domingo, 2 de noviembre de 2025

¿Qué es una lluvia de ideas? Ejemplos y técnicas eficaces

 


Si quieres establecer sesiones de lluvia de ideas o brainstorming que conduzcan a propuestas más interesantes y creativas, debes tener en cuenta el número exacto de participantes que asistirán a la reunión.

Nuestro primer consejo es que sigas la «regla de la pizza». Por si no la conoces, esta regla estipula que si en una reunión hay más participantes de los que puedes alimentar con una pizza, entonces ese número es demasiado alto para que esa reunión resulte productiva.

Lo mismo se aplica a las sesiones de lluvia de ideas o brainstorming. Si hay 12 empleados en tu mesa de reuniones, puedes esperar una lista interminable de ideas relativamente mediocres.

Pero ¿qué más puedes hacer, además de invitar a un grupo de 2 a 6 empleados con pizza para que generen buenas ideas? Ya que te lo preguntas, te invitamos a seguir leyendo.

¿Qué es una lluvia de ideas o brainstorming?

La lluvia de ideas o «brainstorming» es una técnica no estructurada para grupos de trabajo, donde se buscan soluciones a diversas situaciones mediante la generación de ideas espontáneas, relajadas y horizontales.

Alex F. Osborn fue quien creó el concepto de lluvia de ideas, que es útil tanto para equipos especializados como para entornos más informales. Estos son algunos de sus principios:
  • Permitir que las ideas surjan de manera espontánea
  • Moderar los juicios para no interrumpir esa espontaneidad
  • Priorizar la colaboración, en vez del afán por dar la idea más aplaudida
¿Para qué sirve la lluvia de ideas?

La lluvia de ideas te permitirá encontrarte con nuevos puntos de vista por parte de los compañeros que ves todos los días, pero que quizá no siempre reconoces como tus aliados en la creatividad.

Además, es una de las mejores herramientas para desbloquear la inventiva, sea la tuya o la de los miembros de tu equipo. Dado que tiene por principio lograr un ambiente de colaboración y más relajado que el habitual, puede brindarte resultados sorprendentes. Una vez que establezcas esa atmósfera de confianza, es posible que hasta el más tímido exprese lo que piensa acerca de un tema.

Lo mejor es que puedes darle diversos enfoques, tanto en el tema a abordar y su acotación (¿quieres hablar de cuáles son las ideas que tienen para el departamento de marketing en general, o sobre las tácticas a seguir con tu cliente más nuevo?) como hacer sesiones de acercamiento a esta técnica o para un proyecto urgente.

Aunque hay distintos tipos de lluvia de ideas, y cada equipo tendrá sus propios lineamientos según sus necesidades y capacidades, existen algunos elementos que son persistentes en esta técnica para encontrar soluciones.

Características de una lluvia de ideas
  • Necesita un moderador que se encargue de dirigir la sesión con fluidez, para que todos tengan oportunidad de participar, evitando conflictos o puntos muertos. Además, se encargará de registrar todas las ideas que surjan, buenas o malas.
  • Tiene un objetivo bien definido. Puede ser responder una pregunta, identificar un obstáculo en un proceso que parece ineficiente o conocer la innovación que necesita el producto estrella de la empresa. La actividad a realizar está pensada a partir de su objetivo.
  • La sesión tiene una duración establecida. Así se organiza mejor el tiempo para cada etapa de la lluvia de ideas y se desperdicia lo menos posible.
  • El número de participantes, generalmente, no supera los 15 para que no tome demasiado tiempo.
  • En una lluvia de ideas no hay espacio para criticar propuestas, ya que la intención es activar la creatividad de los participantes. Las ideas se revisarán cerca del final.
  • Se intenta obtener la mayor cantidad de ideas posibles, sobre todo porque las primeras serán las menos inspiradas o las más obvias.
  • Todos los que se unen a la sesión deben aportar propuestas.
Dicho esto, es importante aclarar que la lluvia de ideas no siempre será la solución ideal para todos los problemas que desean resolverse. Por eso es buena idea compartirte algunas de las ventajas y desventajas de llevar una a cabo con tus colaboradores.

Ventajas y desventajas de la lluvia de ideas

Ventajas
  • Pone a tu disposición ideas diversas, donde algunas serán muy valiosas para tus proyectos.
  • Promueve la crítica, que es necesaria incluso cuando las actividades de un equipo o departamento marchan adecuadamente.
  • Te ayuda a eliminar los obstáculos en la creatividad de un equipo respecto de un asunto más o menos puntual.
  • Permite que se reduzcan las barreras entre sus participantes, ya sea por su grupo de trabajo o por su jerarquía.
  • Influye positivamente en las dinámicas de trabajo al ser un momento extraordinario en el día a día.
Desventajas
  • Así como deja ver ideas valiosas, es probable que la mayoría no sea relevante para el proyecto que tienes en mente.
  • Puede fomentar el desorden si las ideas no se enfocan en el tema requerido.
  • Es probable que algunas personas, por miedo a hablar en público o a equivocarse, no expresen sus comentarios.
  • A menudo, sucede que solo algunos colaboradores participan activamente, mientras que otros solo dirán «sí» o «no» a sus propuestas por pereza para involucrarse.
  • Si no haces una selección adecuada, podrías seguir una idea que no es tan conveniente. Recuerda que incluso la innovación requiere ciertas reglas.
Aun así, es posible que, después de analizarlo, descubres que sigue siendo una buena alternativa. Para que al final no te quedes con la idea de que has perdido una hora del día en una lluvia de ideas infructífera, te compartimos algunos detalles; quizá la cuestión está en identificar el tipo de lluvia de ideas que mejor se adapta a distintas circunstancias. Y de eso vamos a hablar a continuación:

9 tipos de lluvia de ideas

1. Round Robin

Este tipo de lluvia de ideas se recomienda cuando el número de participantes es menor a 10 personas, ya que se trata de asignar turnos para que cada quien presente una idea y la ponga a discusión del resto.

Es decir, hay que considerar el tiempo asignado para que cada quien anote lo más importante de sus propuestas; luego se decidirá el límite de rondas por persona y de minutos para hablar de cada idea. También se recomienda limitar la discusión a ciertos puntos básicos, para evitar que los turnos se alarguen más de lo necesario.

2. Role storming

Aquí, los participantes toman la personalidad de alguien más que no sea parte de la sesión. La elección más sencilla es elegir celebridades o personajes arraigados en la cultura popular, que todos pueden identificar y que conocen bien. Esto permite que los integrantes de la lluvia de ideas adopten los modos de quien interpretan y, a partir de ahí, comenzar a proponer soluciones.

3. Directo

Es el más sencillo de todos: el moderador plantea el problema y el resto comparten, conforme se le van ocurriendo, las propuestas que les vienen a la mente.

4. Inverso

Este es el contrario del anterior porque el objetivo no es encontrar una solución, sino evitarlo a toda costa. Es una manera interesante y divertida de afrontar un problema, porque a medida que se proponen ideas que no ayudan, poco a poco se identifican las posibles causas de que exista una situación poco favorable.

5. Estrella

Para quien desea guiar de manera visual la sesión, el de la estrella consiste en dibujar esta figura. Al centro se escribirá la situación que desea atenderse, y en cada pico se anotan preguntas básicas relacionadas con ella, como «¿dónde?», «¿cuándo?», «¿por qué?», «¿quién?», «¿cómo?», que deben ser el punto de partida del que aparecerán otras cada vez más dirigidas y especializadas.

6. Gordon

Inicia planteando a los participantes un caso muy parecido al que se quiere resolver. Sin embargo, el moderador no dará muchas pistas al respecto. Las personas deben pensar que esa situación es real, y tendrán que averiguar los detalles haciendo preguntas, compartiendo conclusiones o haciendo sugerencias. Esto permite que surjan ideas a medida que se reconstruye el problema.

