martes, 20 de febrero de 2024

LA CARA INTERNA DE LA COMUNICACIÓN EN LA EMPRESA.


 David Caldevilla Domínguez 

Todos los libros sobre comunicación empresarial presentan un interés ineludible para los profesionales de lo que se ha dado en llamar "gestión integral". En el caso del presente título, La comunicación interna empresarial, hallamos claramente reflejadas en sus páginas las experiencias acumuladas en el ámbito mercantil del autor, quien nos propone adentrarnos en el sutil mundo de las relaciones humanas, tecnológicas y comunicativas que conforman la realidad de las empresas hoy en día.

Especial atención se dedica en estas 240 páginas a los aspectos de la dirección de comunicación en lo referente a sus estrechas interrelaciones con el activo humano, la tecnología y los estilos de dirección entreverados y confortantes de realidades y conceptos englobados en el llamado Corporate.

Es cierto que las culturas corporativas, en plural, se muestran como campo abierto para que el directivo desarrolle sus capacidades de caudillaje y creatividad mercantil, pero no lo es menos que existen unas reglas, forjadas por el paso del tiempo que ayudan a establecer un sendero o marco de actuación general para que ningún aspecto quede fuera de la acción de la alta dirección.

Es resaltable en esta primera parte de las páginas dedicadas a las labores directivas y como puente conceptual con los siguientes apartados que más adelante serán centro de nuestras palabras, el epígrafe centrado en otro de los ámbitos de trabajo habituales del autor: el lobby o grupo de presión.

Las 25 investigaciones desarrolladas al respecto en las aulas de la Universidad Complutense por Caldevilla en los últimos años, es decir, sus 25 creaciones de campañas de imagen como si de trabajos reales de lobby se tratara, sirven de eje de acción para explicar los engranajes, a veces claros, a veces encubiertos, pero siempre complejos, de esta forma de aplicar las Relaciones Públicas. Es de suma importancia entender que la relación con el poder es imprescindible para la empresa pues de ella depende su futuro, ya que la híper-regulación a la que se ven sometidos ciertos sectores o nichos de mercado amenazan con anquilosar la actividad mercantil. En esto consiste la radical aportación de Caldevilla, pues este capítulo supone para el lector una apertura al gran mundo de las corporaciones y su necesaria relación con el Poder.

Habiendo analizado todos los ámbitos anteriores, el libro destaca por un capítulo que, dada su notoriedad en la sociedad actual, marca las pautas de relación entre la empresa y sus públicos: la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Cimero es para el directivo tamizar todas las decisiones comunicacionales de la empresa a través de los criterios dominantes de la Opinión Pública en cada situación temporal y espacial. El autor profundiza en conceptos como códigos de conducta, reputación e imagen de empresa para construir un tríptico de las relaciones sociales a las que la empresa se ve sujeta, no sólo desde el ámbito de la positivación jurídica, lo cual es obvio por imprescindible, sino también desde el ámbito de la cultura, como generadora de normas no transgredibles sin consecuencias desaconsejadas.

El epicentro del presente libro, por tanto, gravita sobre los posicionamientos empresariales en los ámbitos de gestión. Si bien se acusó a Freud de definir la mente humana y su funcionamiento exclusivamente a través de la anormalidad, Caldevilla no es ajeno a las situaciones consideradas poco comunes o atípicas por ser, afortunadamente, escasas: las crisis.

El mayor reto a que se ve enfrentado un directivo es una situación descontrolada. Sobre las crisis se ha escrito desde todas las perspectivas posibles: etiología, impacto, influencias, resoluciones, efectos... En La comunicación interna empresarial se dedica un capítulo entero a la gestión de las crisis dado que en el mundo que nos ha tocado vivir, este estado de cosas se hace cada vez más generalizado.

El enfoque resolutivo de su último epígrafe indica una tendencia a la búsqueda de soluciones muy deseable en este tipo de trabajos de investigación. Es decir, Caldevilla no sólo se limita a enumerar una casuística con deseo englobador, sino que aporta reflexiones para la búsqueda de soluciones a partir de casos arquetípicos de crisis, partiendo de experiencias de las pasadas.

Sinópticamente podremos resumir el libro como una aportación personal al mundo de la empresa de hoy, soportada ésta sobre una encomiable agilidad de escritura, un respeto formal absoluto al método científico propio de las investigaciones (sobre esquema canónico de: introducción-estado de la cuestión-metodología-desarrollo y conclusiones) que tan necesario es para conferir a los resultados la categoría de ciencia. Libro imprescindible para fomentar el gusto por la comunicación empresarial al discente, de ampliación al iniciado y de reflexión al experto, La comunicación interna empresarial se erige como referente dentro del ámbito universitario del Corporate.

Es altamente aconsejable recomendar este tipo de trabajos a todos los públicos universitarios y empresariales, y desde esta reseña así lo hago, a fin de que la Universidad pueda demostrar que siempre ha estado ligada al mundo de la empresa, algo que en estos convulsos momentos se pone en tela de juicio incluso desde la misma Administración, quien pretende no que la Universidad sea base y reflejo de la Empresa sino que se convierta, de facto, en una.

Fernando Ramos Fernández
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