de tiempo. Sin embargo, al emplear herramientas digitales no basta con utilizarlas como tu cuenta personal. Por el contrario, es recomendable que inviertas recursos económicos para que tus ofertas lleguen a más gente.
Una buena forma de hacerlo es mediante los servicios de Google Ads. Esta opción automatiza la generación de perfiles de compradores para mostrarles tu publicidad a un costo accesible. Otra alternativa son los Anuncios de Facebook, que dirigen tus contenidos hacia los mejores prospectos y tiene ofertas dependiendo del tamaño de la audiencia a la que quieres llegar.
La elección de estas opciones dependerá de tu presupuesto, pero sin duda es algo que debes hacer para alcanzar a un público más grande. Ten en cuenta que también deberás contratar los servicios de un diseñador, un creador de contenido o un profesional de marketing y, si tu presupuesto lo permite, de integrarlo a tu plantilla de trabajo.
Puedes comenzar poco a poco y, conforme crezca tu empresa, invertir más en tu presencia online. Y si quieres manejar todo esto de la forma más rápida y sencilla, comienza con el Software de publicidad de HubSpot donde podrás generar campañas en Google, LinkedIn, Instagram y Facebook.
3. Opta por implementar tecnologías integrales
Un error común que cometen las empresas es contratar diferentes servicios o plataformas para cubrir cada una de las necesidades digitales de la organización: un software para ventas, una aplicación para atención al cliente, un servicio de hosting, etcétera. Lo único que esto generará es mayor trabajo y la necesidad de mantenerte actualizado en el manejo de cada una de las herramientas.
Para evitar este problema, puedes incluir en tu metodología de trabajo el uso de software como los CRM. Estas plataformas integran todas las funcionalidades necesarias para dar a tus clientes un servicio inigualable e integral, que va desde el proceso de captación de prospectos, la venta y la atención al cliente, hasta la generación de reportes de crecimiento automatizados.
Además, los CRM son los mejores aliados para centralizar tu información y mantener el control total de las gestiones con tus clientes, el desempeño de tus trabajadores y tus operaciones comerciales. Puede que esto suene a una gran inversión de recursos, pero algunas opciones de software son gratuitas, como el CRM de HubSpot.
4. Elige los canales de comunicación adecuados
Ya anteriormente hablamos de la importancia de definir con precisión la audiencia a la que te diriges. Esto requiere conocer su edad, ubicación, preferencias, hábitos y tendencias de compra. Una vez que sepas esto, sabrás cuál es el mejor medio para mantenerte en contacto con él.
Datos de Leadferno demuestran, por ejemplo, que la edad influye significativamente en el modo en que los clientes buscan comunicarse con las empresas. Mientras que el 58 % de las audiencias mayores de 55 años prefieren las llamadas telefónicas para contactar a una compañía, este número es notablemente menor para poblaciones de entre 25 y 34 años.
El 48 % de los jóvenes adultos, también conocidos como millennials, prefieren conectar con las marcas por medio de su teléfono móvil, ya sea por mensajería instantánea o por correo electrónico.
En comparación, las generaciones más jóvenes generan la mayor parte de sus impresiones de las marcas gracias a su actividad en redes sociales, entre las que destacan TikTok e Instagram. Si tu empresa quiere acercarse a esa audiencia, lo mejor será que generes contenido en este tipo de plataformas.
5. Promueve tu marca en el medio local
Por último, una buena estrategia que puedes implementar a la hora de arrancar con un proyecto empresarial es crear redes comerciales en tu medio local. Esto facilitará que tu marca sea reconocida y se consolide en una población definida y que después crezca hacia otras comunidades.
Para hacerlo no basta con repartir flyers en las calles. Por el contrario, lo mejor es crear presencia en línea. Según WebFX, el 46 % de las búsquedas en Google tienen por objetivo encontrar negocios locales. Cada vez son más las personas que usan sus asistentes virtuales o los motores de búsqueda para encontrar gasolineras, restaurantes, tiendas o centros de recreación cercano.
Para utilizar esta tendencia a tu favor, puedes hacerte de una cuenta empresarial en Google My Business. Esta herramienta te ayudará a consolidar tu presencia en el medio local y, entre otras cosas, a destacar tu negocio en su popular plataforma de Mapas, donde tus clientes podrán dejar reseñas y tú mismo tendrás la opción de subir fotos de tu negocio, datos de contacto, horarios de atención y enlaces a tu sitio web.
Ya tienes todo lo necesario para hacer realidad tu sueño de crear tu propio negocio. Sigue estos consejos y asegúrate de que vas por un buen camino hacia tus objetivos empresariales. Si necesitas más inspiración, te recomendamos consultar el modo en que algunos emprendedores exitosos han cambiado el mundo gracias a su voluntad de cumplir con sus metas de negocios. ■
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