7. Individual

Este le da libertad a los participantes para que cada quien tenga su propio proceso creativo. Se les da tiempo y espacio, con los que se dedicarán a encontrar los mejores caminos para llegar a las ideas, y al término de estos se comparten los hallazgos.

8. Mapa mental

Para los que desean más opciones visuales, el mapa mental ayuda a organizar las propuestas que cada participante arroja. Al centro se ubica el problema y objetivo, y las ramificaciones se convierten en las ideas que surjan. Cuando es momento de revisar lo anotado, es posible clasificar las sugerencias según diferentes elementos, como su factibilidad, el tipo de solución que necesita o hasta la predilección por parte de los participantes. Utiliza colores, formas o secciones del pizarrón o muro que empleas para que sea más sencillo identificarlas.

9. ¿Y si...?

Finalmente, con este tipo de lluvia de ideas se puede jugar con situaciones ficticias para resolver un problema, casi del modo en que un escritor lo hace cuando se le ocurre la idea para una historia: «¿y qué pasaría si en lugar de internet, nos comunicáramos a través de la radio?». Los participantes tienen oportunidad de explorar diferentes escenarios y darle rienda suelta a su imaginación. Esto ayuda a relajar las tensiones iniciales, para que se abra la puerta a nuevas posibilidades.

Para que cualquiera de estos tipos de sesiones se aprovechen al máximo, queremos recomendarte algunas técnicas que te darán los recursos para convertirte en un moderador profesional.

21 técnicas para hacer una lluvia de ideas

1. Promueve la diversidad en el grupo

Si los miembros de tu equipo colaboran en los mismos proyectos, asisten a las mismas reuniones, trabajan en la misma oficina y están juntos todo el día, no hace falta que te digamos que las ideas que producirán serán bastante homogéneas.

Invita a empleados de otros equipos a tus sesiones de lluvia de ideas o brainstorming. Intenta que posean diversas habilidades y experiencias, ya que esto te ayudará a salir de la rutina y ver todo desde otro ángulo. Tendrás una excelente combinación de nuevas perspectivas y conocimientos contextuales que te conducirán a ideas originales y factibles.

2. Mantén reuniones de 22 minutos (aproximadamente)

Nicole Steinbok promueve esta técnica: tener un límite de tiempo resulta eficaz, en especial para quienes trabajan mejor bajo presión.

Tener un plazo estipulado para producir ideas solo tiene buenos resultados si todos los participantes están preparados para la reunión (volveremos a este tema más adelante). Otros dos principios en los que Steinbok insiste son: no llevar ordenadores portátiles y evitar las digresiones. Si bien algunos están en desacuerdo, descubrimos que tener límites de tiempo agresivos ayuda a mantener la concentración en la tarea y, como resultado, a producir mejores ideas.

3. Integra a todos y evita los comportamientos dominantes

Sabemos que hay miembros en tu equipo cuya personalidad es cautivadora y que, además, comparten sus opiniones a menudo. Aunque su presencia ayuda a animar el ambiente, no permitas que dominen la situación.

Es probable que los colaboradores más callados tengan muy buenas ideas, especialmente si son observadores, así que debes lograr el equilibrio por medio de una técnica muy sencilla, donde únicamente requieres escoger un objeto que funcionará como una señal para hablar. Pásalo a todos los miembros del equipo en desorden, pero cuidando que todos tengan la voz por un momento. Establece un tiempo de 1 a 2 minutos para cada participante. Así ayudarás a que todos se integren y nadie pase desapercibido.

4. Establece el contexto y los objetivos con tiempo

«Con tiempo» no significa la misma mañana de la reunión. Ofrece la información pertinente al menos dos días laborables previos para que el equipo tenga la oportunidad de prepararse.

Además de proporcionar la información contextual o el material de lectura que ayuden a definir el motivo de la sesión de lluvia de ideas o brainstorming (y de pedirle explícitamente al equipo que lo lea), describe el resultado ideal de la reunión. De esta manera, los empleados conocerán con antelación los objetivos que se intentan alcanzar con ella. Verás que pierdes menos tiempo dando instrucciones y podrás comenzar la sesión de inmediato.

Si fuera necesario, lleva a cabo lo que hace Jeff Bezos de Amazon: dedica 30 minutos exclusivamente a leer la información en grupo para poner a todos en sintonía, sobre todo si no tienen tiempo de leer antes de la reunión.

5. Pide a tu equipo que piense algunas ideas de antemano

Por lo general, las mejores ideas no surgen cuando tú lo decides. Aparecen en el camino de vuelta a casa, en la ducha o mientras miras televisión. Básicamente, en cualquier momento cuando no estás realizando deliberadamente esta tarea.

Este es uno de los motivos por los que resulta eficaz dar algunos días de ventaja antes de la reunión, pero también por los que debes pedir explícitamente que piensen en ideas de antemano. Con este enfoque, tendrás buenas propuestas desde el comienzo de la reunión y el grupo podrá hacer sus aportes y modificaciones para mejorarlas aún más. En un estudio que llevó a cabo la Universidad de Pennsylvania se demostró que era más eficaz este enfoque híbrido para producir ideas.

Cuando todos llegan sin preparación a la reunión, a menudo el resultado es una larga lista de ideas carentes de originalidad. Como mínimo, quien esté a cargo de la reunión deberá aportar algunas buenas ideas a modo de ejemplo para comenzar la sesión.

6. Di «no» a las malas ideas, y hazlo rápido

En una práctica como la lluvia de ideas o brainstorming recomendar que las malas ideas se eliminen parece contradictorio, pero todos hemos sido testigos de muchas sesiones que se desviaron de su objetivo por miedo a decir «no». Esto es relevante si estás tratando de llevar a cabo una sesión rápida, aunque también es un tanto arriesgado, ya que condenar las malas ideas puede hacer que los empleados tengan miedo de hablar y, en consecuencia, algunas buenas propuestas se queden en el camino. Pero si les das el mismo mérito a todas las ideas, perderás fácilmente el foco de la reunión y acabarás en un mar de propuestas mediocres.

Una sesión más productiva te dará tiempo para nutrir las mejores ideas. Esto nos lleva a nuestro próximo consejo...

7. Promueve un entorno donde tener malas ideas es aceptable

Sí, tienes que descartar las malas ideas, pero también hay que recordarle al equipo que está bien tenerlas. Menciona tus propias malas ideas. Para lograrlo, comienza los primeros diez minutos de las sesiones de lluvia de ideas dejando salir malas ideas para darle entender a tu equipo tu intención. Esto te ayudará a establecer un tono mucho más abierto y divertido a la vez. Si todos pueden expresarse libremente, sin sentirse avergonzados, tendrás más propuestas y, por ende, más probabilidades de hallar una buena.

Después de las risas, podrán enfocarse en las ideas que verdaderamente podrían funcionar.

8. Usa los obstáculos en tu beneficio

Si tienes todos los recursos y las oportunidades del mundo a tu disposición, la creatividad se apagará por naturaleza. Define los desafíos a los que te enfrentas en términos de objetivos y recursos a la hora de poner en práctica una idea. Luego trata de ver esos desafíos como oportunidades para despertar la creatividad en lugar de verlos como obstáculos que impedirán el surgimiento de buenas ideas.

9. Hazte amigo del silencio

Todo aquel que trabaja en ventas lo sabe: el silencio es poderoso. En una sesión de lluvia de ideas o brainstorming, el silencio indica momentos de reflexión de los empleados sobre sus propias ideas y sobre cómo mejorar la última propuesta.

