viernes, 17 de junio de 2022

Cómo Gestionar el Estrés en el Entorno Laboral

 


Naphtali Hoff en SmartBrief on Leadership del pasado 7 de junio plantea que generar pasión es una buena forma de gestionar y reducir el estrés en el entorno laboral. El estrés afecta muy negativamente a la productividad y tiene un efecto directo en la salud de los trabajadores y en el absentismo.

Los líderes pueden disminuir el estrés ayudando a los demás a gestionarlo mejor. Los líderes tenemos que entender que no generan estrés en los demás pero si crean las condiciones que unidas a lo que esté pasando en la vida de los demás pueden incrementar los niveles de estrés y disminuir la productividad y la satisfacción en el trabajo.

El trabajo del líder consiste, pues, en ayudar a sus profesionales transmitiéndoles la importancia del autocuidado, por ejemplo a través de la formación en hábitos de vida saludable, gestión del tiempo, meditación, etc. También pueden ayudar ofreciendo a los trabajadores oportunidades para delegar, aceptando trabajos excelentes aunque imperfectos y dando a las personas la posibilidad de desahogarse ofreciendo feedback constructivo para mejorar los procesos y sistemas.

Evidentemente los líderes no pueden forzar a las personas a que se cuiden mejor, pero el mero hecho de ofrecer opciones y servir como un recurso para reducir el estrés puede ser por si solo útil.

Los líderes, asimismo, deben considerar las siguientes tácticas para gestionar sus propios niveles aumentados de estrés:

1.- Etiquetar las emociones. Al hacerlo la actividad del cerebro emocional se reduce y se incrementa la actividad de las áreas asociadas con la percepción y la capacidad de centrarse. También, sirve para separarse de la experiencia y poder diseñar un plan más claro sobre cómo gestionarla.

2.- Registrar y revisar las metas de su liderazgo. La claridad de propósito y de acción, constituyen una defensa sólida contra el estrés del liderazgo.

3.- Ser selectivos en relación con el trabajo a realizar. No implicarse en tareas y esfuerzos que sean improductivos o que produzcan beneficios limitados. Su tiempo y atención son muy valiosos y deben protegerlos.

4.- Aprender a delegar. .

5.- Controlar solo lo controlable. Deben centrarse solo en aquello que pueden controlar como por ejemplo sus esfuerzos y la forma de reaccionar ante los problemas.

6.- Mantener una actitud positiva. El estrés forma parte del liderazgo por lo que no deben dejar que envenene sus percepciones sobre sí mismos y sobre su patrón mental.

7.- Obtener apoyo social. Los líderes con frecuencia carecen de apoyo social en el trabajo. Para evitarlo pueden unirse, por ejemplo, a grupos de desarrollo de liderazgo.

8.- Redefinir las tareas. Cuando éstas sean estresantes se pueden buscar formas de organizar mejor lo que tiene que hacerse, por lo que es conveniente dedicar tiempo a definir los roles claramente y a aclarar las expectativas.

9.- Incrementar la determinación de vencer los desafíos sin rendirse.

10.- Considerar su impacto sobre los demás, aunque estén peleando con sus propias cargas. Su liderazgo, guía, dirección y apoyo son elementos críticos para la organización y los profesionales necesitan que el líder esté allí para ellos.

11.- Compartir lo que está ocurriendo con unos pocos confidentes que les apoyen. Contar personas que se pueden hacer cargo durante sus ausencias es útil para aliviar la carga y sirve, también, para asegurar que las cosas van a ir hacia delante como es necesario.

12.- Reflexionar sobre cómo lo han hecho otras personas. La vida está llena de personas que se han enfrentado a retos y obtuvieron grandes éxitos, como puede ser el caso de Thomas Edison que fracasó repetidamente antes de inventar la bombilla.

Isabel Carrasco
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