Las imágenes muestran al líder ruso Vladimir Putin y a su par chino Xi Jimping hablando amablemente, durante una visita protocolar en el país más poblado del mundo. No se daban cuenta de que el micrófono estaba abierto, así que todos supimos -fue hace un mes- el tema de conversación: charlaban sobre la posibilidad de vivir más de 150 años, o de incluso ser inmortales, gracias a nuevos avances científicos con la edición genética de órganos más jóvenes y sanos (de animales inclusive) que pueden ser trasplantados a cuerpos humanos envejecidos y dañados.
La técnica de la que hablaban es CRISPR, una herramienta de edición genética que para muchos es el avance científico más importante de este siglo. Para quien quiera ahondar en este tema, está muy buena la biografía que escribió Walter Isaacson sobre la ganadora del Nobel Jennifer Doudna, "El Código de la Vida". Doudna fue una de las pioneras en el estudio de CRISPR, en un camino donde también tiene una participación estelar el microbiólogo argentino Luciano Marraffini, de la Rockefeller University.
Las noticias que están llegando este año en el campo de la longevidad son de ciencia ficción. En las últimas dos semanas, por varios trabajos y notas que tuve sobre este tema, me dediqué a leer lo último que salió. Un millón de cosas, pero un buen resumen es la recomendación del epidemiólogo de EE.UU. Derya Unutmaz, un médico con mucha prédica en Silicon Valley, quien este año, en una entrevista que luego se viralizó, recomendó "No morirse en los próximos diez años". La idea es que todo está avanzando tanto (y con el motor acelerador de la IA más todavía) que en algún momento no muy lejano vamos a llegar a lo que se conoce como "velocidad de escape de longevidad": aquella instancia en el que la expectativa de vida va a aumentar más que el tiempo que transcurre.
Por recomendación de tres amigos (y lectores de Proxi), Pepe Sánchez, Carlos Pérez y Lore Llobenes, llegué hace poco a conocer a un argentino joven que la está rompiendo en el cruce de la agenda de IA, comportamiento y bienestar, el bahiense Tomás García, que dirige desde San Francisco el área behavioral de Verily, la empresa de salud de Google. Charlamos más de una hora y un resumen de la entrevista se publicó dos domingos atrás en La Nación. No pude incluir todo lo que quería por una cuestión de espacio, así que les dejo abajo un destilado de lo que me pareció más interesante.
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