Además, alienta a las personas a expresarse para romper ese silencio tan incómodo.

10. Aprende de los fracasos... fuera de la sesión de brainstorming

Si recompensas a tus empleados por correr pequeños riesgos con sensatez (independientemente del resultado), aprenderán a distinguir mejor aquellas ideas que merecen la pena ponerse en práctica de aquellas que es mejor desechar; y al hacerlo continuamente, desarrollarán una mayor percepción para estas cuestiones.

Un equipo con una cultura de experimentación pensará mejores propuestas que un equipo que se encuentra estancado. Comprobarás que las sesiones de lluvia de ideas o brainstorming donde surgen propuestas más creativas, inteligentes y un poco arriesgadas son las más productivas.

11. Acepta que quizá es mejor no tener una reunión

En ocasiones, las reuniones presenciales no son el formato adecuado a la hora de buscar nuevas ideas. Algunas sesiones de brainstorming son más eficaces si se llevan a cabo de manera digital, sobre todo en equipos donde algunos miembros dominan las conversaciones o en grupos más amplios. Además, existen diferentes plataformas en las cuales puedes tener un brainstorming remoto de manera efectiva e incluso divertida.

Por ejemplo, a menudo recurrimos a los documentos de Google o a Slack cuando tenemos que seleccionar la temática o el título de una publicación del blog y el equipo de trabajo es muy numeroso. No hay necesidad de sacar a todos de sus tareas para que participen en una reunión de este estilo. La principal ventaja es que los empleados pueden intervenir cuando se sienten realmente preparados y ansiosos por contribuir con sus ideas, y no a una hora específica.

Además de esas dos herramientas, hay otras que te harán la vida más fácil al momento de realizar tus sesiones en línea:

Aplicaciones para hacer lluvia de ideas

WiseMapping: si te parece más fácil hacer un mapa con imágenes para tu lluvia de ideas, en este sitio podrás realizarlo de forma colaborativa. Prueba primero con su versión personal para que conozcas sus funciones.
Coggle: aquí tienes otra alternativa para crear mapas mentales de forma rápida y sencilla. En esta plataforma podrás trabajar con tu equipo en tiempo real y te da la posibilidad de exportar tu información en PDF o Microsoft Visio.
IdeaBoardz: crea tus pizarras de ideas, recibe retroalimentaciones vía Twitter o dentro de la plataforma, y exporta cada documento en PDF. Es una de las opciones más completas para hacer un brainstorming no presencial.
Lucidchart: desarrolla mapas mentales con tu equipo de trabajo sin necesidad de bajar algún programa o aplicación. Cuenta con diferentes tipos de plantillas con las que también podrás crear líneas de tiempo, diagramas de procesos, diagramas de Gantt, entre otros.
Ideorama: esta aplicación para Android es la respuesta si quieres una opción aún más desenfadada. Asigna turnos a cada participante, con lo que tendrás la opinión de todos los miembros, incluso de los más reservados.
Generador de ideas rápidas: esta herramienta es excelente cuando tu equipo se ha quedado sin inspiración. Tan solo tendrán que introducir ideas o problemas que estén discutiendo y colocarlas en alguna de las categorías con las que cuenta para generar alternativas a discutir.
MindGenius: esta es una herramienta de mapas conceptuales que brindará mayor dinamismo a tus sesiones en línea. Cada integrante podrá agregar sus ideas relacionadas con un concepto o un tema, e incluso establecer distintos niveles de prioridad y colaboradores asignados.

12. Ofrece un espacio para las propuestas anónimas

Para algunos, el mejor formato son las propuestas anónimas. Dale a tu equipo la posibilidad de hacer aportes «de incógnito», antes y después de la reunión. A veces, se nos ocurren ideas que no queremos expresar frente al grupo. Sería una pena que estas se pierdan por culpa de la timidez y la vergüenza, o simplemente porque preferimos escribirlas en lugar de decirlas en voz alta. Con los formularios de Google puedes resolver este problema fácilmente.

13. Transforma los equipos grandes y caóticos en subgrupos efectivos

Si tu equipo es demasiado amplio o quieres contar con la ayuda del departamento de sistemas y de ventas, por ejemplo, organizar tu lluvia de ideas puede ser una tarea inalcanzable. Entonces, lo mejor es que asignes un problema a equipos más pequeños, donde te asegures de que sean interdisciplinarios para sacar más provecho a la sesión.

Si el tema a tratar es «Optimizar nuestro servicio al cliente en el próximo año», puedes crear un subgrupo dedicado al servicio vía email, otro a las recompensas por fidelidad y otro más para retener más clientes.

14. Invita a que estructuren los conocimientos adquiridos

Esta es una de las maneras en que darás mayor equilibrio al caos creativo de una sesión de brainstorming, ya que podrás extraer conclusiones grupales y acuerdos valiosos para llevar a la práctica las ideas que generaron.

Haz que cada miembro, en menos de 3 minutos, diga cuáles son las ideas que le parecieron más valiosas y que exprese, de manera espontánea, una forma de implementarlas. En tanto que la lluvia de ideas es la primera fase de un proceso estratégico, este tipo de cierre será útil para dar forma a los pasos siguientes, donde ya definirás un curso de acción.

15. Divide y construye ideas

Si tu equipo ha reunido pocas ideas, una forma de convertirlas en mayores recursos es dividiéndolas y volviéndolas a construir. Por ejemplo, si comienzan con un tema muy general, intenta dividirlo en varias partes y analiza si puedes formular otras ideas. También funciona haciendo lo opuesto, es decir, construir una idea que cubra una perspectiva más amplia.

Para llevar a cabo con éxito este consejo puedes solicitar que cada persona en la reunión anote más de dos ideas en una hoja de forma individual. Una vez hecho esto, pídeles que intercambien las hojas con otros miembros del equipo y empiecen a construir la idea plasmada por otra persona. Este intercambio puede ser tantas veces como sea necesario hasta que nuevas ideas surjan.

16. Juega con las palabras

Los juegos de palabras pueden ser muy útiles para que tu equipo elimine sus pensamientos tradicionales, los cuales solo podrían generar ideas poco originales. Por ejemplo, si estás tratando de deshacerte de una mala idea, añade un par de juegos para inspirar a colaboradores.

Crea una «lluvia de palabras». Escribe una y después deja fluir una serie entera de palabras que pasen por tu mente a partir de la primera. Para que te sea más fácil el flujo de ideas, puedes pensar en cómo luce esa palabra, para qué se utiliza y qué pensamientos o metáforas están asociadas a ella. Cuando dejas que tu mente fluya con naturalidad estarás logrando un ejercicio creativo para dejar de pensar demasiado y enfocarte en pensar asertivamente.

Cuando tengas toda tu lluvia de palabras lista, agrupa las palabras conforme la relación que tengan una con otra. El punto es que esas palabras o frases puedan inspirar o abrir la mente de tu equipo para relacionarlas con el proyecto en el que estén trabajando.

Ocupa hojas de papel o incluso alguna herramienta en línea de lluvia de palabras en donde puedas jugar con los colores y tipografías, exportarla y después compartirla con tu equipo al finalizar la reunión.

Otra alternativa es crear mapas mentales que te ayuden a visualizar tus ideas y los términos vinculados a tu lluvia de palabras. Para hacerlo, desarrolla un diagrama comenzando con una idea principal y a partir de ella empieza a asignar los subtemas relevantes en diferentes ramas. Una herramienta en línea que te puede ayudar a crearlo es MindMeister.

17. Crea un collage de ideas

La combinación de imágenes, colores y demás recursos visuales-espaciales es perfecta para despertar tus emociones y sentimientos, y por automático puede hacerte pensar en ideas originales y nuevas. Los collages de ideas pueden parecer una táctica muy simple, pero son funcionales sobre todo cuando se trata de crear nuevos conceptos de marca y diseño.

