En los últimos años , numerosos estudios de teóricos de la comunicación han adoptado una nueva perspectiva. Se trata de superar algunos de los conflictos planteados entre las diferentes corrientes, posibles porque al no tratarse de una ciencia exacta los resultados de un estudio empírico podían ser contradictorios con los de otros, y todos ellos estar en desacuerdo con las conclusiones de nuevas encuestas o mediciones a efectos de los medios.
Cuando parecía que la discusión era interminable y que las aportaciones originales o novedosas que era posible realizar escaseaban, fue abriéndose paso una convicción que ya había sido muy tempranamente iniciada. Es simplemente que, si la eficacia de los medios de comunicación en cuanto a crear estados de opinión o cambiar los existentes es limitada o discutible, por lo menos, hay un acuerdo total en su gran capacidad para mostrar a la población los asuntos acerca de los cuales debe opinar. Dicho de otra forma: los asuntos de la actualidad acerca de los cuales se debate en el trabajo, en el hogar, los cafés o los parques públicos son siempre aquellos que son difundidos a través de los medios de comunicación.
Lógicamente, cuanta más importancia presten los medios a un asunto concreto, mayor será la intensidad del debate sostenido por los ciudadanos a propósito del mismo, aunque esta norma tiene sus excepciones porque existen discusiones sobre determinados asuntos que por su especificidad, se circunscriben a ámbitos sociales o profesionales muy concretos, aunque la discusión tenga en el seno de los mismos una gran intensidad.
Esta corriente es relativamente moderna, si se tiene en cuenta que dio sus primeros pasos a partir de una articulo de Mc Combs y Shaw, en 1972. Desde su fecha se han realizado numerosas aportaciones en ese sentido, tratando de valorar el peso real de cada medio en esa creación del temario en torno al cual gira la opinión pública. Se trata además de una corrientes teórica integradora, por el asunto que nos ocupa este LIBRO (*), por cuanto, como señala Miguel Rodrigo Alsina : "no está claro cómo las masas media imponen unos tipos de comportamiento, pero lo que sí es cierto es que los medios plantean los temas e inician las opiniones". Y el mismo autor señala también la función negativa de los medios: todo asunto que no es destacado se sustrae a la discusión pública.
GÉNERO DEL LIBRO: Economía, periodismo
TÍTULO DEL LIBRO: Periodismo Económico
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