El collage de ideas colecciona imágenes, palabras y texturas al azar que estén relacionadas con el tema o proyecto en discusión. Este recurso es similar a los mapas mentales, pues requiere componentes visuales para empezar a ramificar los subtemas más relevantes.

Para hacer tu propio collage de ideas tienes diferentes opciones: tableros físicos que pueden estar hechos de corcho o papel, virtuales o por medio de alguna aplicación como Canva que te ayude a recopilar, organizar y compartir todos los elementos visuales que necesites en tu tablero.

18. Realiza juegos improvisados

Los juegos son una gran forma de hacer que la creatividad sobresalga, sobre todo si son improvisados. Cuanto más relajado y alegre sea el ambiente en una reunión, tu equipo se sentirá más cómodo y empezará a compartir ideas libremente. Solo recuerda no confundir la ocasión y permitas que se distraigan del objetivo de la lluvia de ideas.

Si tu equipo puede relajarse y reír por un buen momento, la energía creativa surgirá para enfocarla en el trabajo que tienen por hacer.

19. Haz garabatos

¿Sabías que los garabatos pueden ser de gran beneficio? Estos, además de tener ventajas en tu salud, también te ayudan a estimular una visión creativa, aumentar la capacidad de atención y liberar la memoria de corto y largo plazo.

La neurocientífica Anne Churchland considera que los movimientos repetitivos (como los garabatos) están estrechamente vinculados a la actividad cerebral y la toma de decisiones. Por lo tanto, para muchos tipos de comportamientos cognitivos, la forma de poner en marcha su creatividad y pensamiento es moviéndose.

Si bien muchas sesiones de lluvias de ideas solo se basan en hablar y leer, hacer garabatos podría ayudar a que las personas se olviden de sus pensamientos tradicionales y abran su mente a ideas fuera de lo común e incluso inesperadas.

Algunos garabatos que puedes hacer son los siguientes: toma un objeto y divídelo visualmente en sus partes pequeñas. Por ejemplo, si comienzas con la palabra «gato», puedes comenzar a dibujar sus patas, la cola y su cuello. Piensa en todos los elementos que lo conforman y el entorno en el que podría encontrarse. Esto te permitirá tener una perspectiva diferente a la usual.

Si no cuentas con una hoja de papel para garabatear, puedes hacerlo en línea con alguna herramienta de dibujo.

20. Cambia el entorno físico

Modificar un poco el entorno en el que te desenvuelves puede ayudarte a tu cerebro funcione mejor. Existen diseños arquitectónicos que traen muchas ventajas; por ejemplo, los beneficios del diseño biofílico en los espacios de trabajo son disminución del estrés, aumento de la productividad y concentración; además, potencian la innovación y la creatividad. Esto significa que sí es importante en qué lugar ocurren tus lluvias de ideas.

Trata de realizar estas reuniones creativas en habitaciones que no estén relacionadas con las actividades regulares de los miembros de tu equipo. En caso de que no cuentes con esta opción, intenta modificar algo en el entorno para estimular el cerebro. Una buena idea es cambiar el orden de las sillas o colocar algunos cuadros en las paredes. También puedes invitar a que tu equipo permanezca de pie y camine alrededor de la sala mientras la lluvia de ideas se realiza.

21. Prepárate para no llevar a cabo ninguna idea tras una reunión

No te sientas obligado a elegir y poner en práctica una idea. Que no haya surgido ninguna propuesta interesante no significa que la reunión haya sido una pérdida de tiempo. Pero sí estarías perdiendo el tiempo si te concentraras en algo que no vale la pena. Elegir el menor de los males no es la solución.

En cambio, reflexiona un poco acerca de por qué dichas ideas todavía no están listas para salir al mundo, y decide si conviene analizarlas más detenidamente antes de desecharlas. Quizá un equipo diferente vuelva a mencionarlas en otra reunión, o incluso lo haga el mismo equipo una vez que haya tomado algo de distancia de ellas. Y cuando las ideas hayan comenzado a fluir, una segunda sesión podría ser una buena oportunidad para obtener propuestas más interesantes.

Cómo evaluar e identificar una buena sesión de lluvia de ideas

1. Los participantes conocían el objetivo o problema a resolver antes de iniciar

Aunque la lluvia de ideas se realiza para proponer soluciones entre todos los integrantes de un equipo, también es cierto que iniciarla sin ningún tipo de antecedente puede ser contraproducente. Se corre el riesgo de perder tiempo explicando pormenores o resolviendo dudas sencillas que bien deberían atenderse con anterioridad.

Si tus participantes ya tienen las bases de lo que se intenta solucionar y los detalles de lo que se ha intentado antes (o lo que se ha visto que la competencia hace, por ejemplo), el engranaje de la creatividad ya está activado y será más sencillo ponerlo a trabajar a toda velocidad.

2. Se evitó decir «no» con frecuencia

Es importante hacer hincapié en este aspecto de una lluvia de ideas exitosa: si alguien comienza a poner peros a todas las ideas, tal vez es mejor que no participe en esa ocasión. Especialmente al inicio, las personas deben sentirse cómodas y seguras de compartir todo lo que se les ocurra, ya que el proceso de creatividad necesita un poco de calentamiento, así como el cuerpo antes de iniciar una rutina de ejercicio. Si no hay negativas, hasta los participantes más tímidos se animarán a compartir sus ideas.

Las primeras ideas serán las menos rescatables; sin embargo, también deben registrarse para que sea más fácil establecer una medida entre lo bueno y lo no tan bueno. Recuerda que esta revisión es la última parte de la lluvia de ideas, así que intenta dejar las críticas para ese momento.

3. La sesión no sufrió múltiples interrupciones

Si la lluvia de ideas no se sintió atropellada o con muchas obstrucciones, quiere decir que, además de tener un buen moderador o facilitador, contó con la cantidad ideal de participantes y existió una buena sinergia entre ellos. Ese es uno de los mejores escenarios, porque hay suficientes puntos de vista para enfrentarse y nutrirse amistosamente, al mismo tiempo que las actividades elegidas se sintieron adecuadas por todos los involucrados.

4. La revisión final arrojó un puñado de buenas ideas

Nadie espera que de una lluvia de ideas se obtengan 50 soluciones ideales. Hay que ser realistas: apenas un puñado va a brillar de entre todas las que se presenten. Pero esto no significa una derrota, sino al contrario. Si en la revisión final se identifican entre 3 o 5 opciones valiosas, entonces la sesión fue un éxito.

5. Algunas de esas buenas ideas se ponen en práctica

Esta es la prueba de fuego: si un día descubres que las ideas de la sesión más reciente no se implementaron, quiere decir que no fue tan efectiva. Y al contrario: cuando encuentras la solución al problema gracias al tiempo invertido en la lluvia de ideas, es que lo estás haciendo bien.

3 ejemplos de lluvia de ideas
  • Ejemplo de una lluvia de ideas con mapa mental.
  • Ejemplo de una lluvia de ideas Round Robin.
  • Ejemplo de una lluvia de ideas inverso.
1. Ejemplo de una lluvia de ideas con mapa mental
  • El problema: el envío de mercancía no cumple con las fechas de entrega prometidas.
  • Participantes: integrantes de ventas, marketing y envíos
Para implementar el mapa mental se utiliza un pizarrón y marcadores de colores. Al centro se escribe el problema.

Antes de empezar, quien modera propone que los participantes compartan experiencias parecidas que han tenido con sus compras en línea. Les pide que anoten en una hoja las posibles coincidencias entre el problema de la empresa y esas anécdotas.

Luego, pregunta cuáles fueron las soluciones que obtuvieron por parte de esas empresas, y propón que elijan si alguna de ellas amerita agregarse al mapa mental. Ese es el primer paso, y por el momento no las clasifica, sino que solamente las registra.

Después de ese momento, otro tipo de respuestas comienzan a surgir, alejadas de los casos personales y más enfocadas en las de la propia organización. Se invita a hacer preguntas, como el presupuesto disponible, si hay un error de cálculo en la tienda en línea o si el registro de compras es ineficiente.

Cuando el pizarrón se llena, o el tiempo establecido para esa etapa concluye, el moderador pide que se encuentren puntos en común entre las ideas. Todos los participantes ayudan al indicar ciertos patrones: algunas propuestas son muy costosas, otras demasiado complicadas, y otras más implican modificar ciertos aspectos el proceso de compras en línea. El moderador reorganiza las ideas, según las clasificaciones, y las anota en colores clave. Así logran descartar las que se alejan del presupuesto, objetivo primordial y espíritu de la empresa.

2. Ejemplo de una lluvia de ideas Round Robin
  • El problema: los representantes del área de atención al cliente no llegan a tiempo a sus puestos.
  • Participantes: integrantes del área de atención al cliente y marketing
Una vez que se confirman la cantidad de involucrados (6 personas), se asignan 3 minutos para que cada quien exponga una idea por ronda —serán dos— y 3 minutos para ahondar en ellas. Se estableció que las preguntas más importantes que deben hacerse son: «¿es necesario modificar la rotación de horarios?», «¿implica contratar más gente?», «si se necesita una nueva habilidad, ¿tomará muchas horas para aprenderla?», «¿hay que invertir mucho presupuesto?». Si se contesta a dos de ellas afirmativamente, se descarta de manera automática.

Al inicio, las propuestas no logran pasar a la siguiente ronda, por lo que los participantes deben acudir a varias ideas. Gracias a eso, se ponen de manifiesto algunos problemas que causan el retraso en los tiempos de atención al cliente: la estación de trabajo está centralizada a pesar de que la herramienta de registro y seguimiento de casos se encuentra en línea, los días con menor puntualidad coinciden con días escolares complicados (lo que refleja que la mayoría tienen niños y adolescentes a su cuidado), el estacionamiento es insuficiente para todo el personal y hay poco transporte público en la zona.

Las propuestas que se descartaron de inmediato fueron: construir un estacionamiento más grande, contratar un servicio exclusivo de transporte de personal, o despedir al personal con mayor antigüedad para sumar talento sin hijos. Las que parecen más viables son: facilitar equipo para que se pueda trabajar desde casa, promover el uso compartido de automóviles con vales de gasolina para quien participe, y proponer un modelo de trabajo híbrido (presencial y a distancia) a quien le parezca más cómodo.

3. Ejemplo de una lluvia de ideas inverso
  • Problema: poco aforo de empleados en las actividades recreativas de la empresa.
  • Participantes: Recursos Humanos, directivos y coordinadores de equipos.
Ya que los trabajadores no se sienten con libertad de compartir las verdaderas razones detrás del ausentismo que hay en los eventos y actividades de esparcimiento que la organización planea, los que están al frente de ellos, tanto en la dirección de proyectos como en su gestión, comienzan a compartir qué situaciones harían que la gente no participe.

Al principio, se habla de escenarios exagerados: un desastre natural impide que salgan de casa, el gobierno prohíbe las reuniones de más de dos personas, a todos les ataca una crisis de agorafobia. Pero luego se mencionan otros más plausibles: hay un enfermo que necesita cuidados, trasladarse al sitio del evento es costoso para la mayoría, el entretenimiento no es del todo atractivo para los trabajadores, o prefieren descansar con sus seres queridos cada vez que tienen oportunidad.

Algunas de las soluciones propuestas son: realizar una consulta anónima sobre lo que los trabajadores desearían hacer en esos eventos, rentar camionetas que trasladen a los asistentes desde un punto medio sin preocuparse por tarifas de taxi o distancias largas, y proponer que una vez al año se invite a familiares de los trabajadores.

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad para despertar la creatividad de tu equipo. Si quieres conocer otras estrategias diferentes al brainstorming, te recomendamos que también leas 10 ejercicios alternativos a la lluvia de ideas.

Sharon Licari

Por gentileza de HUBSPOT 
+ info: https://blog.hubspot.es/marketing/tecnicas-lluvia-de-ideas-creativas
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BRAINSTORMING 

Es una técnica de resolución de problemas y generación de ideas en la que se busca producir un gran número de ideas sin juzgarlas ni criticarlas inicialmente. El objetivo es dejar fluir la creatividad y no preocuparse por la viabilidad o practicidad de las ideas en ese momento. Luego, se pueden evaluar y refinar las ideas más prometedoras. ¿Necesitas ayuda con un brainstorming en particular?

           Pedro Rubio Dominguez (MDI)
           Mentor acreditado (AMCES) Asociacion Española De Mentoring y Coaching
           pedrorubiodominguez@gmail.com 
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Motivación laboral: definición, estrategias y ejemplos

 




La motivación es fundamental en cualquier entorno profesional. El problema es mantener motivado a tu equipo de trabajo de forma constante. No importa la industria en la que te encuentres; tu empresa está destinada a tener unos momentos increíbles y otros complicados.

La falta de motivación puede ser algo completamente normal, pero lo ideal es que no se convierta en un hábito cotidiano. Por ello, es buena idea que consideres realizar un test de motivación, en caso de que en estas últimas semanas hayas notado que el ánimo o la productividad de tu área o de tus colaboradores han decaído. Esto les ayudará, a todos, a abordar mejor los obstáculos que surgen en sus actividades diarias y, por ende, mejorará el alcance de sus objetivos.

Qué es la motivación laboral

La motivación laboral hace referencia a la disposición que tiene un trabajador para cumplir con sus funciones. En la motivación laboral se ven involucrados intereses, deseos y aspiraciones que determinan el nivel de compromiso y esfuerzo que los empleados invierten en la persecución de objetivos, ya sea por un interés propio o por el bienestar de la organización.

Cuando un empleado está motivado significa que tiene ímpetu o inspiración para actuar, mientras que la falta de motivación se refleja en una baja moral o en el incumplimiento de las obligaciones.

Debido a su carácter personal y subjetivo, la motivación laboral puede cambiar dependiendo de la tarea que el empleado desempeñe, así como de su edad, valores, creencias e intereses. Esto puede deberse a factores externos o internos que influyen en las acciones de una persona.

Importancia de la motivación laboral

La motivación es el principal motor de los trabajadores y representa un papel muy importante en la vida de una compañía, porque de esta depende su éxito. Cada empleado de tu empresa posee un nivel de motivación único, que se traduce en el nivel de compromiso que esta persona pone en su trabajo cotidiano. Los empleados motivados no necesitan que se les diga cómo hacer las cosas: desempeñan adecuadamente sus actividades, generan iniciativas, y son innovadores y emprendedores.

Para cualquiera es importante rodearse de personas motivadas que los impulsen a demostrar sus habilidades y talentos. Esto adquiere mucha relevancia para los gerentes de cualquier organización: una motivación laboral alta es esencial porque estimula la productividad y la cooperación de los demás (lo cual facilita que se alcancen los objetivos empresariales).

Dada la trascendencia de la motivación, la psicología ha creado maneras de clasificarla y de medirla; por ejemplo, a través de un test de motivación laboral. Las preguntas pueden formularse de forma general, pero si quieres conocer a fondo a una persona, utiliza el Perfil Reiss o test RMP. Estas herramientas son usadas por empresas que buscan mejorar en el ámbito de gestión del capital humano.

Además de un sueldo acorde a las responsabilidades del trabajo, los empleados suelen valorar como algo motivador las oportunidades de desarrollo personal y profesional, la seguridad social, un buen ambiente laboral y la posibilidad de compatibilizar lo laboral con la vida privada, entre otros aspectos.

Beneficios de la motivación laboral

Además de aumentar una sensación de bienestar y el performance en tu área de trabajo, la motivación laboral también conlleva otros beneficios:

1. Alto nivel de productividad

La motivación es el combustible en el motor de una persona. Esto significa que, cuanto más motivada esté, más metas podrá (y querrá) cumplir. Esto también indica un mayor índice de rendimiento entre tus colaboradores y procesos de trabajo más eficientes. Por supuesto, esto conduce a más y mejores resultados.

2. Aumento de ideas innovadoras

Una mente motivada tiene más espacio para alojar pensamientos innovadores y útiles. Cuando las cosas marchan bien, las personas suelen actuar con mayor enfoque y tranquilidad; por lo tanto, pueden centrarse en aportar conocimientos, idear mejores soluciones, proponer innovaciones y tácticas, además de brindar un mejor servicio, entre otras acciones.

3. Menor absentismo laboral

¿Recuerdas cuando en el colegio organizaban un viaje escolar o una actividad de tu interés? Sin duda, ese día no podías perdértelo e ibas entusiasmado. ¡Lo mismo pasa en las empresas! Cuando un empleado se siente cómodo realizando sus labores cotidianas y si estas representan un reto, su estancia en la empresa será más satisfactoria. Los empleados motivados están felices, no sólo de cumplir con sus actividades y alcanzar objetivos; están felices de aportar entusiasmo, creatividad y pasión a los proyectos.

Por otro lado, cuando tus empleados están cansados, presionados, no se sienten valorados ni escuchados o sus actividades son monótonas y poco flexibles, seguramente faltarán con mayor frecuencia o llegarán tarde; y esas ausencias podrían retrasar los logros de tu empresa.

4. Mayor lealtad del empleado

Si un empleado se siente motivado y reconocido no existe una razón por la cual quiera irse a otra empresa. Esto da como resultado una menor rotación laboral y un mayor nivel de compromiso y lealtad de su parte. También genera menores costos en capacitación de nuevos empleados, pues tus colaboradores actuales ya son expertos en su trabajo y les gusta hacerlo.

Objetivos de la motivación laboral

Uno de los propósitos primordiales para mantener la motivación laboral es impulsar a los empleados a esforzarse más, mediante metas concretas y realistas. Otros objetivos de la motivación laboral son: Impactar positivamente en el comportamiento de los colaboradores para tener una cultura laboral sana, respetuosa e inclusiva.
  • Motivar a los empleados a alcanzar su metas personales y familiares mediante el esfuerzo.
  • Generar un compromiso por parte de los trabajadores y hacerlos sentirse orgullosos de la empresa a la que representan.
  • Aumentar el desempeño de los equipos de trabajo para generar más y mejores resultados.
Ya conoces un poco más acerca de la motivación laboral y cómo influye en el desempeño individual y en el logro de metas de tu organización. Ahora es tiempo de conocer los tipos de motivación que puedes implementar (o que debes evitar) en tus equipos.

Tipos de motivación laboral 

1. Motivación intrínseca

La motivación intrínseca hace referencia al interés que tiene un individuo a realizar actividades por una satisfacción personal. Esto significa que este tipo de motivación no está determinada por factores externos como reconocimientos, premios o estímulos.

Un buen ejemplo son los pasatiempos: a alguien puede gustarle tomar fotografías por el puro placer de captar paisajes, rostros o colores. Por otra parte, en el aspecto laboral podemos hablar de motivaciones intrínsecas cuando un empleado busca subir de puesto, capacitarse para hacer mejor su trabajo o aprender algún idioma sin la promesa de una recompensa.

2. Motivación extrínseca

Este tipo de motivación depende enteramente de los estímulos que vienen del exterior y generalmente toman la forma de reconocimientos, pagos o estímulos positivos, aunque, como veremos más adelante, también pueden ser producto de estímulos negativos.

En el plano laboral, las motivaciones extrínsecas pueden darse cuando se establece el pago de comisiones, cuando está en juego un ascenso o cuando se recibe un llamado de atención que incita a hacer mejor el trabajo, entre muchos otros escenarios. Contraria a la motivación intrínseca, este tipo de motivante no se da de manera natural, sino que busca fomentar el esfuerzo en los empleados.

3. Motivación positiva

La motivación positiva ocurre cuando una persona se siente incentivada a realizar sus actividades mediante afecciones y cargas emocionales constructivas y que promueven su bienestar como individuo. Esta motivación puede ser extrínseca o intrínseca, pero siempre debe estar acompañada de acciones que preserven la integridad del individuo, ya sea apoyándose colectivamente o por medio de la promesa de una recompensa.

Por ello, puede decirse que la motivación positiva es el proceso por el cual un individuo inicia o se mantiene afín a una conducta, gracias a la obtención de una compensación que afirma y fomenta su bienestar.

4. Motivación negativa

La motivación negativa ocurre cuando una persona lleva a cabo acciones por temor a las consecuencias que tendría no hacerlo. Generalmente, estas motivaciones están relacionadas con nuestro interés por evitar el dolor, el fracaso o la tristeza.

Si bien es común relacionar este tipo de motivación con un aspecto malo, lo cierto es que gran parte de nuestros llamados a la acción están relacionados con el temor hacia las consecuencias de no actuar. Y esto es completamente natural. Por ejemplo, cuando sentimos que nuestra permanencia en el trabajo corre riesgo o queremos evitar un regaño. El problema de este tipo de motivación surge cuando los empleadores y líderes la usan para fomentar miedo entre sus colaboradores.

5. Motivación social

La motivación social consiste en el deseo de pertenencia, reconocimiento y aceptación por parte de un colectivo. En el caso de las empresas, esta motivación ocurre cuando un empleado se suma a los esfuerzos de su equipo de trabajo porque comparte la misión de la empresa o porque obtiene satisfacción al trabajar en equipo.

Este tipo de motivación está relacionado con la interacción con otras personas, manifestándose en diversos comportamientos que tienen que ver aficiones o intereses compartidos o incluso el deseo de simpatizar con una persona, un grupo o una clase social.

6. Motivación primaria

Así se le conoce a los impulsos más básicos del ser humano que surgen para satisfacer las necesidades esenciales de la persona. Un ejemplo típico es cuando tenemos hambre, lo que nos lleva a preparar comida.

Este tipo de motivación puede parecer lejana al plano empresarial, pero si lo pensamos con detenimiento, gran parte de la vida laboral gira en torno a la búsqueda de satisfacer las necesidades básicas y más inmediatas de las personas.

7. Motivación cotidiana

Este tipo de motivación implica la sensación de satisfacción del individuo por avanzar día a día sin fijarse metas a largo plazo. Es decir, que el empleado se siente bien y recompensado por la propia actividad rutinaria, independientemente de otros logros mayores.

Es normal experimentar diferentes tipos de motivación (o desmotivación) a lo largo de nuestra vida y especialmente en el plano de trabajo, dependiendo de las actividades que debamos realizar y de nuestro entorno. Para ayudarte a encontrar motivación y transmitirla a tus colaboradores, te compartimos algunas buenas estrategias técnicas para fomentar una cultura del esfuerzo.

Estrategias de motivación laboral

1. Haz del trabajo una motivación intrínseca

Como recordarás, hay dos tipos fundamentales de motivación: extrínseca e intrínseca. Cuando tu equipo de trabajo está motivado de manera extrínseca se ve impulsado a actuar por las motivaciones externas, como el dinero, reconocimientos o elogios. Pero, como afirma el psicólogo Richard Griggs«el placer intrínseco de una actividad proporciona a la persona suficiente justificación para su comportamiento».

Invita a tus colaboradores a escribir una lista de todo lo que disfrutan de su trabajo o a que anoten los momentos que los hicieron felices en sus jornadas laborales. Es importante que tengan esta lista a la mano y la lean cada vez que sientan decaer el ánimo. Así recordarán aspectos positivos y reafirmarán su compromiso con ellos.

Cuando percibas a tus miembros del equipo de trabajo desanimados, recuérdales qué les atrajo del trabajo, por qué razones quisieron colaborar en tu empresa, qué deseaban y qué consiguen de él (a corto o largo plazo). Así será más fácil que encuentren su motivación intrínseca para seguir adelante y conseguir lo que desean.

2. Convierte el fracaso en una oportunidad de crecimiento

La teoría de las expectativas de Victor Vroom, explica que la motivación de un individuo está determinada por la percepción de que realizar algo conduce a un resultado específico (que él elige o prefiere). Es decir, uno realiza algo esperando que resulte favorable. Aun así, no siempre se dan las condiciones para alcanzar el éxito y esto puede ser un gran factor de desmotivación para las personas.

En lugar de concebir el fracaso como algo desagradable, ayuda a tu equipo a crearse la expectativa de que recibirán varios «no» y que no todos sus proyectos llegarán a buen puerto.

La gente debe aprender a lidiar con esas dificultades y entender que el éxito no depende en su totalidad de su esfuerzo o buen desempeño, sino que hay cuestiones externas que no podemos evitar o controlar y que es mejor aceptar. Como empresa, deberás echar mano de tus líderes para crear este sentimiento en tu plantilla y transformar el fracaso en una oportunidad de éxito.

3. Fomenta el profesionalismo

Es natural considerar el rechazo como algo personal porque los seres humanos somos inherentemente sociales, pero en la vida profesional eso no es productivo. Si alguno de tus empleados se engancha en cada error, cada pequeña inconformidad o cada malestar, terminará abrumándolo y se decepcionará en muy poco tiempo.

Si surge alguna situación desagradable, es conveniente abordarla como equipo y encontrar puntos comunes que permitan trabajar del modo más eficiente, sano y productivo.

Piénsalo de este modo: si tienes una máquina con muchas piezas, quizás una de ellas requiere mantenimiento para que todo vuelva a funcionar correctamente; incluso, es posible que sea necesario engrasar todo el mecanismo. Evalúa qué causa las molestias entre el equipo y toma medidas que beneficien o concilien el ánimo de todos.

4. Promueve el descanso y la desconexión

Contrario a lo que se ha creído por mucho tiempo, el descanso es una parte esencial del trabajo. Por ello es tan importante hacerle saber a tu equipo que, si lo necesitan, pueden hacer una pausa de sus labores para aclarar sus ideas. Esto detonará en ellos mayor motivación y se sentirán más dispuestos a trabajar de forma continua, hasta alcanzar objetivos claros.

Si un empleado se siente molesto o frustrado, permítele alejarse de la situación. Al hacer algo relajante o apartarse de la actividad estresante podrá tranquilizarse y reenfocar su mente en lo que verdaderamente importa. También puede prepararse un té, comer algo o ir a conversar con alguno de sus compañeros de otra área.

Si tu equipo está trabajando de forma remota, una forma de ayudarlo a despejar su mente es alentarlo a tomar una pequeña siesta. El psicólogo Ron Friedman destaca que una siesta aumenta la productividad y el estado de alerta, acelera los reflejos motores, mejora la precisión y la toma de decisiones, impulsa la creatividad y refuerza la memoria. Esta práctica es un aliciente óptimo que los ayudará a recargar baterías y continuar con el trabajo.

5. Utiliza la visualización creativa

Debido a que al cerebro le cuesta diferenciar entre lo real y lo imaginado, reaccionará como si todo fuese real. Si tienes idea de lo bien que te sentirías si logras tus objetivos, es más probable que sigas trabajando para alcanzarlos, pero si no, es más probable que abandones tus sueños.

Este mismo principio aplica para tu equipo de trabajo. Dedicar unos pocos minutos a la planificación será suficiente para que su motivación esté al 100 %. Solo es importante tener en cuanta que no debes imaginar el éxito repentino; por el contrario, es necesario visualizar los pasos para conseguir las metas y las estrategias que se necesitarán para superar los retos.

Esta es una de las técnicas más utilizadas para aumentar la motivación, ya que puedes imaginar que alcanzaste aquello que te propusiste. Abórdalo desde diferentes perspectivas: cómo te sentirías, qué dirías, qué pensarías y qué harías después de lograrlo.

6. Lleva un registro de los logros

Es típico que en Año Nuevo las personas hagan una lista de las cosas que quieren lograr, pero después no miden si realmente las alcanzan. Lo mismo ocurre en las empresas: se realizan listas de objetivos y metas medibles, pero hay otros logros que no se valoran cotidianamente.

Llevar un diario para ti y tu equipo puede ser una gran idea, pues les permite trazar planes a futuro. Una de las técnicas de registro es el Bullet Journal que permite organizar agendas, tareas y notas que les ayudarán a conseguir lo que tanto anhelan y a valorar los pequeños esfuerzos cotidianos.

7. Fomenta su bienestar físico

En muchas ocasiones, la falta de motivación no tiene tanto que ver con aspectos psicológicos o afectivos, sino que simplemente se debe a que el organismo no está funcionando de forma adecuada. Ya vimos anteriormente la importancia del descanso para mantener la mente sana, pero también es importante para que tus trabajadores funcionen óptimamente desde un punto de vista físico.

En este sentido, la alimentación y el ejercicio son aspectos fundamentales que puedes tomar en cuenta dentro de tus estrategias de salario emocional. Ten en cuenta que el ejercicio es un elemento relevante en la motivación laboral y más del 13 % de las personas que hacen algún deporte han manifestado sentirse más productivos en el trabajo.

Además, es muy importante beber agua a menudo para mantener la oxigenación necesaria para realizar cualquier actividad sin decaer. Puedes compartir el siguiente video con tu equipo para mostrarles la importancia de una buena alimentación y cómo llevarla a cabo.

Ver el Video de Tuiwok Estilo

8. Crea un lugar cómodo para trabajar

Una de las cosas que más motiva a las personas a trabajar es saber que están en un sitio donde se aprecian sus talentos y se potencian sus habilidades. Por ello, es imprescindible que tu empresa favorezca y celebre la diversidad (sexual, étnica, religiosa, etc.) y que propicie espacios de convivencia respetuosos y en condiciones de trato igualitario.

Por otro lado, ten en cuenta que la gente se siente más motivada cuando trabaja en un espacio cómodo. Y esto no solo tiene que ver con la seguridad de pertenecer a una empresa con una buena cultura, sino con los lugares físicos en los que trabaja. Asegúrate de tener una buena iluminación, amenidades y asientos confortables, entre otras cosas, para que el empleado se sienta como en casa.

La experiencia de trabajo se vuelve más satisfactoria cuando se desarrolla en un sitio donde no hay amenazas y los colaboradores pueden expresarse y ser quienes son. Procura que tu organización cumpla con estas expectativas.

9. Comparte con ellos técnicas de meditación

El dinamismo de la vida laboral hace que las personas vivan en un continuo flujo de emociones que no puede mantenerse fijo todo el tiempo. De otro modo, se propicia el estancamiento y una serie de emociones negativas que querrás evitar a toda costa.

El estrés y las exigencias de la vida diaria pueden llevarnos a sentirnos agobiados, pero también pueden hacernos sentir dolores físicos. Para evitar que las emociones y el cuerpo de tus empleados se descontrolen, se recomienda realizar una serie de ejercicios respiratorios, meditaciones breves o prácticas de mindfullness.

Incluso hay empresas que dan a sus empleados clases de yoga (dentro de las instalaciones) para propiciar la relajación, la respiración y el estiramiento de los músculos. Puedes encontrar muchas opciones que podrían ser de gran ayuda.

Cómo crear un plan de motivación laboral: 5 tips

Usar las estrategias que hemos revisado de forma aislada te puede ayudar a mantener motivados a tus trabajadores. Sin embargo, puedes obtener mayores beneficios si las complementas con un plan integral de motivación laboral. Revisemos algunos consejos para crear el tuyo.

1. Analiza las causas de la falta de motivación

No existe algo más infructuoso que aplicar métodos para motivar a los empleados sin saber cuál es la causa de la falta de motivación. Es por ello que resulta tan importante que antes de crear un plan de motivación analices las causas que están detrás de la falta de productividad.

Solo en tanto conozcas este dato, sabrás si debes invertir en modelos de trabajo flexibles, clases de meditación, infraestructura o cursos de inducción en la cultura de tu empresa.

2. Fija objetivos a corto y largo plazo

El psicólogo deportivo Frank Smoll sugiere establecer metas a corto y largo plazo. Mientras que las metas a corto plazo permiten que las personas «vean mejoras inmediatas en el rendimiento y, por consiguiente, su motivación aumente», las metas a corto plazo son imprescindibles para conseguir motivación a largo plazo.

En ocasiones, tener metas demasiado idealistas y lejanas resulta perjudicial, ya que las metas secundarias, necesarias para alcanzar las metas principales, suelen ignorarse. Esto da como resultado que no se logre nada en concreto. Sé ambicioso con tus empleados a largo plazo, pero enfócate en no estancar su desarrollo actual.

3. Evalúa la disponibilidad de recursos

Este punto puede parecer banal a primera vista, pero lo cierto es que todo plan de motivación implica inversiones, ya sea de tiempo, esfuerzo o, incluso, dinero. Por eso es tan importante definir de qué recursos dispones para incentivar la motivación en tu empresa.

Si bien todos quisiéramos tener salas lúdicas y refrigerios ilimitados para nuestros empleados, lo cierto es que no todas las empresas pueden costear estas estrategias. Antes de planear, establece tu disponibilidad de recursos.

4. Convierte los obstáculos en oportunidades

Las personas que están motivadas y enfocadas en los logros obtienen satisfacción gracias a la superación de tareas difíciles. Por el contrario, las personas que siempre están evitando el fracaso están más preocupadas por no cometer errores. «Se pueden dar por vencidas muy pronto si no ven llegar el éxito con rapidez y facilidad», afirma el psicólogo Carl Beuke.

Ajusta el modo de pensar de tu equipo a una ideología más constructiva, evita pensamientos derrotistas y apoya a tus colaboradores a concebir los riesgos, los cambios y los conflictos como oportunidades de crecimiento, de aprendizaje y como retos a vencer; de los cuales saldrán fortalecidos

5. Permite que tu equipo tome la iniciativa

Bien dicen por ahí que la pasividad es el peor enemigo de las personas. Si bien es común que el líder sea quien tome las decisiones importantes, también debe saber ceder el control y permitir que los empleados aporten ideas y soluciones. Incluso pueden ser ellos quienes establezcan las metas y los procesos más adecuados para conseguirlos.

Hacer consensos puede resultar en una ganancia porque los colaboradores ven las cosas desde perspectivas que quizá tú no has considerado.

Con esto en mente, veamos algunos ejemplos prácticos de planes de motivación laboral.

5 ejemplos de motivación laboral

1. Salario emocional

Tipo de motivación laboral: extrínseca y positiva

Con el salario emocional se busca retribuir a los empleados de forma no monetaria por su trabajo. Este tipo de compensaciones pueden tomar la forma de espacios para descansar, jornadas de trabajo reducidas cuando se cumplen los objetivos o hasta actividades de voluntariado que eleven la moral.

El salario emocional es una de las mejores estrategias para generar motivación entre los empleados. La ventaja de este radica en que no genera grandes costos a las empresas. Asimismo, puede ser crítico cuando las empresas ya han llevado a cabo las estrategias obvias para elevar la motivación, como el aumento de sueldos o de compensaciones.

2. Bonos de productividad

Tipo de motivación laboral: extrínseca y primaria

Si las empresas disponen de un mayor nivel de recursos, probablemente el otorgar bonos de productividad puede ser un gran incentivo para elevar la productividad, fomentar la moral y, en consecuencia, hacer que los trabajadores se sientan más motivados para llevar a cabos sus tareas.

Estos bonos suelen ofertarse de la mano con el cumplimento de objetivos, ya sea conseguir clientes, cerrar el periodo con un buen número de ventas o, incluso, llegar temprano al trabajo. Estos motivantes externos pueden hacer que los trabajadores se sientan más dispuestos a dar de sí o, incluso, a adquirir compromisos más grandes con la empresa.

3. Planes de crecimiento

Tipo de motivación laboral: intrínseca y positiva

El crecimiento como personas y profesionales es uno de los objetivos básicos de todo trabajador. Al final del día, pocos trabajadores querrán quedarse estancados en el mismo puesto, con el mismo sueldo y haciendo las mismas tareas. Por ello, puedes echar mano de la creación de planes de crecimiento como una forma de motivarlos de una manera personal a dar lo mejor de sí mismos.

El objetivo es que esta motivación se dé de forma natural en las personas y que no tenga que ver con una coerción por parte de tus líderes. Una vez que el empleado asume este compromiso para ir más lejos, la motivación será completamente intrínseca.

4. Modalidad de trabajo flexible

Tipo de motivación laboral: extrínseca y cotidiana

Esta estrategia de motivación laboral es una de las más populares en el mundo empresarial. Ya vimos más arriba que ofrecer espacios de trabajo cómodos es una buena estrategia para detonar la motivación entre los trabajadores y hacerlos sentir en casa. Pero ¿y si de hecho trabajan desde su casa, desde la playa o desde su lugar favorito?

Las modalidades de trabajo flexibles ayudan a que los empleados se sientan en un espacio seguro y que ellos mismo han elegido para trabajar. Esto incide directamente en la disposición que tienen para cumplir con sus tareas, así como en la eficiencia de su trabajo.

5. Tablas de logros

Tipo de motivación laboral: cotidiana y social

Las tablas de logros suenan a una estrategia de motivación de escuela primaria. Pero si algo es cierto sobre ellas, es que realmente funcionan para motivar la sana competencia entre las personas.

Si sitúas una tabla de logros en tu espacio de trabajo y das puntos a tus colaboradores por su labor, lo más seguro es que se sentirán motivados a dar lo mejor de sí cada día, incluso si no existe la promesa de una recompensa. Lo importante será mantener esta dinámica dentro del profesionalismo y controlando que no genere distracciones o conflictos entre los trabajadores.

Ahora ya sabes que la motivación laboral es esencial para que tu negocio marche como un reloj. Pon todos los recursos y esfuerzo necesarios en la aplicación de estas técnicas y verás que rendirán frutos para tu equipo y para el crecimiento de tu empresa.

Escrito por: Shelley Pursell

Por gentileza de HUBSPOT
https://blog.hubspot.es/marketing/7-trucos-para-estimular-tu-motivacion
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Impartido por el Profesor Pedro Rubio Dominguez (MDI)

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